La princesa Kalina y Kitín Muñoz hablan con ¡HOLA! de sus veinte años de matrimonio y su nueva vida en Bulgaria con su hijo, Simeón Hassan
‘Han sido veinte años de felicidad. Todo ha sido bueno, menos el triste fallecimiento de mi querido hermano Kardam’
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El año 2022 está siendo muy especial para la princesa Kalina, marcado por tres fechas señaladas en el calendario: en enero, sopló las velas de su cincuenta cumpleaños; el 16 de junio, su padre, el Rey Simeón II de Bulgaria, cumplió ochenta y cinco, y el pasado 26 de octubre, celebró veinte años de matrimonio junto a su marido, el explorador y aventurero Kitín Muñoz. Con motivo de su aniversario, la pareja comparte nuevas fotografías con su hijo, Simeón Hassan, de quince años, y el soberano.
Fueron tomadas en los jardines del palacio de Vrana, a las afueras de Sofía, residencia oficial de Simeón II. Y en la capilla de San Boris-Mihail y San Pedro y San Pablo, del mismo palacio, tuvo lugar una misa de agradecimiento oficiada por el padre ortodoxo Nikolay Georgiev. “Ha sido muy emotivo para nosotros y para mi padre, el Rey Simeón, celebrar nuestro veinte aniversario de boda en la capilla del palacio de Vrana. Es una ceremonia llena de simbolismo”, cuenta la princesa a ¡HOLA!
“Hemos vivido muchas aventuras, pero, desde luego, la más esperada ha sido venir a vivir a Bulgaria”, nos dice el explorador, que prepara con su mujer una expedición a la Antártida
“Me habría encantado que estuvieran mis hermanos, estaban todos invitados, pero viven en España y no pudieron asistir”. “Nuestro hijo, Simeón, sorprendió a todos durante la misa, por cómo conoce el protocolo de la ceremonia religiosa ortodoxa”, asegura Kitín. Kalina, graduada en Arte en Londres, es una apasionada de muchas disciplinas. Es una hábil jinete y aventurera de corazón, un rasgo que comparte con su marido. Su boda en 2002 se celebró en otro enclave muy especial para la familia, el palacio de Tsarska Bistritsa, en lo alto de las montañas de Rila, el “techo” de los Balcanes.
Fue originariamente un pabellón de caza del Zar Fernando de Bulgaria y su hijo, Boris III, bisabuelo y abuelo, respectivamente, de la princesa. La casa, con aires románticos típicos del Renacimiento búlgaro, fue nacionalizada por los soviéticos y la familia Sajonia-Coburgo-Gotha la recuperó el mismo año del enlace, al que asistieron numerosos miembros de la realeza y la aristocracia europea y fue portada de ¡HOLA! La boda de Kalina y Kitín pasó, además, a la historia como la primera de un miembro de la Familia Real búlgara celebrada en Bulgaria, tal y como nos cuenta: “Ha sido la única boda de un miembro de la Familia Real búlgara en Bulgaria. Celebrar este feliz día en el palacio de Vrana, tres generaciones de la familia, es una gran alegría. Un sueño realizado gracias a mi padre”, asegura.
“Otro momento cargado de simbolismo —prosigue Kitín— fue la ceremonia del té marroquí sobre una alfombra, y comida marroquí, que la embajadora del reino de Marruecos nos ofreció, en homenaje y recuerdo del padrino de nuestro hijo, el Rey Mohamed VI”.
En televisión
Después de vivir varios años en Marruecos, la princesa quería regresar a la tierra donde todo comenzó. Y recientemente se establecieron en Sofía, lo que les permitió estar más cerca el Rey Simeón. En dos décadas de matrimonio, asegura el explorador, nacido en Ifní: “Hemos vivido muchas aventuras. Es difícil elegir una, pero, desde luego, la más esperada ha sido la aventura de venir a vivir a Bulgaria”.
El amor que tiene la pareja por el país, cuna de la princesa, donde nacieron su padre y su hijo, lo están llevando también a la televisión, ya que hace unos meses comenzaban a grabar una serie de documentales destinada a promover su patrimonio cultural en todo el mundo: “Estamos centrados aquí en Bulgaria. Viajamos por todo el país, filmando las obras maestras del patrimonio de la humanidad de Bulgaria, para la serie de televisión Unidos por el Patrimonio de la Unesco y BNT. Un proyecto en el que él escribe y dirige los episodios y ella pone su voz.
“Ha sido muy emotivo para nosotros y para mi padre, el Rey Simeón, celebrar nuestro veinte aniversario en la capilla del palacio de Vrana. Me habría encantado que estuvieran mis hermanos, estaban todos invitados, pero no pudieron asistir”
Kalina está muy ocupada en colaborar con el Museo Parque de Vrana, de la que es board member, y, por si fuera poco, nos explica también Kitín: “Ahora, en Bulgaria, la mayor aventura está por llegar. Estamos preparando una expedición a la Antártida, con el profesor Cristo Pimperev, director del Instituto Antártico de Bulgaria, y con el presidente del Explorers Club de NY, Richard Garriot, que estuvo este verano en Bulgaria, con su mujer, Laetitia. Quedaron fascinados con el país, y eso que se puede decir que ellos sí que han visto mundo”.
“El futuro lo vemos, como siempre, con optimismo. La vida en sí misma es una aventura maravillosa”, prosigue Kitín. “Han sido veinte años de felicidad”, concluye la princesa Kalina: “Todo ha sido bueno, menos el triste fallecimiento de mi querido hermano Kardam”.
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