Pocholo Martínez-Bordiú recuerda con cariño su matrimonio con Sonsoles Suárez y se sincera sobre la paternidad

El barón de Gotor asegura que hubiera sido un buen padre

Por hola.com

Pocholo Martínez-Bordiú era uno de los nombres más recurrentes de la prensa de sociedad en la décadas de los 90. Poco a poco, sus apariciones en los medios de comunicación han ido decreciendo en favor de una vida discreta y tranquila en una espectacular casa en Ibiza, donde ha reaparecido este lunes en televisión para mostrar su lado más personal y más alejado del rey de la noche que un día copó titulares. En Mi casa es la tuya ha recordado su infancia y ha hablado sobre un deseo que aún no ha logrado cumplir: ser padre.

"Creo que mi mejor trabajo sería ser padre", ha confesado convencido de que sería bueno en ello porque toma como ejemplo, dice, a su madre, Clotilde Bassó Roviralta. "La adoro. Era guapísima, amorosa, una belleza de mujer", ha dicho Pocholo emocionado. Con su padre, José María Martínez-Bordiú, sin embargo, la relación era más distante ya que el trabajo le alejaba a menudo de casa y asegura haber echado de menos tenerle más presente durante su infancia. Algo que, asegura, haría de otra manera en caso de tener un hijo o una hija. "Ahora más que nunca es un tema que tengo ahí", ha afirmado dubitativo, aunque sin cerrar la puerta del todo a una posible paternidad.

El barón de Gotor, título que heredó de su padre, solo ha estado casado una vez, con Sonsoles Suárez, periodista e hija del expresidente del Gobierno Adolfo Suárez. Fue un matrimonio breve, de tan solo dos años, pero que recuerda con cariño y nostalgia. La boda fue una auténtica cumbre del poder político de la época y tras casarse se fueron a vivir a Argentina, donde el empresario había emprendido un negocio, pero no salió bien y acabaron en un finca rural, donde ella, que padecía numerosas alergias, no se adaptó al estilo de vida que llevaban. 

A pesar de llevar años alejado del foco mediático, asegura que no le importaría volver a la televisión y recuerda con cariño los años en los que frecuetaba Tómbola, de Canal Nou, o su participación en el reality Hotel Glam. Fue en este formato donde se popularizó tanto su obsesión por encontrar a quien le estropeó su mochila, que llegó a lanzar una línea de este complemento. "Fue una estrategia", reconoce ahora entre risas. La última vez que participó en un programa fue en First Dates, donde, si bien no encontró el amor, sí se lo ha pasado tan bien como suele hacerlo cada vez que está ante las cámaras. 

Ahora es su sobrino Bosco Blach Martínez-Bordiú el que ha tomado su testigo como concursante televisivo con su participación en Supervivientes. Según ha confesado Pocholo, su sobrino ha sido lo más parecido a un hijo que ha tenido y él mismo ha sido el que lo recomendó a la productora del programa