Paloma Cuevas y su hija Bianca, dos flamencas de rompe y rasga, en Córdoba

Llevaron vestidos del mismo estilo y en idéntico color rojo; la diseñadora lo combinó con una flor del mismo tono y Bianca, de color blanco, a juego con el mantoncillo

5 de junio de 2025 - 16:03 CEST5 de junio de 2025 - 16:03 CEST

Paloma Cuevas es una de las mejores embajadoras de su Córdoba natal y, siempre que la ocasión se lo permite, no duda en presumir de cada rincón de la ciudad de los califas. Así quedó demostrado el pasado verano, en el arranque de la gira de Luis Miguel por España, que dio comienzo en Córdoba, donde el ídolo latino nunca había cantado. Fue todo un gesto de amor del "Sol de México" hacia la empresaria, que, por su parte, correspondió al artista mostrándole los mayores tesoros de su ciudad, donde además le organizó dos cenas en los mejores restaurantes.

Paloma, una espectacular flamenca de rojo, con un vestido de escote bañera y manga larga rematada con voluminosos volantes, se reencontró con la feria de su ciudad, a la que hacía tiempo que no asistía.

Ahora, Paloma ha regresado a Córdoba para poder vivir, aunque solo fuera por unas horas, el fin de semana de pre Feria de Nuestra Señora de la Salud. La diseñadora lo hizo acompañada de las más pequeña de sus dos hijas, Bianca; sus amigas del colegio, y los hijos de estas, con quienes disfrutaron de un divertido día en el Arenal.

Madre e hija disfrutaron de los atractivos de las fiestas y no renunciaron a recorrer el Arenal en un llamativo coche de caballos

Paloma Cuevas y su hija Bianca, montadas en carruaje — Bianca, con un vestido del mismo estilo y color que el de su madre, lució también unos pendientes dorados, más cortos que los de la diseñadora, que estuvo en todo momento muy pendiente de su niña

Paloma se convirtió en una impresionante flamenca de rojo, con un vestido de escote bañera y manga larga rematada con voluminosos volantes, firmado por la diseñadora Juana Martín, que combinó con una flor del mismo color y unos maxipendientes dorados. Bianca, está claro, ha heredado el gusto de su madre y quiso vestir como ella, con un traje del mismo estilo e idéntico color, de Rocío Peralta, y unos pendientes también dorados. En su caso, completó el estilismo con un mantoncillo blanco, a juego con la flor de la cabeza.

Paloma regresó a su ciudad natal para poder vivir un divertido fin de semana en compañía de su familia, sus amigas del colegio y los hijos de estas

Paloma Cuevas, cogiendo la mano de su hija, sentada en un carruaje

A pesar de que el calor extremo no ha dado tregua a los cordobeses y visitantes durante la feria —algunos días se han alcanzado temperaturas de 40 grados—, Paloma y Bianca disfrutaron de los atractivos de las fiestas y no renunciaron a recorrer el Arenal en coche de caballos, además de montar en algunas de las atracciones de la calle del Infierno. Hacía tiempo que la diseñadora no visitaba la feria de su querida ciudad y el regreso, además del gran momento personal que está viviendo, se reflejaba en su imborrable sonrisa.