La respuesta de Isabel Pantoja tras la entrevista de su hijo Kiko Rivera en ¡De Viernes! (Telecinco), el pasado viernes 14 de noviembre, no se ha hecho esperar. Y ha sido tan escueta como reveladora. La cantante eligió las redes sociales, para pronunciarse y, como dice el refrán, “una imagen vale más que mil palabras” y así lo ha hecho la cantante: publicando una foto promocional de su gira de 50 aniversario. Eso sí, ha restringido los comentarios. El gesto, aparentemente sencillo, se convierte en toda una declaración de intenciones. En medio de la tormenta mediática que ha causado 'su pequeño del alma' en televisión, la tonadillera se refugia en su música, blindando su perfil público y evitando cualquier interacción con seguidores o detractores.
© @isabel_pantoja_martin y worldtickets.proEl único gesto visible de apoyo ha llegado a través de su sobrina Anabel Pantoja, o de la amiga de esta, Amor Romeira, quienes le han un “Me gusta” a la publicación de la cantante. Sin duda, esta señal confirma que, dentro del clan Pantoja, la influencer, a la que vemos cada sábado en ‘Bailando con las estrellas’ , es la única con la que Isabel mantiene contacto.
Su madre, la gran decepción
La reacción de la cantante contrasta con la exposición mediática de Kiko, que eligió la televisión para abrirse en canal. El DJ habló como nunca de su situación personal y familiar en el programa de Telecinco: de su separación matrimonial con Irene Rosales, de su distanciamiento con su hermana Isa Pi, con la que desea reconciliarse, pero también de su madre. Y este fue uno de los momentos más duros de la entrevista.
© TelecincoDejó claro que “no perdono que mi madre no haya sabido estar a la altura como abuela”, ya que, al parecer, y según contó el Dj, la cantante lleva años sin llamar a sus nietos. Sin ocultar el dolor que le provoca toda esta situación, reconoció que su madre necesitaba “ayuda psicológica urgente… que se dé cuenta de que no es el ombligo del mundo, que no todo el mundo va en contra de ella”. Y con dureza le mandó un mensaje directo: “Mamá, mírate en el espejo, mira los problemas que tienes e intenta solucionarlos no por nadie sino por ti”.
Y sí, la perdona “pero no olvido. Y, sobre todo, una de las cosas que no olvido es que en estos últimos años no haya tenido la decencia de levantar con el teléfono para hablar con sus tres nietos", sentenció.
Una crisis que comenzó en 2020
La relación entre Isabel Pantoja y Kiko Rivera lleva años marcada por la tensión. La crisis estalló en 2020, cuando el DJ rompió la comunicación con su madre y lanzó duras acusaciones que la tonadillera desmintió en exclusiva a ¡HOLA!, el 11 de noviembre de aquel año. “La persona a la que más amo del mundo, y he amado, que es mi madre, no sabe diferenciar entre Isabel Pantoja y madre, así que ya lo sabéis, esas son mis palabras, declaró entonces Kiko, en unas palabras que recrudecieron su guerra personal y televisiva.
© Kiko Rivera
© GTRESAunque en 2023 se habló de un posible acercamiento tras la visita de Isabel al hospital donde Kiko fue operado de un cateterismo, para tratar la afección cardiaca que padece, los intentos de reconciliación no prosperaron. Entre idas y venidas, la relación sigue estancada, reflejando un distanciamiento que se hace más grande con el paso del tiempo y que hoy se mantiene como una de las fracturas más visibles dentro del clan Pantoja.
El futuro de Isabel Pantoja
Hoy, Isabel Pantoja se apoya únicamente en su hermano Agustín, convertido en su mano derecha y compañero inseparable. La distancia con sus hijos es evidente: ni Kiko ni Isa, con los que no mantiene ninguna relación, forman parte de su círculo cercano, y la ausencia de contacto con sus nietos refuerza su imagen de aislamiento.
© GTRES
© GTRESLa música sigue siendo escudo y su gran consuelo frente a todo y a todos. La gira de 50 aniversario es su gran apuesta personal y profesional. Y, es que, medio siglo de carrera musical, que ha marcado a muchas generaciones con sus canciones, es un argumento poderoso para reivindicar su legado y mantener viva la conexión con su público. La imagen publicada en Instagram no es solo promoción, es también un mensaje vital. Isabel Pantoja decide hablar a través de su arte, evitando cualquier palabra sobre las confesiones de Kiko. La incógnita que queda en el aire es si ese silencio será suficiente para sostener su futuro, o si la reconciliación con sus hijos será inevitable en algún momento.
