El homenaje de Eva González a su padre, fallecido hace 10 años

La presentadora ha instalado un altar en su casa para honrar a uno de los hombres más importantes de su vida

Por María Medina

23 de octubre de 2013. Aquel día Eva González recibió el golpe más duro de su vida. Su padre, Manuel González, fallecía por un derrame cerebral en un hospital sevillano. Desde entonces, no ha dejado de pensar en él ni un solo día y ayer, con motivo del décimo aniversario de su muerte, la presentadora instaló un precioso altar en su casa para rendirle homenaje. "Diez años sin ti, papá. Te quiero siempre", publicó junto a esta foto de Manuel de niño, una vela y una hortensia blanca. 

El deseo de Eva González a Cayetano Rivera a punto de cumplirse un año de su separación

Eva estaba muy unida a su padre, un hombre del campo que siempre luchó para sacar adelante a su familia. Los restos mortales de Manuel fueron trasladados hasta El Viso del Alcor, Sevilla. La presentadora recibió allí el cariño de numerosos amigos y el apoyo de su entonces pareja, Cayetano Rivera. También acudieron rápidamente al tanatorio Francisco Rivera y Lourdes Montes para arropar a Eva. 

La última imagen pública de Manuel fue captada en abril de 2012, apoyando a su hija el día en el que su pueblo natal, Mairena del Alcor, le dedicó una calle con su nombre. Tras verla coronarse como Miss España en 2003, Manuel se marchó viendo cumplido el gran sueño de Eva, quien ha conseguido triunfar en el mundo de la moda y la televisión.

Desde la muerte de su padre, la presentadora confesó que ciertas fiestas se habían vuelto muy tristes. "Estas fechas me gustan mucho, hay que ir poniendo el árbol, hay que ir quedando con los amigos para tomar el aperitivo… Pero sinceramente digo que desde que perdí a mi padre, las navidades inevitablemente se vuelven un poco más oscuras, se te coge el pellizquito", declaró al borde de las lágrimas. 

Afortunadamente, tiene un círculo familiar muy fuerte. Adora a su madre Encarna y a su hermana María. Además, se desvive por su hijo Cayetano, de cinco años, y su sobrino Martín, de cuatro. En estos momentos, cuando se cumple un año de su separación del torero, Eva se encuentra plena y no necesita más amor del que ya tiene. "¿Te parece poco el amor de mi familia, amigos, mi niño...? ¿Qué más amor quiero yo sí es el más importante del mundo?", dijo en una entrevista reciente.