Hablar de Intimissimi es hablar de la elegancia y la sensualidad de la lencería italiana, pero también de empoderamiento femenino y de poder de seducción. Con Hiba Abouk podríamos utilizar los mismos términos para describirla sin, al menos a primera vista, errar ni un milímetro. Pero la actriz de Eva & Nicole y la ya mítica El Príncipe es más que eso. Especialmente porque, aunque haya vuelto a pisar el Palazzo del Cinema de la 82 Mostra di Venezia, con un vestido custom made por ella misma, que permitía vislumbrar su escultural figura, Hiba —como la Melanie Griffith de Celebrity, de Woody Allen— tiene un cuerpo para el pecado, pero, sobre todo, una mente para los negocios.
O mejor dicho, para el trabajo. Para elegir los proyectos adecuados y conseguirlos a base de perseverancia y estudio. Porque nunca —apunten, que esto tiene miga— se ha considerado guapa. Es más, la belleza jamás le ha importado demasiado. Su apuesta ha sido aferrarse al talento. Y no, no le ha ido nada mal. Y si las fuerzas le han flaqueado alguna vez, ahí estaban su familia y las mujeres fuertes de su casa para sujetarla. Pero que nadie piense tampoco que lo suyo es la ambición por la ambición, tal y como apuntaban sus compañeros en la pasada edición de MasterChef. Tampoco. A no ser que licenciarse, diplomarse y hablar varios idiomas con todas las posibilidades que eso suma sea “ambición” y no “crecimiento personal”. En cualquier caso, por un lado, Hiba recuerda perfectamente cómo era aquello de poner copas en bares para pagarse los cursos antes de ser famosa y, por otro, olvida fácilmente las críticas maliciosas y malintencionadas. Lo suyo es el cine. Fin. Y a lo mejor, quién sabe —y si Emma Stone se echa a un lado— Yorgos Lanthimos o Guillermo del Toro.
—Tu vestido, de Alejandre Studio, da prioridad absoluta a la ropa interior. A ti, mostrar tu cuerpo ¿te genera pudor? ¿Cómo es tu relación con el espejo, Hiba?
—Me acepto tal y como soy, pero, por supuesto, hay veces que no me gustan cosas. Afortunadamente, esas cosas siempre se pueden solucionar con deporte y alimentación saludable. Conclusión: hay que ser disciplinado y quererse más.
—Eres una mujer con un físico espectacular, un talento increíble y un éxito a prueba de bombas, sin embargo, ¿te has enfrentado alguna vez al body shaming? ¿Como lográis las actrices, siempre bajo la lupa del físico, de la edad… —además del de la superación interpretativa— tener una buena salud mental o mantener vuestra autoestima intacta?
—Creo que todo lo que tengo lo he conseguido a base de trabajo, de erradicar la pereza de mi vida. Detrás de mi físico hay mucho trabajo de deporte, de cuidarme la piel día y noche sin excepción, de comer y beber de una manera saludable. Detrás de mi éxito profesional hay muchos años de estudio, una licenciatura, una diplomatura, cinco idiomas… Nadie me ha regalado nada y me esfuerzo a diario. Así que cuando la gente me critica no me afecta de ninguna manera. Siento compasión por ellos… Y no les dedico más de un minuto de mi vida, tengo cosas más interesantes que hacer.
—Interpretar un outfit en una alfombra roja o un photocall ¿se parece a interpretar un papel?
—Cuando voy a una alfombra roja tampoco diría que interpreto un papel, pero desde luego que sí, es la Hiba actriz en su máxima potencia. Procuro sentirme cómoda con lo que llevo puesto: con el maquillaje, el peinado y disfrutar de ese momento.
— Eres una mujer que siempre está fabulosa… ¿Es una presión? ¿Cómo vives tú ese proceso de decidir qué sí y qué no? Eres crítica contigo misma? Te sacas algún defectillo?
—Si tomas la decisión de vivir de tu imagen también, por supuesto que vives con una presión añadida. Es verdad que es una presión que solo te lleva a cosas buenas, si no te obsesionas por supuesto, y dando por sentado que estamos sanos física y mentalmente. Por ejemplo desde 20 días antes del festival decidí no probar ni una gota de alcohol y comer más sano que nunca para llegar perfecta a la alfombra roja de Venecia. Teniendo en cuenta que es agosto y estaba de vacaciones pues era duro a veces no tomar una cerveza en la playa, pero a la vez era gratificante cumplir el propósito ¡y que todo haya salido fenomenal!
"Soy muy disfrutona, me gusta que mi día empiece, hasta que acaba, disfrutando: disfrutar de la gente a la que quiero, siendo mi prioridad mis hijos y yo misma"
—¿Cómo es pisar Venecia? Sé que no es tu primera vez… pero ponerte en el foco de un festival con tanta historia, tanta estrella… ¿Da vértigo, responsabilidad…? ¿Lo vives como una oportunidad laboral o como si fueras una espectadora con entrada vip?
—Estar en Venecia siempre es un placer, una alegría… Es una ciudad muy bonita y a la que siempre es un placer volver. Lo vivo como una oportunidad laboral a todos los niveles, no voy como una espectadora VIP.
—Por cierto, ¿eres mitómana? Cuéntanos algo anecdótico, divertido, paradójico… que te haya ocurrido en este escaparate de los canales o en otro que te apetezca compartir
—Soy cero mitómana, admiro a mucha gente en mi profesión y fuera de ella, pero no soy mitómana porque considero que todos somos seres humanos y no pongo a nadie a ese nivel.
—¿Tienes alguna peli, actor/director que te gustaría ver/conocer en esta 82 edición?
—Tuve la suerte de ver la película de Yorgos Lanthimos, Bugonia, y me hubiese encantado poder ver la película Frankenstein de Guillermo del Toro y poder conocerle.
—Estamos acostumbrados a verte en la pantalla y todo lo que la rodea, alfombras rojas, fiestas exclusivas, entregas de premios, con vestidos y joyas espectaculares… Pero ¿cómo es Hiba Abouk fuera de todo?
—Es una Hiba con coleta, camiseta y niños. Soy muy disfrutona, me gusta que mi día empiece, hasta que acaba, disfrutando: disfrutar de la gente a la que quiero, siendo mi prioridad mis hijos y yo misma. Me gusta disfrutar de las cosas pequeñas del día a día: un abrazo, una conversación con una amiga… Encontrar la felicidad en lo cotidiano.
—La imagen que proyectas es de una mujer fuerte, que sabe lo que quiere y que lo transmite, y que también se ha tenido que enfrentar a golpes inesperados y muy fuertes… Esa fortaleza, ¿de dónde sale? ¿Has tenido a tu familia siempre apoyándote y de ahí tu entereza?
—Esto lo digo por las mujeres fuertes que conozco. Son mujeres que han sufrido pero que han tenido una gran resiliencia, de enfrentarse a esa adversidad y hacerlo con entereza. Considero que la fuera viene de ahí.
—Hiba, ¿siempre te has considerado una mujer guapa o ha sido algo que han visto los demás? ¿Ser bella te ha beneficiado o ha jugado en tu contra?
—Nunca me he considerado una mujer guapa, porque nunca me importó la belleza. Entiendo que al de enfrente sí. Estos últimos años trabajando sí que te das cuenta de que la gente admira tu belleza, pero considero que ser bello es una conjunción, obviamente, de lo que ve la gente del exterior en consonancia con el interior. Uno transmite lo que es. Creo que esto ha podido jugar en mi contra, pero veo ridículos esos comentarios de: "Es demasiado guapa para este papel…". Lucharé para que esto cambie.
"Nunca me he considerado una mujer guapa porque nunca me importó la belleza"
—Te has visto forzada a demostrar más que los demás? Has tenido que esforzarte más que las demás para que vean que no solo eres “una cara bonita” y que puedes hacer ese papel o te han rechazado sin siquiera poder demostrarlo?
—No he tenido que forzarme a demostrar más que lo demás. He vivido siempre esforzándome, estudiando, creciendo, trabajando…siento que no tengo que demostrar nada a los demás: mi trayectoria me avala, y ese esfuerzo queda reflejado.
— Y, ¿cómo es sobrellevar esa etiqueta de actriz sexy y ambiciosa?
— (risas) Es la primera vez que me ponen esta etiqueta. No sabía que era una actriz sexy (me encanta). Ambiciosa no lo soy, me encanta trabajar y podría hacerlo más, pero no… me lo apunto para el próximo curso.
—Muchas actrices, desde el principio de los tiempos, con Katherine Hepburn, se han quejado de que faltan buenos papeles para las mujeres o que llega un momento en el que, quizás porque te conviertes en madre, te conviertes al mismo tiempo “en invisible”... ¿Eso sigue pasando? ¿Lo has sufrido? ¿Ser madre te ha obligado a ir más despacio?
—Ahora hay muy buenos papeles, pero todavía faltan, podría haber más. Es verdad que cuando te conviertes en madre, puedes resultar invisible, pero no lo sé. Yo tomé la decisión de priorizar a mis hijos, su crianza, el tiempo que paso con ellos…para eso hay que elegir entre trabajar menos y estar más con ellos. Así lo he elegido: mi prioridad son ellos y lo compagino con mi trabajo.
—Cuál es tu antena a tierra? Qué es eso que te mantiene firme, que no te hace perder la cabeza cuando o todo son halagos o todo son criticas? El amor tal vez? Es fácil tener una vida familiar / amorosa siendo actriz con la opinión pública siempre sobre tu coronilla?
—Lo que más me ancla a la tierra son mis hijos y ellos son los que me hacen no perder la cabeza y los amigos que estaban antes de que fuese actriz. Cuando estudiaba, ponía copas… sigo conservando amistades de esa época y eso ayuda a poner los pies en la tierra. La vida familiar nunca es fácil tenerla, pero para mí es fundamental. No es agradable que la opinión publica esté juzgándote todo el rato y no me haría gracia pensar en que mis hijos puedan leer esos comentarios hirientes y les afecte. Les daré herramientas para que esto no pase.
—¿Lo bueno y malo de ser Hiba Abouk?
—Lo bueno es todo, no puedo quejarme.
—¿En qué estás trabajando, qué te gustaría abordar, cuál es el reto?
—Estoy trabajando en un nuevo proyecto que tengo el próximo año, no puedo contar nada, pero comienzo a prepararme ya.