Tiene 18 años y un sueño: llegar a los Juegos Olímpicos. Quizá, no sea hasta dentro de algunos años cuando Lady Araminta Spencer-Churchill logre hacerse con una medalla olímpica, pero, mientras tanto, disfruta participando en torneos de hípica y ya cuenta los días para su gran debut en sociedad, en Le Bal, el Baile de Debutantes, que se celebrará el próximo 29 de noviembre en París.
Por el momento, no ha desvelado quién será su cavalier -con el que se presentará en esta exclusiva cita-, porque, como asegura en una entrevista a la revista Tatler, “no conoce” a ninguno de los otros jóvenes de la aristocracia y alta sociedad internacional que acudirán a esta fiesta con más de tres décadas de historia.
Lo que es seguro es que, en esta noche llena de tradición (inspirada en la costumbre inglesa del siglo XVIII, cuando las jóvenes se presentaban en sociedad ante la reina), cambiará su chaqueta y sus botas de amazona por un diseño de alta costura de Armani Privé.
Dos mundos, el de los caballos y el glamour, que ella transita a la perfección desde que era bien pequeña.
Hija del 12º Duque de Marlborough, Charles James Spencer-Churchill, más conocido como Jamie, y su segunda mujer, Edla Griffiths (de la que se separó el año pasado tras 22 años de matrimonio), creció en la propiedad familiar de Blenheim, en la campiña de Oxfordshire, en Reino Unido. Allí, se alza el fabuloso Palacio de Blenheim, hogar de los Duques de Marlborough desde principios del siglo XVIII, que fue construido para su tatarabuelo, el ‘imbatible’ John Churchill (conocido por no haber perdido nunca una batalla), y en el que, actualmente, reside su padre.
Una infancia nada convencional entre el palacio, los establos (su lugar preferido) y un impresionante laberinto (de 0,7 hectáreas y más de 3000 tejos), donde disfrutaba perdiéndose con su hermano pequeño, Caspar, de 17 años.
Los caballos, su gran pasión
No fue en Blenheim, sin embargo, donde Lady Araminta se enamoró de los caballos. Descubrió su gran pasión, siendo una niña, en un establo, al sur de Gales, propiedad de sus abuelos y sus primos. Entonces quedó prendada de Tooch, un poni de Shetland negro, y unos años más tarde, tendría el suyo propio, Sebastian. El comienzo de una historia que continúa escribiendo a día de hoy porque la ‘chica de los caballos’ se ha convertido en una joven promesa británica de la hípica que también adora a los perros (tiene cinco).
El año pasado, consiguió alzarse como ganadora del campeonato de Osberton con su caballo, Neds Legacy; y también, logró una medalla de bronce para Gran Bretaña en los campeonatos europeos Junior de Eventing. Dos hitos en una carrera que compagina con su Grado en Organización de Eventos en la universidad de Oxford Brookes.
Conexión real
Puede que no esté destinada a heredar el ducado de Marlborough (será su hermano mayor, George Spencer-Churchill, fruto de su primer matrimonio con Rebecca Few-Brown, y actual marqués de Blandford, quien se espera que, en un futuro, ostente el título), pero su linaje tiene conexión real.
Su tía abuela, Lady Rosemary Spencer-Churchill, fue dama de honor en la coronación de la reina Isabel II, el 2 de junio de 1653, en la Abadía de Westminster (un día que recordaba, hace años, con gran emoción), y está emparentada con Winston Churchill. El que fuera Primer Ministro de Gran Bretaña era nieto del séptimo Duque de Marlborough (antepasado de Lady Araminta por vía paterna).
Para encontrar su conexión con la recordada Diana de Gales tenemos que remontarnos al siglo XVIII y a una mujer, Lady Anne Churchill (después Spencer), hija del primer Duque de Marlborough. Lady Anne se casó con Charles Spencer, tercer conde de Sunderland, y su enlace unió ambas casas, la de los Churchill y los Spencer.
Tras el fallecimiento de la hermana mayor de Lady Anne, Henrietta Godolphin, segunda Duquesa de Marlborough, este título pasó a uno de los hijos de Lady Anne, Charles Spencer-Churchill (la rama de la que descienden tanto Winston Churchill como Lady Araminta), mientras que otro de sus hijos, el honorable Jonn Spencer tuvo, a su vez, a John Spencer, que se convirtió en el primer conde Spencer (rama de Diana de Gales).
Como bien decía la conocida periodista y biógrafa de Diana, Tina Brown: "No podía venir de mejor cuna". Una dinastía más antigua que los Windsor.












