Ni el fuego, ni Filomena, ni un apagón. En sus 80 años de historia, ¡HOLA! nunca ha faltado a su cita con los lectores. Y esta semana no será la excepción. El devastador incendio declarado el lunes por la noche en Tres Cantos (Madrid) puso en jaque la imprenta donde se produce la revista, pero la determinación por salir a los quioscos volvió a imponerse.
Felipe Espinosa Sánchez, director de Producción de ¡HOLA!, acudió de inmediato tras conocer la noticia por televisión. Tardó casi dos horas en llegar debido a los cortes de carretera. "Cuando entré, la fábrica estaba vacía y llena de humo", recuerda. Situada frente al Soto de Viñuelas, donde se originó el incendio y donde un vecino perdió la vida, la nave se encontraba en zona de peligro. "Se oían explosiones y los camiones de la UME trabajaban en varios focos… era como un apocalipsis", relata.
En cuestión de segundos, la rutina en la imprenta se vio alterada por un fuego que avanzaba sin control y provocaba continuos cortes de luz. A las 23:00 horas, todos los trabajadores del taller fueron evacuados, salvo el equipo de planchas de impresión, que permaneció unas horas más y cuyo esfuerzo ha sido clave para que ¡HOLA! esté mañana miércoles en los quioscos. A las dos de la madrugada, tal y como señala Felipe, ya no quedaba nadie en el interior, excepto el personal de mantenimiento, que se encargó de refrescar el perímetro para impedir que, si el viento cambiaba de dirección, las llamas alcanzaran la nave. El riesgo era máximo: el residuo del papel y la gran cantidad de palés acumulados podían haber convertido la fábrica en un auténtico polvorín.
Este martes a primera hora, con el incendio ya controlado, los trabajadores pudieron regresar a la imprenta para retomar la producción. "El equipo de planchas fue clave para que todo estuviera listo y poder imprimir lo antes posible", dice Felipe, que admite que, aunque no sintió miedo, el riesgo para la continuidad de la revista era real. "Si esta fábrica se quema, ¡HOLA! no podría publicarse desde otro lugar de forma inmediata".
A pesar de las dificultades, ¡HOLA! llegará mañana a los quioscos. "En teoría saldremos en todas las provincias, salvo Castilla-La Mancha, que lo hará el jueves. Incluso Baleares, uno de los destinos logísticos más complejos, recibirá su ejemplar", confirma Felipe.
Aunque la tirada de mañana será algo menor, se reforzará en los próximos días. “Las máquinas tienen un ritmo de producción y no se puede hacer más. Hemos perdido muchas horas y no hemos podido arrancar hasta las 10 de la mañana”, explica.
Y así, entre olor a humo, máquinas que no han dejado de funcionar y un equipo entregado que no se rinde, ¡HOLA! volverá a ocupar su lugar en los quioscos. Porque en ocho décadas de historia, la revista ha demostrado que, pase lo que pase, nada ni nadie puede detener su compromiso con los lectores.