En una luminosa tarde de otoño, Manhattan resplandece con tonos dorados cuando ¡HOLA! se dirige al recién inaugurado Faena Hotel para encontrarse con uno de los grandes iconos de estilo: Sarah Jessica Parker, quien diera vida a Carrie Bradshaw en Sexo en Nueva York y, posteriormente, en dos películas y la secuela, And Just Like That.
Convertida en estilosa heroína de la pantalla, la actriz ha fascinado con innumerables y memorables looks: desde el tutú de volantes con camiseta rosa pálido de la secuencia inicial de la serie hasta el famoso vestido de periódico de John Galliano o el majestuoso vestido verde agua de Atelier Versace que su personaje llevó en una cita en París con Aleksandr Petrovsky, que nunca llegó a suceder.
Basta recordar también sus doce deslumbrantes apariciones en la Gala del Met. Como la de 2006, cuando llegó acompañada de Lee McQueen, fundador de Alexander McQueen, vestida con un diseño de tartán de un solo hombro confeccionado a medida por el desaparecido creador. Un diseño acorde con la temática de aquel año: "Anglomaniac: tradición y transgresión en la moda británica".
Productora y empresaria
Hoy, sin embargo, la también productora y empresaria —que cumplió 60 años el pasado marzo— luce un sobrio vestido negro, con sus rizos de color miel peinados en suaves ondas brillantes, un ligero toque de gloss en los labios, ojos ahumados discretos y un cutis impecable. Le proporcionan la base perfecta para exhibir sus joyas: un collar en forma de lazo con diamantes tallados en forma de pera y brillante redondo y unos pendientes de botón en talla cojín, ambos de Astrea London, la firma de diamantes creados en laboratorio de la que recientemente se ha convertido en directora creativa global y accionista.
"Ser madre y tener una vida profesional es bastante complicado emocionalmente. A veces, te pierdes cosas y duele; otras veces, todo encaja y tus hijos están bien"
Cuando entramos en la suite en la que almuerza con Nathalie Morrison, fundadora y consejera delegada de la compañía, apenas han terminado su ensalada de pollo. Con la cercanía que la caracteriza, Sarah nos recibe y nos invita a unirnos con un cálido "¡no os preocupéis, está bien!". Durante la conversación, juega con su collar, enganchándolo sin querer en el tirante de su sujetador. "¡Ah, lo habéis notado!", exclama entre risas al sorprendernos mirándola. "Siempre me ha gustado que las cosas parezcan un poco distintas, personales. Eso las hace más interesantes", nos cuenta sobre sus únicos trucos de moda. "Llevar un collar ligeramente ladeado es menos previsible, más yo. Es como decir que la moda no tiene que ser perfecta para ser bella. A veces son esas pequeñas peculiaridades las que la hacen tuya".
Su implicación con Astrea London va mucho más allá de la de una embajadora. Participa en el proceso creativo, conversa a diario con Nathalie sobre diseños y prepara el lanzamiento de su propia colección de doce piezas con la marca. Las dos comparten también un compromiso filantrópico: destinar parte de sus beneficios a proyectos para niños en situación de vulnerabilidad en África.
Los diamantes creados en laboratorio se producen de forma sostenible, pero poseen la misma composición, dureza y brillo que los extraídos de minas. Tras anunciar su nuevo papel, Sarah Jessica Parker escribió en Instagram: "Tras adentrarme en este mundo, me he enamorado de sus posibilidades, su belleza y su futuro. Un futuro en el que la sostenibilidad y la artesanía conviven y en el que diamantes creados por la naturaleza y perfeccionados por la ciencia brillan junto a las piedras más excepcionales extraídas de minas".
Nathalie, por su parte, explica que eligió a la actriz por la ética que comparten, además de por su atractivo universal: "Mi suegra tiene 80 años y adora a Sarah Jessica. Y mi hija, que tiene trece, también la quiere. Es una belleza icónica que, además, ha inspirado a otras mujeres. En Oriente Medio, por ejemplo, ha influido en muchas, dándoles poder para expresarse y demostrar que podían romper barreras".
La actriz, conmovida por el comentario, añade: "Cada vez que alguien es tan elogioso o generoso, lo agradezco enormemente. Solo sabía un poco sobre los diamantes de laboratorio, pero ahora sé mucho más y seguiré aprendiendo. Es un territorio apasionante y está en las manos adecuadas. Tiene una fundadora que dedica todo su tiempo y energía a algo que puede ser muy fructífero, pero, sobre todo, lo hace a través de un proyecto ético y sostenible. Es un honor formar parte de ello".
Cien novelas en siete meses
Nacida en Nelsonville, Ohio, Sarah Jessica Parker ha construido una carrera que abarca más de cinco décadas, con seis Globos de Oro y dos premios Emmy. Debutó en Broadway, con tan solo once años, en The Innocents y protagonizó el musical Annie unos años después. Su carrera cinematográfica arrancó en 1984, con Footloose, y brilló en los 90 con títulos como L.A. Story, Honeymoon in Vegas o The First Wives Club. Al igual que su personaje en Sexo en Nueva York, Sarah vive en Manhattan. Ella y su marido, el actor Matthew Broderick, se casaron en 1997, en el Lower East Side, y residen ahora en Greenwich Village con su hijo, James Wilkie, de 22 años, y sus hijas gemelas, Loretta y Tabitha, de 16.
Al preguntarle cómo equilibra su activa carrera con la maternidad, dirige la atención hacia los que luchan por compaginar familia y obligaciones laborales. "En mi país, como en Francia, en el Reino Unido y en gran parte de Europa occidental —y, francamente, en todo el mundo—, hay madres que trabajan en dos o tres empleos, sin apoyo comunitario ni guarderías, sin mencionar la atención médica que necesitan y merecen.
En realidad, no quiero hablar de cómo compagino ser madre con mi vida profesional, porque es bastante complicado emocionalmente. A veces, te pierdes cosas y duele; otras veces, todo encaja y tus hijos están bien. Pero incluso eso es una elección: yo elijo trabajar. Tener la posibilidad de estar en casa para la cena es un auténtico privilegio, aunque, cuando ruedo, no puedo". El mes pasado, Sarah asistió como jurado del Premio Booker 2025 al anuncio de los finalistas. Apasionada desde siempre de la lectura —ha confesado que nunca sale de casa sin un libro—, se enfrentó junto a sus compañeros al formidable reto de leer 100 novelas en siete meses.
Apasionada de los asados
Nos cuenta que siempre disfruta de su estancia en Londres. "Me gusta mucho. Si estuviera más cerca de casa, sería perfecto. Me encanta su historia, la arquitectura… Y el transporte público es mejor que en Nueva York, aunque mi marido no está de acuerdo. También me encanta el asado del domingo y la costumbre de los paseos dominicales. Es como una religión. La descubrí de joven, leyendo a las hermanas Brontë: en sus novelas siempre caminan y conversan sobre Dios o la naturaleza". También confiesa ser una ferviente admiradora de la Monarquía: "Me he levantado para ver todas las bodas reales. Me encantan. He conocido al Rey Carlos y a Diana. Era encantadora y perfecta, todo lo que uno esperaba de ella".
Mientras la entrevista se acerca a su fin, nos muestra entusiasmada algunas piezas extraordinarias de la firma, cuidadosamente dispuestas sobre una mesa. Su colección, que incluirá diamantes de color, se presentará en Dubái el próximo diciembre. "Siempre me han gustado los diamantes, no solo por su belleza, sino por lo que representan. Para mí encierran historias, memoria, una sensación de eternidad. Y me inspira la joyería vintage. Me atrae la idea de tomar algo hermoso del pasado para crear algo atemporal para el futuro. La moda cambia constantemente, pero un diamante es eterno: se convierte en parte de tu vida, de tus recuerdos. Esa combinación de elegancia y sentido es la que los hace tan especiales para mí".









