Marta Sánchez nos recibe con su hija Paula en su paraíso de Canarias: "He vivido situaciones muy duras, pérdidas insoportables, pero la música me salvó"

Cuarenta años en la música. Y fabulosa. Desde que Marta Sánchez empezó, en 1985, cuando se unió, con 19 años, a Olé Olé como vocalista, su carrera ha sido meteórica, ganándose por derecho propio el título de "reina del pop español". Con su potente voz y su inconfundible estilo, es todo un icono, una estrella idolatrada por su legión de "fans" a los dos lados del Atlántico, donde ha vendido más de diez millones de discos. Ahora, a punto de cumplir los 60 —será el 8 de mayo—, celebra estos 40 de trayectoria con la misma ilusión de los comienzos.

© Jesús Cordero

No son unas bodas de oro, pero Marta se presenta dorada y rutilante en la portada del álbum conmemorativo 1985-2025, que publica el 21 de noviembre y que incluye 40 éxitos de su repertorio y otras 40 canciones inéditas. Todo un regalo para los incondicionales de esta cantante y compositora que se ha atrevido con todo y que, tras reinventarse varias veces, sigue explorando nuevos caminos.

Como el del mundo del arte. Sí, porque Marta Sánchez ahora también hace collages, una técnica artística con la que ha encontrado, además de una afición, una nueva vía para expresar su creatividad. El último que hizo, de cuatro metros de alto, se lo regaló a Fede León, su pareja desde hace siete años. Con él comparte su vida a caballo entre Madrid y Las Palmas de Gran Canaria, donde reside el empresario y donde la intérprete ha posado para celebrar con ¡HOLA! este aniversario tan especial junto a su hija, Paula. La joven, de 22 años, ha heredado de su madre su pasión por la moda y, tras graduarse en Comunicación y Estilismo e Imagen de Moda en el Instituto Europeo de Diseño, ha ejercido de estilista en este reportaje tan especial.

Marta, 40 años en la música. ¿Qué sentimientos te vienen al mirar atrás y ver todo lo que has logrado?

Me siento muy orgullosa y agradecida de haber logrado llegar hasta aquí. Y con muchas ganas de seguir trabajando en lo que más me gusta, que es mi profesión. Han sido 40 años de mucho trabajo, de aprendizaje y de sacrificios. De un deseo de mejorar, de dar lo mejor de mí. Me parece increíble que ya hayan pasado cuatro décadas desde que comenzó este sueño hecho realidad.

Un regalo especial

Para celebrarlo, además, publicas nuevo disco, que recoge 40 canciones de tu repertorio y otras 40 iné­ditas. ¿Cómo surgió la idea de un proyecto tan ambicioso?

Mi nuevo doble álbum se titula 1985-2025. Cuarenta años de trayectoria merecían una celebración por todo lo alto. Y mis fans e incondicionales se merecían un regalo especial por tanta fidelidad. Han sido casi nueve meses de trabajo, buscando esas canciones que sorprendieran a mis admiradores, buscando entre decenas de cajas esas fotos que hacía décadas que no veía, de cantar temas nuevos y de recopilar historias musicales que nunca fueron editadas y que son muy valiosas para mí y de las que estoy muy orgullosa. Universal y en especial Jorge Sánchez han sido un gran apoyo y se han entregado en cuerpo y alma.

© Jesús Cordero

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¿Cuál ha sido el momento más determinante de tu carrera?

Hay muchos momentos que pienso que han sido determinantes: el llegar a un grupo ya consagrado como Olé Olé, donde tuve el listón alto y superé las expectativas. El dejar mi zona de confort cuando estábamos en un momento de gran éxito y decidir dar el gran paso de comenzar una carrera en solitario también fue un momento decisivo… Fui valiente, arriesgué y gané. También fue importante el hecho de cantar temas que me abrieron más puertas, que me dieron la posibilidad de ganarme el respeto del público, dejando en segundo plano el físico, que tanto distraía en ese momento, con temas como Vivo por ella o baladas como Amor perdido.

"Estoy donde debo estar"

¿Qué ha cambiado en Marta Sánchez, la artista y la mujer, desde tus inicios hasta hoy?

Los años y la experiencia te cambian, te hacen ver con más claridad dónde quieres ir y con qué eres más feliz, priorizando lo importante y dedicando tu tiempo en lo que crees que merece la pena. En el fondo, sigo siendo la misma persona, la que hace las cosas con esa ilusión por mejorar. Sigo siendo igual de exigente conmigo misma. Con mi característica ingenuidad y también mi nobleza… y apreciando cada día el presente. Estoy donde debo estar. Y eso me gusta.

Si pudieras hablar con la Marta de 1985, ¿qué consejo le darías?

A la Marta de los comienzos le diría que le espera una vida llena de satisfacciones y de éxitos, pero que no estarán exentos de sacrificio, de momentos de soledad en la habitación de un hotel… Le diría que va a ser una mujer privilegiada, con una profesión hermosa, pero, a la vez, dura. Esa Marta ya sabía que el destino le había dado un don que venía de familia, por mi padre, cantante de ópera bajo barítono, y esa Marta sabía que no perdería esa oportunidad. Así que no habría hecho falta que le dijera mucho más. Lo tenía muy claro. Pero, quizá, sí le hubiera dicho que se relajara y disfrutara más, dejando un poco la manía de controlarlo todo. Me cuesta delegar.

¿Cambiarías algo de lo que has vivido en estos 40 años?

Todo pasa por algo. Todas las decisiones que tomamos lo hacemos pensado en que es lo mejor, aunque sean las incorrectas. Acepto mis errores, pero no me culpo, porque creo que lo hice con el corazón. Claro que hay algunas decisiones que hubiera rectificado, pero también me hicieron crecer, conocerme más y mejorar.

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En bucle

¿Y qué momento repetirías en bucle porque es el que más feliz te hace?

Uno de los momentos más increíbles de mi vida, sin duda, fue el día que tuve en brazos a mi hija por primera vez. Es algo único, mágico, milagroso. También cientos de conciertos en los que mi público me hizo llorar, reír y hacerme sentir especial… Esa energía es una bendición.

"Soy una mujer muy sensible, muy romántica, muy frágil en algunos momentos. Pero soy también muy fuerte y nunca me rindo"

© Jesús Cordero

A lo largo de tu carrera te has reinventado en varias ocasiones. ¿Qué significa "reinventarse" para ti hoy?

Empecé con 19 años, 20 recién cumplidos. Cuatro décadas dan para mucha reinvención. Sobre todo, si eres valiente y no tienes miedo a los cambios. Y yo de joven disfrutaba viéndome diferente, cambiando no solo mi forma de vestir, sino también mi música. Me divertí muchísimo haciéndolo y vivir en el extranjero; ayuda mucho a inspirarte para ello, viajar enriquece. Ahora, a mis casi 60 años, me lo tomo de otra manera. Ya no le doy tanta importancia a los cambios drásticos. Ni en los looks ni en la música. Creo que ya experimenté y arriesgué todo lo que tenía que hacerlo. Aunque no puedo decir ni prometer que no pasará (ríe).

¿Qué artistas te han inspirado más?

Recuerdo como si fuera ayer el día que Rocío Jurado me hizo llorar con su talento en un concierto. Era única. También admiré muchísimo a Marisol, fue mi ídolo desde que era una niña. Mecano fue un grupo al que siempre veneré. Alaska es un referente para mí como artista única y personalidad aplastante. Los Jackson 5 fueron verdaderos maestros, no dejaban de sonar en mi tocadiscos. Igual que Barbra Streisand y Olivia Newton-John. Me encanta Coldplay, me han ayudado muchísimo en momentos difíciles... Y tantos más.

Luces y sombras

En tu vida ha habido muchas luces, pero también momentos difíciles. ¿Qué has aprendido sobre ti misma a través de esos momentos complicados?

Soy una mujer muy sensible, muy romántica, muy frágil en algunos momentos. Pero soy también muy fuerte y nunca me rindo. Y eso que he vivido situaciones muy duras, pérdidas insoportables… Pero mi música me salvó en todos esos momentos en los que estaba rota.

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La fama llegó muy pronto para ti, ¿cómo gestionabas las inseguridades en esos primeros años y de qué forma aprendiste a vivir con la presión de ser un todo un símbolo?

De alguna manera, yo ya vivía rodeada de música y de artistas. No era algo extraño y desconocido para mí del todo. Pero sí que es verdad que vivirlo en primera persona es diferente. Cuando empecé, tenía como meta destacar. No me importó el esfuerzo. Quería dar lo mejor y así lo hice. Tenía inseguridades, pero las fui dejando atrás con trabajo y amor propio. La fama tiene muchas caras, algunas son positivas, resultado de la exposición al público. Pero también tienes que estar preparada para las que te quitan libertad. Al principio me costó ese cambio en mi vida, pero el precio que se paga es inevitable si quieres tener éxito en esta profesión. Todas las profesiones tienen un lado amargo.

Volvamos a tu nuevo álbum. ¿Cómo fue el proceso de selección de tus temas de siempre?

Tengo la suerte de contar con discos maravillosos, de los que han brillado muchas canciones convirtiéndose en éxitos… Por eso, la selección de canciones no fue fácil: muchos de esos temas que tanto gustan no cabían. Pero están los temas que sé que no podían faltar y que han sido la banda sonora de muchos de mis fans.

Y las composiciones inéditas, ¿son todas nuevas? ¿Has rescatado algunas que no habías publicado a lo largo de tu carrera?

Muchos de los temas inéditos son nuevos, nunca se habían escuchado. Otras son canciones que Universal y yo no habíamos publicado y que, pasado un tiempo, al volver a revisarlas, nos parecen preciosas. A veces, las canciones tienen algo que las hace tan especiales que no pasa el tiempo por ellas e incluso se vuelven más valiosas.

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¿Alguna de esas canciones nuevas tiene un significado especial para ti?

Sí. Soy una artista que tiende a hacer solo lo que me llena, lo que me gusta defender. Y más después de llevar 40 años en la música. Hay un tema compuesto por mí, Tiempos de amor, del que estoy muy orgullosa. También Let go, una canción que grabé cuando vivía en Nueva York y que compusieron grandes músicos americanos, con Martika en los coros (la podéis recordar por aquel gran éxito Toy soldiers o Love thy will be done… Nos hicimos amigas en la ciudad). Hay una canción que me encanta que se titula Te necesito, y otra, Es por ti, que me identifico mucho con su estilo e interpretación.

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¿Con qué sonido o estilo musical te has sentido más identificada en esta nueva etapa?

Creo que tengo facilidad para cambiar de registro. Me gusta la música melódica, el pop, el disco, hasta el rock. Y me he atrevido incluso con el dubstep o la copla a mi manera. Pero si me das a elegir, me identifico con baladas en las que pueda disfrutar interpretando, sintiendo cada frase, emocionando. Y sin duda, música que anime los corazones, que nos haga bailar y celebrar la vida.

En esta sesión de fotos, no solo posas con Paula, además ella te ha hecho el estilismo. ¿Cómo la ves en esta nueva etapa de su vida?

Paula es una mujer con las cosas claras. Tiene mucha personalidad. Es muy madura y muy sensible. Tiene facilidad para la estética. Me gusta su forma de vestir. Y me aconseja bien. Es muy sincera y me dice lo que le gusta para mí y lo que cree que me favorece más. Estoy muy orgullosa de ella porque sacó un diez en su examen final de carrera. Se entrega mucho en todo lo que hace. Le auguro un futuro brillante. Espero que sea muy feliz con lo que decida hacer.

"Nadie te regala nada"

¿Qué consejo le has dado ahora con el que se va a enfrentar a la vida adulta?

Siempre le digo que todo lo que merece la pena en esta vida exige mucha perseverancia y dedicación. Nadie te regala nada. Pero, sobre todo, le inculco que elija el camino que le haga feliz, que la emocione y que vaya descubriendo su potencial. Que vaya a por todas y que defienda su punto de vista, que se junte con gente trabajadora, positiva y que sume. Tiene un don de gentes increíble.

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¿Crees que es tu mejor asesora?

Desde muy pequeña se vio rodeada de vestidos, de mis armarios llenos de ropa increíble por mi profesión. Le gusta la moda. Tiene gusto y me aconseja muy bien.

¿De qué te sientes más orgullosa de ella?

Me enorgullece su sensibilidad, su nobleza. Es muy amiga de sus amigos. También le encantan los animales. Siempre está donde haya un perrito, un gato en la calle, un pajarito que se cae de un árbol y lo recoge para cuidarlo… También es muy disfrutona, le gusta mucho viajar y es curiosa. Es responsable y nunca me ha dado motivos para estar preocupada. Confío plenamente en ella. Paula tiene una tendencia muy grande al orden, es bastante metódica: sus armarios y sus cajones son de otro mundo, nunca he visto a nadie que sea tan escrupulosamente ordenado.

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Y Fede, tú pareja, ¿qué te aporta?

Fede es una persona muy completa. Es responsable, sereno, con unos valores y una educación extraordinarios. Nos conocimos en un momento de nuestra vida en el que los dos sabíamos que juntos íbamos en el mismo camino, habiendo vivido etapas y con madurez para vivir otras nuevas. Sin duda, me aporta mucha serenidad. Los dos respetamos mucho los tiempos y la profesión del otro. Y su opinión me suma mucha coherencia y experiencia. Es un hombre muy inteligente.

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Marta, ahora que hablamos de los años, por ti parecen pasar de largo... ¿Cómo te cuidas?

¡Gracias! Soy muy disciplinada. Le dedico tiempo a hacerme tratamientos faciales y voy a masajes de maderoterapia. Hago regularmente ejercicio, mínimo tres días: hago cardio, peso y balletfit. Hay días que me muero de la pereza, pero después me encuentro como si tuviera alas en los pies. Cuidarse es algo que lleva tiempo y dedicación. Pero siempre me gustó hacerlo y creo que mi profesión lo requiere. También sé disfrutar de los momentos, esos que te dan ese brillo especial: una copa de champán con Fede o un vinito con mis amigas en las comidas "de chicas".

También disfrutas haciendo collages, ¿no? Háblanos de esa afición tuya que desconocíamos.

Siempre me gustaron las manualidades. Se me dan bien. De muy jovencita, mi madre me enseñó a coser, le fabriqué pendientes a Don Algodón, pintaba y hacía collages. Hace un par de años, me planteé hacerlo más seriamente, con más dedicación y con un enmarcado cuidado. A Fede le regalé el más especial, de cuatro metros de altura: tardé un mes y medio en terminarlo. Quiero hacer una exposición algún día.

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Ahora que estás casi en los 60, ¿cuáles son tus prioridades?

Mis prioridades son, por supuesto, el tiempo, el utilizarlo para disfrutar, para ser feliz; agradecer todo lo que he tenido en la vida cada día que me levanto y me despierto por la mañana... El permitir y considerar si algo entra o no en mi vida solamente si me suma forma parte también de mi propósito. Ya no tengo tiempo para negatividades o críticas con maldad, tengo cierta madurez para descartarlas de mi vida; aunque antes me afectaban ahora ya no lo hacen. Mi felicidad no depende de la opinión externa más que la mía, sin dejar de aceptar, por supuesto, las críticas constructivas y corregir errores, que los sigo cometiendo con casi 60 años.

¿Qué etapa empiezas a partir de ahora?

Ahora, como decía, mi tiempo es sagrado, solamente atraeré lo que me traiga paz y, sobre todo, creo que queda Marta para rato.