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Felipe Matossian Falcó, marqués de Pons, e Ina Morenés Allende-Salazar, hija de la Marquesa de Velada, se casaron el pasado viernes en Madrid ante un nutrido de grupo de familiares y amigos, entre los que había numerosos rostros de la aristocracia española como el duque de Alba e incluso miembros de la realeza, caso de la Infanta Elena. Delante de la iglesia de la Concepción Real de Calatrava, se produjo un continuo goteo de invitados que acudían a la ceremonia religiosa y fue allí donde emergió la figura de la madre del novio, Carla Pía Falcó.
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La duquesa de Montellano, que lucía un elegante vestido de color teja, llevaba a su vez la clásica mantilla con peineta como correspondía a su papel de orgullosa madrina del enlace. Un conjunto más que acertado para una cita de estas características, si bien lo que brillaba por encima de todo era su impresionante collar de diamantes y turquesas engastados en oro. Se trata de una espectacular joya que pertenece a la colección familiar y tiene detrás una larga historia de más de un siglo.
Estas piezas, según recoge Spanishroyaljewels, forman parte de una parure que ha pasado de generación en generación. De este modo, ha sufrido cambios notables a lo largo de los años ya que, en cada ocasión, dicho complemento reflejaba la moda de la época o los gustos personales de quien lo llevaba puesto. Fue encargado en 1891 a la emblemática firma francesa Chaumet por los Duques de Fernán Núñez, quienes se lo regalaron a Carlota Maximiliana de Escandón por su boda con el duque de Montellano.
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Tiempo después, la dueña del collar se lo obsequió a la esposa de su hijo mayor, Hilda Fernández de Córdoba y Mariátegui, bisabuela de Felipe Matossian Falcó. La que también fue duquesa de Montellano, toda una leyenda en el mundo de la montería y amante de la naturaleza, fue una de las pocas mujeres que se atrevieron a cazar en nuestro país cuando era "una actividad reservada a los hombres”, como recordaba su nieta, Xandra Falcó, en el libro Cazadores españoles del siglo XX-.
Hilda llevó además el parure de turquesas durante el Baile de Debutantes de su hija Rocío Falcó, en esta glamurosa cita parisina donde ya entonces se vio que el collar estaba completamente rehecho. Más recientemente, en el verano 2019, la exclusiva pieza fue prestada por sus propietarios para una exposición de la célebre marca gala que se organizó en Mónaco, bajo el nombre de Chaumet en Majesté. En la inauguración estuvieron presentes el príncipe Alberto y la actriz estadounidense Natalie Portman, entre otros.
Fue una muestra inigualable que pudo verse en el Grimaldi Forum con las piezas más imponentes de las Casas Reales europeas y colecciones privadas, entre las que destacaban coronas, collares y pulseras. Un total de 250 creaciones acompañadas también de diversas obras de arte, todas ellas de un peso histórico excepcional, en este recorrido museístico cuyo hilo conductor no podía ser otro que una pieza de joyería inigualable: la tiara.
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