Un año después de comprometerse en Formentera, la influencer Rocío Camacho y Guillermo Aylon han sellado su amor con una ceremonia civil celebrada este sábado en Madrid. El Castillo de Batres, en el municipio del mismo nombre ubicado en el sur de Madrid, ha sido el enclave escogido por el ya matrimonio para darse el 'sí, quiero' rodeados de sus seres queridos, familiares y amigos.
La fortaleza-palacio en la que se han convertido en marido y mujer se construyó durante el Renacimiento y sirvió de inspiración para Garcilaso de la Vega a la hora de componer algunos de sus versos más laureados. La ceremonia comenzó a las cinco y media de la tarde y fue entonces cuando Rocío desveló su secreto mejor guardado: su vestido, un delicado diseño realizado a medida por Lorenzo Caprile que le quedaba como un guante. "No quería sentirme disfrazada ni que fuese un vestido que viese en 20 años y me arrepintiese de haber elegido. Es clásico, sencillo y elegante", ha contado a ¡HOLA! sobre su elección.
Al enlace asistieron algo más de 200 invitados, entre ellos, amigos y conocidos del mundo de las redes sociales: Rocío Osorno, Teresa Bass, Sara Fructuoso, Gonzalo Cidre, Claudia Martinez, Sophie Tatar, Marta Carriedo o Isa Ramos. Tras cuatro años de noviazgo, Rocío y Guillermo tiraron la casa por la ventana con varios días de celebración: una preboda el viernes y el enlace del sábado. Sus sonrisas no engañan, ha sido el día más especial para ellos. "Toda una vida va a ser poco para todo lo que quiero vivir contigo", ha expresado ella en una publicación en la que ha compartido unas cándidas y bonitas imágenes del enlace.
No ha faltado ningún detalle: del espectacular vestido, pasando por el precioso enclave, un auténtico palacete que se convirtió en un escenario de cuento -sobre todo al caer la noche e iluminarse-. Su padre la acompañó al altar con completo orgullo, e incluso su perrita, una pomerania negra, hizo acto de presencia antes del 'sí, quiero', robando todas las miradas y dándole un toque único y moderno a la ceremonia.
Desde el ramo de calas blancas, pasando por el espectacular diseño de Caprile -que la influencer no ha dudado en mostrar-, Rocío y Guillermo han compartido uno de sus días más especiales, algo que han querido atestiguar con las instantáneas que han compartido horas después del día en el que dieron un paso más en su consolidada relación. La luz de atardecer, los amigos y la familia: el ya matrimonio aún "no asimila" lo que pasó este sábado en el sur de la capital.
Las redes sociales se han llenado este domingo de bonitas instantáneas de la influencer junto a los invitados, sus amigas de la infancia y sus compañeras de profesión. Sonriendo, y ya sin los nervios de la ceremonia, Rocío ha posado natural junto a ellas, queriendo palpar cada segundo de esta jornada tan especial para ella. Tras varios altibajos en sus relaciones, Rocío pensó que nunca encontraría el amor: "Pensaba que, en la sociedad que vivimos, era prácticamente imposible encontrar un amor como el de mis padres, pero he descubierto que existe. Para mí el amor es encontrar en una pareja a tu mejor amigo", admitía a esta revista hace un año, emocionada con la idea de casarse con alguien a quien ella misma tildó de "familia".
"El mejor consejo sobre el amor me lo ha dado mi madre: siempre me decía que nunca necesite a nadie para ser feliz, pero que, cuando alguien me haga feliz, dé el 100% sin pensar en si lo que recibiré de vuelta será lo mismo, porque lo que dejamos en los demás es siempre lo que damos, no lo que nos devuelven", expresó a ¡HOLA!. Guillermo ha sido, para ella, esa persona. Representante de tenistas profesionales, admite que lo que más le gusta de él es "la capacidad de adaptación que tiene a todo, la tranquilidad que me transmite y para qué negarlo, que cocina muy bien", admitía entre risas.
Una historia de amor... ¿improbable?
Ambos se conocieron, según admite la propia influencer, en un espacio "donde siempre he dicho que nunca puede surgir una relación de amor: en una discoteca". En 2021, cuando ambos cruzaron miradas, Rocío estaba "con el corazón roto", tal y como explicó a esta revista tras su pedida de mano. "En pleno proceso de sanación y me fui con mis amigas a Tarifa. Esa última noche yo no quería salir de fiesta y ellas me convencieron para hacerlo. Recuerdo como si fuese ayer entrar al sitio, verle y decirles: 'Oye, ese chico es muy mono, ¿no?'. No nos dejamos de mirar en toda la noche y finalmente él se acercó a hablar conmigo", relató, recordando la historia como si fuese ayer.
En aquel momento hablaron dos frases, como ella misma explicó, pero intercambiaron los teléfonos y estuvieron hablando por WhatsApp a diario durante un mes, dado que él se había marchado a Estados Unidos a trabajar. "El mismo día que volvió quedamos y el resto es historia...", contó. Con más de un millón de seguidores, Rocío siempre ha mostrado a su público todos los diversos capítulos de su vida, ya sean profesionales como personales.
Su cercanía la ha llevado a convertirse en una de las figuras más queridas y consolidadas en las redes sociales. También su humor, sobre todo días antes de la pedida de mano oficial, pues horas de que Guillermo se arrodillase, ella había estado bromeando con él sobre cómo seguía sin comprometerse a los 30. "Creo que no voy a olvidar ese momento en mi vida y ojalá poder mantenerlo grabado en mi cerebro para siempre. Ese día Guille estaba muy raro, me hablaba muy poco y yo no paraba de preguntarle si le pasaba algo conmigo, pero solo me decía que no, que estaba tranquilo y disfrutando", admitía hace un año.