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ho4162 isabelle junot y su hija philippa© FÉLIX VALIENTE

La marquesa de Cubas rinde homenaje a la moda española en un excepcional reportaje

Celebramos con Isabelle Junot y su hija, Philippa, el día de la madre

‘Es una niña muy despierta, receptiva, es muy inteligente. Y muy comilona, le encanta comer. Y todo le parece fenomenal. Es muy graciosa’


30 de abril de 2024 - 9:01 CEST

Llega sonriente, con su buen sentido del humor por bandera, aunque, como nos dice, duerme muy poco últimamente. El motivo de sus desvelos tiene nombre: Philippa, su hija de casi once meses, y el diente que le acaba de salir. Es lo que toca. Nació el 11 de junio, haciendo lo que hacen todos los bebés, especialmente los primeros en casa, poner todo patas arriba: las emociones, las prioridades y la vida. Desde entonces nada es igual para  Isabelle Junot  y todo es mejor. No hacen falta ni dos minutos para darse cuenta de que la niña ha heredado su carácter sociable y desprende la misma joie de vivre; 30 segundos más y está a carcajadas —y encantada— con las carantoñas del equipo, que devuelve lanzando sonoros besos a quien se cruza por su camino. “Es muy graciosa”, nos dice la coach de nutrición intuitiva, que el pasado 2 de abril celebró su segundo aniversario de boda con Álvaro Falcó: “Fue un momento muy bonito. Y no teníamos ni idea de lo que venía”, recuerda mientras mira divertida a Philippa, que ya se pone de pie dispuesta a hacer correr a su madre detrás cuando menos se lo espere. Nos comenta Isabelle que ella es muy escandinava en la crianza de su hija, en eso predomina su sangre danesa, y para entendernos se resume en que es práctica y resolutiva, sin estrés y con su niña a todas partes. Tan pronto carga con el cochecito y tres bolsas de la compra como coge el avión con dos maletas, un neceser, los biberones y todo lo que haga falta y se cruza el Atlántico con la bebé. Esa es su herencia cosmopolita, el haber vivido en varios países, tener a su familia desperdigada por el mundo y hacer equipajes y mudanzas como si nada para reunirse todos en cualquier momento. Hablamos con la marquesa de Cubas de este año de primeras veces para celebrar, precisamente, el Día de la Madre con un excepcional reportaje en el que rinde homenaje a la moda española. Todo naturalidad.

HO4162 Isabelle Junot y su hija Philippa© FÉLIX VALIENTE
‘Tuve claro desde el principio que se iba a llamar Philippa porque siempre me ha gustado ese nombre. Y mi padre está encantado de que se llame como él’, nos dice Isabelle Junot junto a su hija, de casi once meses, en un homenaje a la moda española por el Día de la Madre. La ‘coach’ de nutrición intuitiva lleva un vestido de Philippa 1970 y su hija, nacida de su matrimonio con Álvaro Falcó, marqués de Cubas, un trajecito de Yvonne.

—Isabelle celebras tu primer Día de la Madre. 

—Sí, es muy emocionante poder vivirlo con una hija —ríe—. Yo creo que es un día especial simbólicamente, pero al final es como cualquier otro domingo que estamos Philippa, mi marido y yo, aunque con un toque más dulce porque sé que es mi día.

—¿Cómo recuerdas el pasado 11 de junio, en el momento de tener a tu hija en brazos?

—La verdad es que todo es surrealista —ríe—, pero muy agradecida y totalmente en otro mundo. En una nube que me duró bastante. Obviamente, sigo en ella, pero me refiero a que estuve como diez días como totalmente anonadada.

“Dependiendo de las muecas que haga, unas veces es como Álvaro y otras como yo. Es una mezcla muy buena de ambos, pero con los colores de las abuelas”, dice Isabelle de su hija, que cumplirá un año el 11 de junio

—Philippa no es un nombre frecuente, se lo pusiste en honor a tu padre, ¿lo tuviste claro desde el principio? 

—Sí, lo tuve claro desde el principio porque siempre me ha gustado ese nombre. Y mi padre está encantado de que se llame como él.

—¿Cómo fueron los primeros días en casa tras ese impacto que supone irte al hospital con una maletita y regresar con un bebé? ¿Te agobiaste mucho?

—No, para nada, era más decir “¿y ahora qué?”, pero todo iba saliendo de manera fluida. Es verdad que te asustas más con pequeñas cosas por desconocimiento, pero, a la vez, es todo intuitivo. Y además están los consejos de tu madre y de quien tengas alrededor, que te van ayudando.

—¿No pasaste momentos de tensión?

—A ver, tensión sí, por ejemplo, hay que adaptarse y todo el tema de la lactancia es exigente.

—¿Escuchas los consejos y luego terminas haciendo lo que quieres?

—Sí, siempre hago lo que pienso. Es verdad que no en todas las ocasiones, pero me guío por la manera en que me criaron a mí y, al final, soy bastante escandinava en mi modo de ser con mi bebé.

HO4162 Isabelle Junot y su hija Philippa© FÉLIX VALIENTE
Isabelle con un primaveral diseño de Pietra

—¿A qué te refieres con que eres muy escandinava?

—Por ejemplo, en este último mes he cogido cuatro vuelos mano a mano con Philippa, y me parece de lo más normal. Obviamente, tengo mucha suerte de tener ayuda en casa, pero yo cada tarde estoy con mi bebé y cada fin de semana, también. ¡Salvo que vaya a pasar tiempo con su tía abuela, que también está muy presente! Es como que te la llevas a donde sea, la bebé se adapta un poco a tu vida, y no viceversa.

—Precisamente eso quería preguntarte, si has adaptado tu vida al bebe o el bebé a tu vida.

—Hay una línea muy fina porque ella se adapta muy fácilmente tanto con horarios como con gente, se va con cualquier persona, es muy feliz y muy graciosa, pero es verdad que es inevitable también adaptarme yo a su horario. Cuando se despierta por la noche, a la que le toca levantarse es a mí. Y así estoy, ¡con unas ojeras inmensas! —Ríe—. Porque está saliéndole un diente, pero bueno, es parte del camino.

—Pero si me dijiste hace unos meses que dormías mejor que nunca. 

—Al principio tampoco pegaba ojo —ríe— y luego hubo una época que dormía muy bien, pero son fases, claro, y ahora tocan los dientes.

“¡Me vacila!”

—Ha cumplido diez meses, ¿dice alguna palabra?

—Sí, dice “mamá” y “papá. Al principio, evidentemente, no lo dice sabiendo y tú ahí mirando toda contenta “ay, lo ha dicho” —ríe—. Es como que te autoconvences. Después ya lo dice con más convicción, pero de repente parece que se le ha vuelto a olvidar. ¡Va jugando conmigo, me vacila! —Ríe—. Sobre todo, es una niña muy despierta, receptiva, interactúa, es muy inteligente. Y muy comilona, le encanta comer, es lo que más le gusta. Puede estar llenísima y sigue. Y todo le parece fenomenal. Es muy graciosa, sí.

“Tiene mucho carácter, pero a la vez dicen que es una “niña trampa”. Siempre sonríe, va con todo el mundo, come y duerme bien; todo es tan bueno que te animas a por el segundo y es cuando dices: “Ah, pues no era todo así” —ríe—”
HO4162 Isabelle Junot y su hija Philippa© FÉLIX VALIENTE
HO4162 Isabelle Junot y su hija Philippa© FÉLIX VALIENTE
‘Le hablamos en español, inglés y francés, aunque ya no sé contarle cuando llego a este último —ríe—. En danés no, de momento, hasta ahí no llegamos’, nos cuenta Isabelle, con vestido de Teresa Helbig, en estas imágenes, muy divertida con Philippa, rubia como sus abuelas, Marta Chávarri y Nina Wendelboe-Larsen. La niña lleva vestido de Yvonne

—Menuda suerte, se porta fenomenal, tampoco ha llorado mucho. 

—No, es verdad. Tiene mucho carácter, pero a la vez dicen que es una “niña trampa”. Siempre sonríe, va con todo el mundo, come y duerme bien, todo es tan bueno que te animas a por el segundo y es cuando dices: “Ah, pues no era todo así” —ríe—.

—¿Y te quieres animar a por el segundo?

—No, quiero disfrutar mucho de este momento por ahora. No me gustaría que ella se quedara sola, pienso en dos o tres hijos, pero será lo que Dios quiera.

—Hace poco la bautizasteis, en la iglesia de San Fermín de los Navarros, y reunisteis a la familia, un día especial. 

—Sí, fue todo precioso, fue pequeño y muy íntimo, como queríamos. Lo pasamos muy bien.

—Ser madre es un vuelco vital ¿En qué has cambiado tú personalmente?

—¡Ya no tengo tiempo para nada! —Ríe—. Nooo, es broma. La verdad es que me sorprendo a mí misma porque de repente me apunto más a todo. No sé cómo explicarlo, por una parte tengo menos energía, pero por otra tengo más. Creo, sencillamente, que me organizo más con mi tiempo y priorizo las cosas mejor. He dado una vuelta a mis prioridades.

“Tengo mucha suerte de tener ayuda en casa, pero yo cada tarde estoy con mi bebé y cada fin de semana también. ¡Salvo que vaya a pasar tiempo con su tía abuela, que también está muy presente!”

—¿Antes eras muy organizada y es­tricta con los horarios?

—No, tenía mi rutina porque tengo muchísimo trabajo que depende de mí y del esfuerzo que le ponga a lo que hago. Soy estricta cuando puedo en ese sentido, pero antes tenía más tiempo para mí. Ahora hay una “cosita” que depende de mí, así que las prioridades son un poco distintas.

“No me abruma”

—¿Ya has dejado algún fin de semana a Philippa con tu madre, has pasado ese bache de separarte de tu niña?

—Sí, lamentablemente, he tenido que pasarlo, pero lo estoy consiguiendo de buena manera. Es verdad que cuesta, aunque pienso que también es sano poder hacerlo sin volverte loca.

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—Por cierto, tu madre parece que viene más a menudo ahora que está aquí su nieta. 

—Sí, intenta venir cuando puede. Ahora parece que no le cuesta nada cruzar el Atlántico para venir a ver a su nieta —ríe—.

—¿Qué consejos te ha dado ella?

—Mi madre, sobre todo, respeta lo que yo quiero hacer, no impone absolutamente nada, me puede dar un consejo si me ve perdida, pero me dice: “Es tu bebé, tú decides”. No me abruma ni está todo el rato preguntándome. Me da sus recomendaciones, evidentemente, pero me dice: “Es tu hija y la conoces mejor que nadie”.

—De la educación que tú recibiste de tus padres, ¿qué valores te gustaría inculcarle a tu niña?

—Ser buena persona, ayudar como pueda, hacer lo mejor que pueda en cualquier cosa que decida hacer, esforzarse, trabajar mucho…

—¿Lo último que has descubierto de ella que te tiene asombrada?

—Lo rápido que capta todo. De verdad que me parece impresionante y la gente dice que los niños no se enteran…Sí, sí que se enteran de todo —ríe—.

—Los errores que no quieres cometer como madre. 

—Sobreprotegerla, supongo.

“Muchas veces había escuchado lo difícil que puede ser para el matrimonio la llegada de un hijo. Y me resulta todo lo contrario. Te vuelves más equipo, te entiendes mejor y nos valoramos más el uno al otro”

—No mimarla demasiado. 

—Sí, pero no estoy preocupada con eso, no creo que la vaya a mimar porque es algo que no me gusta nada.

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‘Mi hermana, Victoria, también se estrenó como madre al mismo tiempo que yo. Fue lo mejor del mundo porque las niñas nacieron con una semana de diferencia. Nos derretimos la una con la otra’, asegura Isabelle, cuya niña es tan alegre y sociable como ella. Sobre estas líneas, una bonita escena de madre e hija.

 —¿Lo más inesperado de la maternidad para ti? ¿Qué pensabas que iba a ser de una manera y está siendo lo contrario?

—Pues, por ejemplo, muchas veces había escuchado lo difícil que puede ser para el matrimonio la llegada de un hijo. Y me resulta todo lo contrario. Te vuelves más equipo, te entiendes mejor y nos valoramos más el uno al otro.

“Va a ser niña de papá”

—¿Qué te ha sorprendido más de ti misma y qué de Álvaro como padre?

—Que estoy más relajada de lo que imaginaba, dejándola con la gente, no tan intensa como me podría imaginar siendo madre primeriza. Me imaginaba como más mamá leona, más protectora. Y en cuanto a Álvaro, te diré que es aún mejor padre de lo que me esperaba.

—Vamos a los parecidos, que si tiene mi nariz, que si mi boca... ¿Hay “pelea en casa” por ver a quién se parece más?

—Para nada —ríe—. Pero es verdad que es muy gracioso, porque, dependiendo de las muecas que haga, unas veces es él y otras soy yo. Es una mezcla muy buena de ambos, pero con los colores de las abuelas, diría yo.

“Me he sorprendido a mí misma en que estoy más relajada de lo que imaginaba, no tan intensa como podría pensar siendo madre primeriza. Y en cuanto a Álvaro, es aún mejor padre de lo que me esperaba”

—¿Y también hay fifty-fifty para pañales y biberones?

—No es fifty-fifty, pero yo estoy encantada con mi participación y con la de mi marido también. Nos organizamos y nos entendemos muy bien. Cuando necesito una mano, pues ahí está, obviamente, pero no se trata de que sea a rajatabla, “yo he hecho esto y tú lo otro”. No. Me ayuda de muchas maneras y me complementa con otras cosas, pero también es muy hands on cuando no está trabajando.

 —¿Quién va a ser el estricto y quién el permisivo?

—Yo creo que siempre las madres somos más estrictas —ríe—. Desde luego, Philippa va ser niña de papá.

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La imagen más maternal. Ambas llevan diseños de IQ Collection, ya que Inés Domecq hizo especialmente los trajes de Philippa a juego con los de su madre para esta sesión

—Eso dicen, que las niñas son de los padres. 

—Sí, aunque yo soy de mi madre y de mi padre, así que confío en que también sea así con mi hija.

—Sois una familia políglota, ¿en cuántos idiomas le habláis?

—Le hablamos en español, inglés y francés, aunque ya no sé contarle cuando llego a este último —ríe—. He comprado muchos libros para ver palabras nuevas que no se me ocurrirían a mi sola. En danés no la hablamos, de momento, hasta ahí no llegamos.

 —Tu abuela vive en Dinamarca, ¿has llevado ya a tu hija a conocer a su bisabuela?

—Sí, ese fue uno de los viajes que hicimos las dos y allí me reuní también con mi madre y mi hermana con su hija.

—Claro, que al mismo tiempo que te estrenaste como madre, también lo hiciste como tía. 

—Sí, fue lo mejor del mundo porque las niñas nacieron con una semana de diferencia.

“Claro que Tamara está loca con la niña. Todo el mundo que la conoce. Es muy alegre y risueña. Y tiene ataques de felicidad. Está sentada sola y de repente la oyes reír”

—Victoria vive en Florida, supongo que os da un poco de pena que las primas no crezcan juntas. 

—¡Se ven mucho! Porque si mi hermana está en Europa, nos vemos fijo… Por eso también viaja tanto Philippa, para poder vernos y que vayan creciendo juntas.

—Siempre os habéis llevado genial, pero ahora tenéis muchísimo en común. 

—No se trata de comparar, porque cada niño tiene su momento y su ritmo, y eso lo tenemos claro; nos alegramos por los hitos de cada una de las niñas y nos derretimos la una con la otra, tenemos el móvil que nos estalla de fotos cada día. No se parecen en nada, son muy distintas, pero muy graciosas.

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‘Me sorprendo a mí misma porque de repente me apunto más a todo. Creo, sencillamente, que me organizo más con mi tiempo y priorizo las cosas mejor. He dado una vuelta a mis prioridades’, comenta Isabelle, sobre estas líneas, con ‘total look’ de Duyos y sandalias de Aquazzura.

—Y también es gratificante estrenarse como tía. 

—Totalmente. No voy a mimar a mi hija, pero a mi sobrina sí —ríe—.

—Todos en la familia, locos por Philippa, ¿también la prima Tamara?

—Claro. Yo creo que todo el mundo que la conoce está loco con ella. Es una niña muy alegre y risueña, solo sonríe. Y tiene ataques de felicidad. Está sentada sola y de repente la oyes reír. Es muy graciosa.

—Ha salido a ti en eso, tan sociable y risueña. 

—Sí.

Anécdotas de madre

—¿Cuál es, hasta el momento, tu anécdota más divertida como madre?

—Pues viajaba con Philippa a Dinamarca o París, no recuerdo, iba yo sola y la llevaba a ella en brazos, el carro, los biberones y unos más extra, no vaya a ser que tenga hambre, mi mochila, mi bolso y haciendo malabares, intentando cerrar el cochecito sudando… Parecía que me habían pagado para hacer esa actuación —ríe—. Después salió todo fenomenal. Y luego ella es muy sociable, como te digo, y aprendió a lanzar besos con sonido y todo, y lo hace de modo ralentizado. Iba tirando besos a todo el mundo en el avión y también lo hizo en su bautizo. Es muy divertido verla saludar así a la gente.

“Al principio no pegué ojo —ríe— y luego hubo una época en que dormí muy bien, pero son fases y ahora tocan los dientes, ¡así que estoy con unas ojeras inmensas!”

—¿En qué tópicos has caído, aunque juraste que nunca lo harías? 

—(Risas). Pues decir: “No le voy a dar esto o lo otro de comida” y de repente encontrarte en un restaurante y darle un trozo de pan tras otro para que se entretenga. Y ella, encantada.

HO4162 Isabelle Junot y su hija Philippa© @isabellejunot
Isabelle dando un paseo con su hija

 —¿Cuáles son los momentos que disfrutáis más en familia los tres?

—Nos encanta ir al campo y en cuanto podemos nos escapamos los tres, porque está cerquísima; se trata de desconectar y estar en contacto con la naturaleza, que me parece muy importante.

Sin prisa y a largo plazo

—Te has ido recuperando poco a poco, sin prisa, siguiendo tu método de Isa Healthy Life de nutrición intuitiva, ¿cómo te has tomado estos meses?

—Sigo con la misma mentalidad. Muy poco a poco todo, sin prisas y a largo plazo. Lo que más me importa es cuidarme mentalmente. Y físicamente estoy mucho más activa ahora, me organizo mejor mi horario. Y si se me olvida, me recuerdo a mí misma el enfocarme en querer sentirme bien en vez de preocuparme por otras cosas, que evidentemente están ahí, pero mi prioridad es encontrarme bien en mi día a día.

—¿En qué momento dirías que estás ahora mismo?

—En un momento muy dulce, lleno de retos y aprendiendo mucho. Hay días que hay que hacer juegos malabares para llegar a todo, pero se sigue para delante con buena cara y una sonrisa.

—¿Qué proyectos tienes próximamente?

—Hay varias cosas que aún no puedo adelantar. Por otro lado, me gustaría que los cursos y las actividades que organizo con Isa Healthy Life estuvieran también en español, y estoy inmersa en eso, porque tengo que empezar todo de cero y es muchísimo trabajo.

—No echas de menos la actuación. 

—Que va, para nada, no me da tiempo y, además, estoy siguiendo otro plan en mi vida ahora.

HO4162 Isabelle Junot y su hija Philippa© FÉLIX VALIENTE
Con falda de Teresa Helbig y camisa de Cortana.

 —La familia es para ti lo más impor­tante.

—Sí, cien por cien.

—¿Cuál dirías que ha sido tu mayor golpe de suerte?

—Sin duda, ser madre y luego formar mi familia. Y tener el marido que tengo.

—¿Siempre habías querido formar una familia?

—La verdad es que todo ha venido en su momento. Obviamente, la idea de formar una familia estaba ahí, pero lo veía bastante lejos. No lo idealizaba ni soñaba con ello, pero cuando llegó, lo recibí con muchísima ilusión.

TEXTOMARTA GORDILLO
PRODUCCIÓNINÉS DOMECQ
FOTOSFÉLIX VALIENTE
JOYASLEANDRA
MAQUILLAJE Y PELUQUERÍACARMEN DE JUAN (ANOTHER ARTISTS)
AYUDANTES DE PRODUCCIÓNREYES BASA, VALENTINA LÓPEZ Y CLAUDIA PINTADO
AYUDANTE DE FOTOGRAFÍALUIS SPINOLA
AGRADECIMIENTOSHOTEL ORFILA