Responde a una posible reconciliación con la que era su prometida

El torero Juan Ortega habla por primera de la polémica por la cancelación de su boda

El diestro se ha sincerado acerca de lo que sucedió el pasado diciembre cuando decidió anular su enlace solo una hora antes de su celebración

Por M. J. S

Juan Ortega, de 33 años, ha reaparecido dos meses después de cancelar su boda en Jerez de la Frontera, Cádiz, cuando quedaban pocos minutos para su celebración, para sincerarse acerca de la polémica. El diestro se ha sentado con Carlos Herrera en la cadena Cope para responder a todas las preguntas sobre la controversia que se generó acerca de lo ocurrido y le convirtió en el punto de mira de los titulares. Con sinceridad se refirió a las especulaciones y rumores, pidiendo de nuevo disculpas a su prometida y su familia y asegurando que "comprende el revuelo que se formó" entonces. "Al final en esta vida, en la sociedad en la que vivimos, la sociedad está acostumbrada a casarse y a separarse, pero a suspender una boda unos días antes, no. Entiendo el follón que se ha formado, pero no me imaginaba que iba a levantar tanto revuelo" dijo. Hizo referencia a las informaciones que surgieron en torno al caso y las especulaciones que se hicieron acerca de los motivos que le llevaron a convertirse en un "novio a la fuga". "Desde que saltó la noticia se han dicho muchas cosas que no son ciertas. La única verdad de lo que pasó es que Carmen y yo somos dos personas que nos queremos mucho que teníamos una relación muy buena en muchos aspectos, pero yo arrastraba una serie de dudas que no supe resolver".

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Vídeo: Herrera en COPE con Carlos Herrera

 

De nuevo volvió a pedir perdón por lo ocurrido, sobre todo por el momento en que tomó la decisión que, según comenta, no fue el adecuado. "Asumo mi equivocación y pido perdón no por la decisión sino por el momento, con los invitados allí... Entiendo el daño y trastorno que puedes causar. El dolor hubiese sido el mismo, no deja de ser una ruptura entre dos personas que se quieren" dijo. Para la que era su prometida, Carmen Otte, solo tiene buenas palabras. "Es una mujer diez extraordinaria, que me ha hecho crecer como persona, me ha apoyado en todo igual que su familia. Me han tratado como un hijo y me han dado su cariño. Si por algo estoy sufriendo es por haberle hecho daño por unas personas que no son responsables de mi decisión" aclaró.

Tenía dudas acerca del matrimonio

De nuevo asumió su responsabilidad en el asunto, desmintiendo que en su decisión hubieran tenido peso terceras personas. "El único responsable soy yo, no intervinieron otras personas, ni el cura, ni el padre… Todo mentira. Tomé la decisión solo, sabiendo las consecuencias que tenía". Dio algunas pinceladas acerca de los motivos que le llevaron a tomar esta determinación. "Yo lo entiendo así: el matrimonio es lo suficientemente serio como para hacerlo con dudas y no quería traicionar a Carmen ni a mí". En estas semanas, alejando de la atención mediática y afrontando los comentarios y especulaciones que se hicieron sobre su vida, se refugió en los suyos. "Son situaciones complicadas y me refugio con mi gente. En mis cosas en el toreo, que es mi forma de vida y donde tengo puestas mis ilusiones".

No se arrepiente de la decisión, pero sí del momento en el que la tomó. "Lo gestioné mal, son muchas circunstancias. Es una persona a la que quieres. Siempre encontrábamos el motivo para seguir luchando, pero te vas metiendo ahí y cuando te quieres dar cuenta tienes el toro bajo la cama" dijo utilizando un símil de su profesión. Comentó además que no fue una decisión espontánea, sino fruto de mucha reflexión. "Es algo que tienes en la cabeza, no fue fruto de un arrebato. Me considero una persona templada, me gusta pensar las cosas, sobre todo las decisiones importantes". Recordó cómo fue aquel 2 de diciembre, la mañana del día en la que estaba planeada su boda. "Estaba solo en mi habitación. La primera persona a la que llamé fue a Carmen, luego, a mis padres y al cura que nos iba a casar. A partir de ahí fui consecuente con mi decisión".

Cómo fue la conversación con Carmen ese día, ¿habrá reconciliación?

Asegura que la conversación con Carmen fue dura, mucho. "La conversación fue dura, pero la situación tiene poca explicación. Lo de menos era la boda, lo que importa es que se termina una relación con una persona a la que quieres". Se refiere a su relación actual con Carmen, que ha mantenido un perfil muy discreto desde lo ocurrido. "Al contrario de lo que se piensa, seguimos teniéndonos mucho cariño y respeto. Los dos tenemos mucha paz. Ha sido algo por lo que hemos luchado y las cosas no han salido adelante". Sobre una posible reconciliación, responde: "Esa pregunta no te la puedo responder. A Carmen la quiero mucho y por nada en el mundo me perdonaría volver a hacerle daño".

Opina que la discreción que ha mantenido la familia de Carmen era la esperada pues les conoce y sabe que lo que les importaba "éramos Carmen y yo, no hubo interés por sacar rédito de la situación". Sabe que se ha hablado mucho de su decisión y se le han hecho muchos reproches, pero está tranquilo. "Me tranquiliza que tanto Carmen como yo sabemos la verdad. Me da paz, porque el motivo real es el que te he comentado. Siempre que hemos tenido una situación complicada hemos encontrado el motivo por el que seguir luchando". Dijo además que había tomado la decisión con el corazón. "El corazón mandó. Si hubiese seguido adelante y luego hubiera tenido hijos, no me lo hubiese perdonado".

Sus planes a partir de ahora

Sabe que si hubiera sido al contrario y él hubiera sido el abandonado, le "habría dolido en el alma y habría sufrido", pero sigue reconociendo que "aunque tarde, las cosas deben hacerse bien". "No fue un calentón ni un arrebato, son problemas que venía arrastrando” reiteró. A partir de ahora espera pasar página y que dejen a ambas familias tranquilas. "Asumo las consecuencias, me gustaría que tanto a Carmen como a su familia los dejasen tranquilos. Asumo la responsabilidad, si ahora va a haber medios, no me importa". Apunta que "está metido en el trabajo e ilusionado con la temporada que tiene por delante". "Bastante tengo con ponerme ante el toro como para preocuparme de otra cosa" dijo.

De hecho su próxima cita en los ruedos es el 3 de febrero en México en la Feria de León. A su regreso "tiene una cita con la afición de Valdemorillo, una plaza donde el pasado año pudo sentir el toreo". "Ya en marzo empiezan los platos fuertes con Olivenza, Castellón, Valencia... una serie de plazas donde todo torero sueña con estar. Es una temporada que está muy bien plateada fruto de un 2023 donde pude expresar como yo siento el toreo" comentó. Confirmó además su presencia en San Isidro: "Volveré a Madrid dos tardes tras no poder estar el pasado año, es una plaza que me llena de responsabilidad, es una plaza que siempre pesa", añadía, añadiendo que también estará en Sevilla. "No voy a estar el Domingo de Resurrección".