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Laura Corsini ha sido mamá por primera vez. Ha sido la propia empresaria quien se ha encargado de comunicar la feliz noticia a través de su perfil social. "Un nuevo miembro en la familia Bimani. Juan decidió adelantarse unas semanas para hacerme el mayor regalo de mi vida", ha escrito junto a una bonita fotografía en la que aparece dándole la mano al bebé que duerme plácidamente enfundado en un bonito conjunto blanco de punto.
A los pocos minutos, la publicación se ha llenado de mensajes de enhorabuena por parte de sus amigos, entre ellos celebrities como Tania Llasera y la influencer Marta Carriedo, y de sus seguidores. Gestos de cariño que la diseñadora ha agradecido. "Quería daros las gracias por vuestro amor incondicional y en especial en estos últimos meses. Me habéis permitido seguir a vuestro lado y enseñar Bimani desde una perspectiva diferente".
A pesar de que habitualmente, la prima de Belén Corsini usa su muro únicamente por motivos profesionales, no podía contener la emoción de presentar a su comunidad al pequeño de la casa. "Sabéis que quiero que este perfil se centre más en Bimani, pero este hombrecito pasa por aquí para deciros que estamos felices de todo lo que está por llegar".
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Porque, tal y como dice el refrán", el niño ha venido al mundo con un 'pan debajo del brazo', puesto que Laura también se encuentra en un dulce momento profesional, cosechando numerosos éxitos con su firma de moda. "La llegada de Juan coincide con una nueva era de Bimani que empieza próximamente. Una etapa llena de retos y de ilusión. Este angelito me ha dado mucha luz estos meses y cuento con un equipo maravilloso".
Laura Corsini: historia de un éxito
Por supuesto, toda esta alegría no sería posible sin el otro hombre de la familia, el gran amor de Laura: su marido Javier Ibáñez. La historia de amor de la emprendedora y el empresario comenzó en 2020 en Comillas y desde entonces han sido inseparables. Esta encantadora localidad cántabra también acogió su pedida de mano, y, por supuesto, su sí quiero. Un enlace lleno de romanticismo en el que Laura sorprendió a todos luciendo el vestido de su abuela Carmina.
Una pieza de 1958 sofisticada y atemporal. Esos diseños que nunca pasan de moda con cuello redondo, manga francesa, corte a la cintura y falda en línea A. Para que estuviera tan impecable como hace seis décadas, en su marca hicieron un gran trabajo de restauración de más de 100 horas en el que se repasaron las costuras y se reforzó el cuerpo. Sin duda, una preciosa forma de homenajear a una de las mujeres de su vida.
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