Javier Bardem ha abierto su corazón como nunca antes. El actor ha hablado por primera vez sobre la cara menos amable de la paternidad. En una entrevista exclusiva para The New York Times, el intérprete ha compartido que tener hijos con Penélope Cruz fue "un acto de amor" y un deseo de "crear algo hermoso" juntos. El nacimiento de Leo en 2011 y el de Luna en 2013 fue una experiencia maravillosa, pero, a la vez, difícil, especialmente para su esposa, quien atravesó una depresión postparto después de dar a luz a su primer hijo.
"Como hombre, has acompañado a esa persona, pero no has pasado por lo que ella ha pasado", ha reflexionado Bardem. "El embarazo no fue tan malo. Fue la depresión posterior. No era capaz de manifestarlo, y era muy nuevo para ella", ha recordado.
El actor ha compartido cómo vivió Penélope aquellos momentos tan oscuros. "Ahora está mejor, pero hace 14 años, me preguntaba: '¿Está bien compartir esto con mi esposo? ¿Está bien sentirme así cuando se supone que debo sentir lo contrario?'", ha recordado.
Además, ha confesado que, en ese preciso instante, no fue consciente de la magnitud de la lucha que su esposa estaba enfrentando. "Desafortunadamente, no pude comprender la dimensión de lo que era. Pero más tarde, lo hice. Es una mujer increíble, valiente, fuerte y hermosa por haber podido compartirlo".
Bardem no solo ha hablado de la salud mental de Penélope. El actor también ha explicado que con 37 años atravesó una etapa muy difícil tras poner fin a una larga relación de pareja. "Me sentía desconectado de los placeres de la vida. Nunca llegué a un punto en el que pensara en cosas oscuras, sino que estaba triste. Me costó un tiempo salir de esa situación", ha señalado.
El ganador de un Oscar se aferró al trabajo para superar aquel bache y encontró el amor. En 2008 se reencontró con Penélope en la película Vicky Cristina Barcelona, de Woody Allen, y las chispas que saltaron en Jamón, jamón se transformaron en la historia de amor más estable del séptimo arte.
"Tuvimos nuestro momento allí. Más tarde, tuvimos otro. Pero ella estaba con alguien o yo estaba con alguien. Éramos muy jóvenes, y no era el momento, pero entonces llegó, lo supimos e intentamos evitarlo", ha contado, ya que ambos tenían mucho miedo. "Era complicado. Ella es actriz. Yo soy actor. Ella viaja. Yo viajo. ¿Cómo lo haces?". Sin embargo, la última noche en el set de rodaje, Bardem se armó de valor, se declaró a Penélope, y desde entonces no se han separado. "Tomamos un par de copas y ya han pasado 18 años", ha bromeado Bardem.
Bardem ha concedido esta entrevista tan íntima en un ático de Atlanta, ciudad en la que se ha instalado para para rodar una adaptación para Apple TV+ de El cabo del miedo, una versión de la icónica película homónima de Martin Scorsese y la novela Los Verdugos.
Para no sentir la ausencia de su esposa y sus dos hijos, que están en Madrid, el actor ha viajado con cartas de amor escritas a mano por Penélope y dibujos de Leo y Luna. Este gesto refleja el profundo amor que el intérprete siente por su familia y la felicidad que le proporciona haber creado un hogar tan hermoso con Penélope.
"Sucedió de forma natural. Nunca me sentí presionado. Nunca sentí la obligación de hacerlo. Y gracias a Dios, sucedió. Es increíble cómo no recuerdo mi vida antes de tener hijos", ha afirmado.
Otro gesto que demuestra lo enamorados que están es la regla de oro que ambos siguen al pie de la letra: no pueden pasar más de dos semanas consecutivas sin verse. Durante el rodaje de Ser los Ricardos, Bardem llegó a estar 21 días separado de ellos y "literalmente, mi cuerpo estaba experimentando reacciones físicas de dolor y tristeza".
Javier Bardem, de 56 años, y Penélope Cruz, de 51, tienen entre manos un nuevo proyecto. Muy pronto, comenzarán a rodar Bunker, del cineasta francés Florian Zeller, en el que darán vida a un matrimonio. "Lo bueno de trabajar con Penélope es, primero, que es una gran actriz", ha dicho. "Pero segundo, nos conocemos y sabemos dónde parar. No estamos ahí para hacernos daño", ha finalizado.