Llega el verano, las ganas de celebrar, de presentar nuevos proyectos, y Eugenia Martínez de Irujo toma la delantera y vuelve a trasladarnos, con su última colección de vajillas, su pasión por la naturaleza. Otra manera de "salvar" todo aquello que merece la pena. Es fuego, pasional, libre y muy de los animales de la tierra. No para ni un momento, viaja muchísimo y se nota que está en un momento extraordinario de su vida, tanto a nivel personal como profesional. Sigue muy enamorada de su marido, Narcís Rebollo, y se deshace en elogios: "Es una persona maravillosa a la que adoro y admiro profundamente, que me apoya muchísimo en todo lo que hago y me hace la vida muy fácil". Y tampoco puede estar más orgullosa de su hija, Cayetana, de la que, días antes, decía en una publicación de su IG: "El bellezón de mi Tana, que ha sacado lo mejor de cada casa de su padre y de su madre".
Asimismo, tras firmar la paz las pasadas navidades, su hermano Cayetano no solo vuelve a estar muy presente en su vida, sino que la ha hecho feliz fijando fecha para su boda con Bárbara Mirjan. Además, hay dos niños en camino: el tercero para los duques de Huéscar y el segundo para los condes de Osorno. Corren nuevos tiempos y todo son buenas noticias para la familia Alba, que está de enhorabuena.
También para Eugenia, que sigue triunfando con sus diseños de joyas para Tous —son ya 25 años de colaboración— y con las colecciones de vajillas para Eugenia & Sushita. Como dice Sandra Segimón, cofundadora y presidenta de este grupo de restauración japo-fusión, que triunfa en Madrid con ocho restaurantes, es "todo corazón, creativa y cumplidora", y el pasado 30 de mayo volvió a demostrarlo.
Eugenia está en un gran momento de su vida y triunfando con sus diseños, que reflejan su pasión por la naturaleza y los animales
El mundo de Eugenia, anfitriona de un día muy especial, quedó reflejado en la mesa del invernadero de un jardín de ensueño, con todas las piezas dispuestas desprendiendo alegría. La nueva colección incluye vajillas de cerámica artesana portuguesa pintadas a mano con relieve de frutas que evocan al mar; de cenefas y rayas, y diseños florales que enraízan en la primavera, y de bandejas que recrean un mundo animal de "fiesta".
Una "jungle party" con tigres alados —que recuerdan a "Pincho", su cerdo vietnamita, al que también puso alas—, elefantes y cebras "vestidos" con una sobrejalma, jirafas llenas de color… Todos, "paseándose" por los manteles de lino pintados con hojas verdes gigantes, entre copas y vasos tallados a mano, cabezas de porcelana llenas de flores, cestitas de ratán natural y velas muy coloridas.
Sin olvidar la champanera de edición limitada diseñada por Eugenia y Sandra para el rosado de Xandra Falcó. La festiva jornada comenzó con un posado de las tres —como hadas de una fuente—, en un rincón secreto del jardín, y terminó con un cóctel-fiesta con música soul en directo, en el que hubo sorpresas, reencuentros y se celebró a lo grande el mundo del diseño, la gastronomía y el vino. Había mucha emoción y estaban felices con su gran convocatoria. Un desfile de personalidades de la cultura, el arte y la empresa al que se unieron representantes de la sociedad, así como la familia y los amigos que nunca fallan. Entre ellos, Cayetana Rivera, que acudió con su novio, Manuel Vega, desde Sevilla, donde viven y trabajan, y su futura cuñada, Barbara Mirjan, a la que está ayudando en todos los preparativos, porque se llevan de maravilla.
Y hablando de bodas y de invitados, también acudió a la fiesta Tamara, que celebra el 8 de julio el segundo aniversario de casada con Íñigo. Los dos juntos, casi al tiempo que daban a conocer que amplían familia con "Missy" y "Dalkkung", dos perros que se suman a "Jacinta", la caniche toy de la marquesa de Griñón. La aristócrata y diseñadora estrenó un vestido muy romántico de su colección, TFP, y se la vio feliz apoyando a su hermana.
Era un momento importante para Xandra Falcó, quien presentó junto a sus socios, Miguel y Marcos Eguren, "XF Sierra Cantabria 2024", la nueva añada de un vino de edición limitada que se elabora con uva seleccionada de la Ribera del Ebro y se ha convertido en solo cinco años en uno de los rosados de referencia en España. Ya está presente en más de 20 países y queda cada vez menos para cumplir el objetivo: elevar el rosado al mundo de los grandes vinos. "Un vino rosado bien elaborado puede ser increíble, la prueba está en el champán. Los rosados son los más prestigiosos", nos dijo.
Eugenia también contó con la presencia de Mariola Orellana, Marta Sánchez, Nuria March, Marta Robles, Boris Izaguirre, Pascua Ortega… Todos juntos, cantando y bailando, en un atardecer que animó Luna Lionne, hija de Rossy de Palma, quien, acompañada por el cuarteto de soul, SoWhat, interpretó varias piezas. Luna (Madrid, 1999), graduada en Humanidades y Comunicación Digital y con un máster en Escritura Creativa, toca el piano, pinta, trabaja como modelo y está muy enfocada ahora en su carrera musical, que aplaudieron todos.
El gran día también sirvió de marco para poner en escena la historia de estas tres amigas con vidas y trayectorias únicas, que se entienden muy bien y atraviesan la década de los 50 llenas de ilusión y nuevos proyectos. "Hemos hecho un magnífico equipo porque las tres sentimos pasión por lo que hacemos, compartimos los mismos valores y nos encanta el trabajo bien hecho", nos dijeron. Eugenia y Sandra, que tiene dos socios, Natacha Apolinario y José Manuel Segimón, empezaron a trabajar juntas en 2021.
Un año después de que la duquesa de Montoro retomara la pintura durante la pandemia y diera a conocer su trabajo en una exposición cuyos beneficios destinó a la Fundación Querer. Su amiga Segimón quedó maravillada por su toque personal inconfundible, le propuso pasar su universo creativo del lienzo a la mesa y Eugenia dijo "sí", porque le pareció muy buena idea y porque "el mundo de las vajillas y la decoración también me apasiona". Tres años después de lanzar la primera colección de Eugenia & Sushita, se ha unido al equipo Xandra Falcó.
Les llamó, les propuso hacer una fiesta juntas brindando con su vino, les pareció una buenísima idea sumarlo al cóctel de Sushita y se pusieron manos a la obra. Es, nos dicen ambas, "una mujer admirable, positiva y con un espíritu de superación enorme".
La marquesa de Mirabel vivió un año terrible en 2020. Perdió a su padre, Carlos Falcó, a causa del coronavirus, en marzo; a su marido, Jaime Carvajal Hoyos, de manera repentina seis meses después, y a su tío, el marqués de Cubas, en octubre… pero ha salido adelante "con perseverancia y con optimismo". "He aprendido que en la vida hay que aceptar lo que te viene, tanto lo bueno como lo malo. Creo que tener una actitud positiva te ayuda en los momentos difíciles, y, por supuesto, el apoyo de las personas que te quieren", nos dice. Le preguntamos por el momento que está viviendo y nos confiesa que "los últimos años han sido difíciles, pero ver lo bien que están mis hijas, las dos mayores ya trabajando en el sector financiero, en Nueva York y Londres, y Blanquita feliz en el colegio, me llena de orgullo, estamos muy unidas".
Xandra nos adelanta también sus planes de verano con Isabella, de 24 años; Camila, de 21, y Blanca de 13: "Siempre hacemos un viaje las cuatro juntas y creo que vamos a poder escaparnos a Grecia unos días en agosto". Finalmente, cuando le preguntamos por lo que tiene que celebrar este año, nos dice que "estoy encantada de haber sido reelegida como presidenta de Círculo Fortuny por otros cuatro años. Creo que estamos construyendo un proyecto buenísimo, contribuyendo a consolidar los valores de la España de la excelencia dentro y fuera de nuestras fronteras".