Lo que debía ser un viaje soñado terminó en tragedia. Amanda Borges da Silva, influencer brasileña de 30 años y apasionada seguidora de la Fórmula 1, fue hallada muerta en un apartamento cercano al aeropuerto de Narita (Tokio), pocas horas antes de tomar su vuelo de regreso a casa.
Amanda había viajado desde Brasil hasta Japón para asistir al Gran Premio celebrado en el circuito de Suzuka. Durante días, compartió en sus redes sociales momentos de ilusión, análisis deportivos y recuerdos turísticos. Su última publicación, con una imagen sonriente, decía: “Japón es realmente un país seguro”. Poco después, su cuerpo fue encontrado calcinado en una habitación que había ardido en llamas. El incendio, aún bajo investigación, ha conmocionado a sus seguidores y ha abierto un inquietante abanico de interrogantes.
Un crimen que aún busca respuestas
Aunque inicialmente se habló de un accidente, nuevos datos han cambiado el enfoque del caso. Las autoridades japonesas encontraron en el organismo de Amanda posibles sustancias que apuntarían a que pudo ser drogada antes de morir. Además, sus pertenencias personales habían desaparecido, lo que ha llevado a los investigadores a considerar la hipótesis de un robo seguido de homicidio.
El principal sospechoso, un ciudadano de Sri Lanka de 31 años, fue detenido en las inmediaciones del edificio. Según medios japoneses, habría huido del lugar sin intentar apagar el fuego ni auxiliar a la víctima. La policía baraja la posibilidad de que Amanda estuviera inconsciente cuando comenzó el incendio y que falleciera por inhalación de humo. Aún se esperan los resultados definitivos de la autopsia y los análisis toxicológicos.
Su piloto favorito era Lewis Hamilton
Amanda vivía en São Paulo y era licenciada en Literatura y tenia un máster en Lingüística. Con más de 13.000 seguidores en Instagram, se había ganado un lugar entre los aficionados de la F1 por su mirada entusiasta, sus análisis con perspectiva y su carisma natural. Su piloto favorito era Lewis Hamilton, a quien dedicaba publicaciones cargadas de admiración.
“Era una joven llena de vida, apasionada por la Fórmula 1 y con un futuro prometedor. Solo queremos saber la verdad”, ha declarado su hermana a medios brasileños. Fue su pareja quien dio la alerta tras no conseguir contactar con ella en las horas previas a su vuelo.
Consternación en redes sociales
Tras conocerse la noticia, las redes sociales se llenaron de mensajes de despedida. Amigos, seguidores y compañeros de afición lamentaron la pérdida de Amanda y compartieron recuerdos de sus publicaciones, especialmente aquellas en las que hablaba de sus sueños y de la emoción que le generaba cada carrera. “Gracias por los memes, los análisis y por tu forma de vivir la Fórmula 1. Nunca te olvidaremos”, escribió uno de sus seguidores.
Mientras el mundo del motor celebraba en Suzuka la victoria de Max Verstappen, que subía una vez más al podio acompañado por Lando Norris y Oscar Piastri, el entorno de Amanda se sumía en el dolor. La joven había cumplido su sueño de vivir un Gran Premio en Japón. No imaginaba que sería el último.
Su familia ha pedido ayuda a las autoridades brasileñas para repatriar el cuerpo y esclarecer lo ocurrido. Piden justicia. Y, sobre todo, saber la verdad.