En los últimos tiempos, no hay verano tranquilo para Álvaro Morata y Alice Campello. Esta vez tiene que ver con el futuro profesional sin resolverse del jugador en las filas del Galatasaray turco, que afecta a una posible mudanza de la familia entera rumbo a Italia. El jugador de 32 años vuelve a ser protagonista del mercado de fichajes durante los meses estivales (algo ya casi habitual en su dilatada carrera), y a día de hoy todavía se desconoce si seguirá residiendo en Estambul o hará las maletas con su mujer y sus hijos para instalarse en la región de Lombardía.
El capitán de la Selección Española de fútbol es pretendido por uno de los equipos revelación de la Serie A del Calcio, el Como 1907, que además está entrenado por un compatriota suyo como es Cesc Fábregas. Precisamente, el ahora técnico catalán quiere tener al delantero madrileño en su plantilla a toda costa, lo que ha sido clave para que este quiera cambiar de aires. Sin embargo, la operación no está siendo nada fácil ya que su club actual, donde está cedido hasta enero de 2026, se resiste a dejarlo marchar si no les pagan la cantidad que piden (se habla de 10 millones de euros).
Así, mientras el club otomano no dé su brazo a torcer y acepte finalmente una oferta que le satisfaga, Álvaro y los suyos deberán permanecer en Turquía al menos hasta el próximo invierno. Lo de Morata y su mujer es una vida con la maleta a cuestas, ya que en el 2024 por estas fechas se instalaban en Milán tras su incorporación al conjunto 'rossonero'. De hecho, el goleador todavía pertenece por contrato a la entidad italiana, quien está negociando su traspaso definitivo. De cerrarse este acuerdo a tres bandas, la noticia haría muy feliz a nuestro crack y su esposa, ya que regresarían al país natal de Alice y a un campeonato que él conoce perfectamente (sobre todo por su etapa en la Juventus).
Apenas han pasado 6 meses desde que el matrimonio aterrizara en Turquía con sus niños, siendo el jugador recibido como un auténtico ídolo por los aficionados. Aquel día, junto a él estaba su mujer, y ambos posaban muy sonrientes con la nueva camiseta roja anaranjada. Se mostraban especialmente ilusionados en esta nueva etapa, pero ahora las cosas han cambiado diametralmente. Al parecer, el deseo claro del deportista es poder abrirse un nuevo camino de cara a la temporada 2025-26, y muchos apuntan a que esto terminará por concretarse más pronto que tarde. Hasta que llegue ese momento, su destino seguirá siendo una incógnita.
Otro verano de turbulencias
Desde un plano más íntimo, también fue muy convulso para ellos el mes de agosto del año pasado. Entonces, anunciaron su ruptura mediante un comunicado tras 7 años de matrimonio y 4 hijos en común, que son los pequeños Alessandro, Leonardo, Edoardo y Bella. Una noticia inesperada y de gran impacto que, no demasiado tiempo después, tuvo otro giro que pocos esperaban con su reconciliación. Al final, tras un corto periodo alejados el uno del otro, se dieron cuenta de que no podían seguir separados y retomaron su relación con más ganas que nunca. Madrid, Turín, Londres, Milán y Estambul son las ciudades en las que, por la trayectoria de Morata, ambos han residido en distintas épocas y donde han visto crecer a sus polluelos. Ahora, la que será su próxima casa, aún está por confirmarse.
El que fuera jugador merengue y colchonero es uno de los nombres que más dinero ha movido entre clubes en la historia del fútbol reciente, tras militar en hasta cinco equipos diferentes desde 2013. Allá donde estuviera, su familia lo ha apoyado al máximo y ha viajado con él donde hiciera falta, ya que es lo toca mientras este siga en activo. Lo cierto es que Morata tiene aún mucho que dar sobre el césped y su retirada -salvo sorpresa mayúscula- todavía no se vislumbra a corto o medio plazo, pero también es verdad que ya no está entre los delanteros top a nivel mundial. A partir de aquí, seguirá buscando acomodo en el lugar donde más le quieran, un afecto que en lo personal siempre tendrá por parte de Alice Campello y los pequeños.