La presentadora Natalia Estrada vuelve a Gijón para compartir sus secretos de 'cowgirl'

La maestra de ceremonias tiene una academia ecuestre en Milán con su marido, Andrea Drew Mischianti

Por Ana Dorado

Natalia Estrada (51) fue una de las presentadoras más populares de la televisión de la década de los 90, trabajando en formatos tan exitosos como La quinta marcha, Vivan los novios y Bellezas al agua. Sin embargo, cuando tan solo tenía 22 años, empezó una nueva vida en Italia al contraer matrimonio con Giorgio Mastrota, del que se separó tras cinco años de unión y una hija en común: Natalia Mastrota (29) que ha convertido a la maestra de ceremonias en abuela de dos simpáticas niñas. 

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En el año 2007, el amor volvió a llamar a la puerta de Natalia Estrada, que pasó de nuevo por el altar con Andrea Drew Mischianti. Con este hombre la carrera profesional de la también actriz dio un giro de 180 grados, ya que junto a él ha montado un centro de equitación, Ranch Academy, situado en la ciudad de Milán. Un lugar donde Natalia y su esposo crían y doman a caballos a ‘la antigua usanza’, es decir, preservando la libertad del animal ante todo. 

“Me conquistó este mundo. Me levanto cada día a las cinco y media de la mañana. Vivimos en el campo. Los caballos están libres en los pastos y los traemos con el lazo cuando es necesario vacunarlos, marcarlos o curarlos”, explicó Natalia en una entrevista con el diario Il Corriere della Sera.

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Precisamente, para hablar de todas estas técnicas y compartir algún que otro secreto relacionado con la hípica, Natalia ha vuelto a Asturias, su tierra natal. En Gijón ha disfrutado de una agradable jornada junto a los miembros de Chas (Club Hípico Astur). Ataviada como una auténtica ‘cowgirl’ y acompañada por el estadounidense Buck Brannaman, la maestra de ceremonias ha impartido un curso que ha congregado a un total de 50 personas. 

Una cita de lo más emotiva, ya que no solo había regresado a sus raíces para hablar del trabajo que tanto le gusta, sino que Natalia ha estado arropada por gran parte de su familia: su hija, padres, abuela, hermanos y sobrinos. “Esta pasión me viene desde niña. Recuerdo cuando montaba la burra de un vecino que teníamos en La Collada, cuando no imaginaba que algún día dedicaría mi vida a los caballos. También me he acordado de mi abuelo, que era con quién iba a ver el Concurso Internacional de Saltos”, ha relatado la presentadora a La Nueva España.  

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Las lecciones estuvieron organizadas por Eva Boudón, directora de la Escuela de Equitación del Chas y amiga de la infancia de Natalia. Unas clases que han fascinado a los oyentes, se impartieron tanto por la mañana con adultos como por la tarde con alumnos más jóvenes, y que han supuesto una grata experiencia que la empresaria está dispuesta a repetir en un futuro cercano. “Cumplí mi sueño de volver a Gijón con los caballos y demostrar que también se puede cambiar de vida, pasar de página y dedicarse a otra cosa que aparentemente es muy diferente. Lo bueno es que ahora hay vuelos directos desde Milán, así que podré venir más".