En el momento más feliz de su matrimonio, después de tener al pequeño Hugo, que nació el pasado 7 de junio

EXCLUSIVA. Jesulín de Ubrique y María José Campanario celebran veinte años de casados, tras la llegada de su tercer hijo y superar todo tipo de obstáculos

‘El 99’99 por ciento han sido cosas buenas. Han sido unos años espectaculares. Lo voy a decir en dos palabras: ‘im presionante’’, dice el torero a ¡HOLA!

María José Campanario y Jesulín de Ubrique

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Son conscientes de que muchos no daban por su relación “ni dos meses”, pero Jesulín de Ubrique y María José Campanario acaban de cumplir veinte años de casados. Una fecha muy especial que han querido celebrar con ¡HOLA! “Estoy muy contento de estar al lado de una mujer estupenda. He tenido mucha suerte. El tiempo nos ha unido mucho más”, nos asegura el torero. Fue el 27 de julio de 2002 cuando ambos se juraron amor eterno, en una hacienda de Sanlúcar la Mayor (Sevilla). Entonces, Jesulín, que se encontraba en su mayor cota de popularidad y ya tenía una hija con Belén Esteban, le prometió a la odontóloga que estaría a su lado en lo bueno y en lo malo, en la riqueza y en la pobreza, en la salud y en la enfer­medad.

Portada HOLA 4072©Hola
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El tiempo ha demostrado que ambos han cumplido su palabra, pese a enfrentarse a un sinfín de obstáculos: desde las cogidas de Jesulín en los ruedos hasta la fibromialgia de María José, sin olvidar los incesantes rumores que lograrían tambalear cualquier relación. Sin embargo, ambos siempre se han mantenido unidos, teniendo claro que lo más importante es su amor. Fruto del mismo, nació su primera hija, Julia, en abril de 2003. Cuatro años después, llegó Jesús Alejandro. Cuando pensaban que tenían completada su familia, ¡HOLA! anunció el bombazo el pasado diciembre: el torero y la odontóloga esperaban su tercer hijo. Finalmente, el pequeño Hugo vino al mundo el pasado 7 de junio, semanas antes de que sus padres celebrasen su veinte aniversario de casados.

“No podríamos haber tenido mejor regalo para estos veinte años que el bebé. ¡Madre mía, veinte años! Se han pasado en un suspiro. Cuando uno está bien, el tiempo pasa así de rápido”, nos dice la odontóloga
HOLA 4072 Jesulín y María José Campanario©ANDREA SAVINI
Sobre estas líneas, Jesulín y María José felices al celebrar veinte años de su boda. Ambos se casaron el 27 de julio de 2002, en Sanlúcar la Mayor (Sevilla). Nueve meses después, el 18 de abril de 2003, tuvieron a su primera hija, Julia. Ya el 7 de marzo de 2007 nació Jesús Alejandro, mientras que el pequeño Hugo, el menor de sus tres hijos, vino al mundo el pasado 7 de junio

—¿Cómo defines estos años de matrimonio?

—Te lo voy a decir en dos palabras “im presionante” (ríe). El 99,99 por ciento han sido cosas buenas. Es verdad que, en algún momento dado, hemos tenido puntos diferentes en la toma de alguna decisión, pero nunca ha llegado la sangre al río (ríe). Han sido unos años espectaculares. Espero que todo siga así.

—En vuestra boda, adquiristeis el compromiso de estar juntos en las alegrías y en las penas, en la salud y en la enfermedad. Y lo habéis cumplido. 

—Hemos pasado momentos difíciles: cornadas, accidente de tráfico… Mi mujer ha estado ahí. Y yo también he estado al pie del cañón cuando ella lo ha pasado mal. Lo que dijo el cura lo he cumplido a rajatabla (ríe).

“Hemos pasado momentos difíciles: cornadas, un accidente de tráfico...Mi mujer ha estado ahí. Yo también con ella, en lo bueno y en lo malo. ¡Lo que dijo el cura lo he cumplido a rajatabla!”, afirma Jesulín

—Y eso que os han separado veces.

—Mil y una veces (ríe). Por supuesto, me ha dado igual, pero es curioso que muchos nunca apostaran por nuestra relación.

HOLA 4072 Jesulín y María José Campanario©ANDREA SAVINI

 —De verdad, ¿no te afecta?

—No. Esos comentarios están fuera de la realidad de mi matrimonio, así que me entra por aquí y me sale por aquí. Hombre, si ya le afecta a la persona con la que compartes tu vida… Pero no puedo estar pendiente ni dar explicaciones o desmentir. Si no, no vives. Lo más importante es que llevamos veinte años de felicidad y hemos formado una familia estupenda. A mi mujer le he demostrado con creces lo mucho que la quiero. Como dices, en lo bueno y en lo malo. Mi mujer decidió hacer una carrera a distancia, cuando teníamos ya una familia.

—En un principio, te chocó.

—Me chocó, sí. Hubo momentos en los que yo, egoístamente, pude pensar: “Soy yo el que sale a trabajar y quiero más comodidad”. Y uno se equivoca. Mi mujer me hizo cambiar de opinión y encontró mi apoyo incondicional. Durante unos veinte días al mes, me quedaba en mi casa con mis hijos, mientras ella estudiaba una carrera a cientos de kilómetros. Luego, hizo cursos en Ucrania, República Dominicana, Madrid, Barcelona… Convenciones… Y yo encantado.

“Hay éxitos y fracasos, maravillas y accidentes. Es la vida. Pero los dos hemos estado siempre al lado el uno del otro para cogernos de la mano y levantarnos” añade su mujer

—La llegada de Hugo es la mejor forma de celebrar estos veinte años.

—Tener un hijo más ha sido un rega­lo fantástico. Estamos con una alegría muy grande. Es muy bueno. Hemos tenido muchísima suerte.

—¿A quién se parece?

—Es pronto, pero a su hermano.

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—¿Cómo vives esta paternidad?

—Muy diferente. Mi vida ha cambiado radicalmente. Fui padre muy joven y me pilló más fuera de casa que dentro. Ahora yo aparco los compromisos. Mi prioridad es estar en casa con mi familia. Gracias a Dios, sé lo que quiero hacer. No es todo el dinero. Si me hubiera movido por dinero, no hubiera parado por casa. Me llaman todos los días para hacer cosas.

“Tener un hijo más no estaba planeado, pero ha sido un regalo fantástico. Cuánta gente intenta tener hijos y no es posible. Ha sido una gran alegría”, confiesa el torero

—¿Qué nota te pones como padre?

—La máxima… Un diez.

—¿Cómo están viviendo los hermanos la llegada del pequeño? 

—Imagínate… Están muy contentos y felices, como nosotros.

La pasión en su matrimonio

—Hugo ha sido toda una sorpresa.

—Sí, no lo teníamos planeado, pero ha sido una alegría muy grande. Cuánta gente intenta tener hijos y no es posible. Ha sido una gran alegría.

HOLA 4072 Jesulín y María José Campanario©ANDREA SAVINI

—No es fácil mantener la pasión tras veinte años. ¿Cómo se logra?

—A mi mujer la veo con muy buenos ojos (ríe). Me gusta en todos los aspectos y no le veo ningún defecto. Para mí, es la mujer ideal. Por eso me casé con ella.

“Tuve a mi primera hija con veinticuatro años. El segundo, con veintiocho. Ahora me pilla en una etapa mucho más madura y mucho más serena”, asegura su mujer

—¿Qué te gusta más de su físico?

—Me gusta todo de ella, desde que se levanta hasta que se acuesta. También me aporta mucha serenidad, mucha tranquilidad y me ha hecho recapacitar mucho.

—¿En qué te ha cambiado?

—Un poco en el egoísmo de decir: “Yo me encargo de todo y tú dedícate…”. Me ha abierto la mente. El matrimonio es cosa de dos y los problemas son de los dos. Además, cuando ha podido haber problemas o no han salido bien las cosas, nunca me he encontrado con un disgusto. Al revés. Siempre he tenido palabras de aliento, de cariño. Y a la inversa, también.

“Ahora Jesús está mucho más tiempo en casa. Lo único que no hace es darle el pecho. Lo demás, entre los dos. Creo que yo he cambiado dos pañales. Casi todos los cambia él”, cuenta María José a ¡HOLA!
HOLA 4072 Jesulín y María José Campanario©ANDREA SAVINI
El noviazgo entre Jesulín y María José se hizo público después del gravísimo accidente de tráfico que sufrió el torero, en septiembre de 2001. ‘Ahí ya llevábamos un año’, recuerda la odontóloga, que señala cómo logró preservar su noviazgo de los medios todo ese tiempo: ‘Nunca nos veían juntos. Además, me confundían con la hija de su chófer’

—¿En qué momento te diste cuenta de que María José era la mujer de tu vida?

—Desde el principio. Cuando ya se te mete por los ojos… (Ríe). Ya sabía que me había aportado algo que no me había encontrado en otra persona. Conocí a mi mujer tomándonos un café y, antes de que se fuera, le dije: “Acuérdate de esta cara, que nunca se te va a olvidar”. Te estoy hablando de enero de dos mil uno.

—Entonces, fue un flechazo.

—Sí, en toda regla. Hemos tenido muy buen feeling desde el principio. Después, todo el que ha intentando hacernos daño lo que ha hecho es alimentar más nuestra relación, nuestro cariño y nuestro amor.

“Mi prioridad es estar con mi familia. Si me hubiera metido por dinero, no hubiera parado por casa, porque me llaman todos los días para hacer cosas”, afirma el diestro

—Pese a los rumores insistentes…

—Yo conozco a mi mujer y ella a mí. Las ‘chuflerías’… Últimamente, a quien se pasa de la raya lo llevo ante la Justicia. Si alguien dice algo, lo va a tener que demostrar.

—Cuando nació el pequeño Hugo, volvió a decirse que no manteníais relación con tu familia y que estabais apartados. ¿Es así?

—Tengo una relación estupenda con mis hermanos. Como con ellos casi todos los días. Cuando tenemos la posibilidad, nos juntamos. Con mi madre… Con todos. Somos una familia normal. Lo que pasa es que hay mucho malvado que es un infeliz en su casa y se ve bastante fastidiado. Ese es mi problema (ríe).

“Jamás he dudado de mi marido. No tengo por qué. No conozco a una persona más leal que él. Lo tengo claro, desde la uñita del pie hasta el último pelo de la cabeza”
HOLA 4072 Jesulín y María José Campanario©ANDREA SAVINI

 —Tu hija Julia ha sufrido mucho los comentarios desde que cumplió los dieciocho. ¿Cómo lo has vivido como padre?

—He procurado no ver nada y ponerlo en manos de los abogados. Han fogueado y ahora toca analizar lo que han dicho.

—¿Cómo la ves en estos momentos?

—Bien. Tiene diecinueve años. Mi hija se equivocará, como todos, pero tiene una cosa muy buena: aprende de los errores. Eso es muy importante. Por supuesto, la apoyamos en todo lo que decida hacer.

“Hubo momentos en los que yo, egoístamente, pude pensar: ‘Soy yo el que sale a trabajar’. Y uno se equivoca. Mi mujer me hizo cambiar de opinión y me ha abierto la mente”, reconoce el torero

—¿Y cómo encuentras a María José ahora de su enfermedad?

—Estupenda. La veo muchísimo mejor, con menos dolores. El embarazo le ha favorecido. Creo que la alegría del crío la ayuda.

—¿Te costó entender su enfermedad?

—No. Este tipo de enfermedad requiere de muchísimo apoyo de las personas, porque es una enfermedad que no se ve.

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Toros y proyectos de televisión

—Acabas de volver a las plazas de toros. ¿Cómo te has visto?

—Un poquito más mayorcillo (ríe). Los años no pasan en balde. Una retirada siempre es una victoria y yo decidí irme antes de que me echaran Ahora no estoy preparado para hacer corridas de toros, porque el compromiso es muchísimo mayor. Desgraciadamente, no pude celebrar mis treinta años toreando. Pensaba hacer quince o veinte corridas en dos mil veinte y las tenía firmadas, pero la pandemia… Luego, te abandonas. Con veinte años, el esfuerzo te cuesta menos, pero, con cuarenta y tantos, el cuerpo ya no es el mismo. Ahora hago festivales y lidio los novillos de mi ganadería. Me lo paso bien, me mantengo relativamente en forma…

“El carácter era bastante parecido al de ahora, pero, a lo mejor, el entorno profesional era más cerrado, y puede que algo más machista. Ha evolucionado mucho, pero el trabajo lo ha hecho todo él”, dice María José

—¿Cuántos festejos tienes?

—Me quedan seis, pero sigo cerrando cosas. Cuando se difunde que toreas, te llaman más. Por supuesto, ahora lo adapto a mi vida. Y así voy echando mis años, hasta que cumpla los cincuenta y cinco, que es cuando me tengo que jubilar como torero (ríe).

—¿Qué dijo María José cuando le comentaste que volverías a torear?

—Mi mujer ha sido una mujer muy inteligente. He tenido paréntesis en mi carrera. El primero, muy joven, con veinticuatro años. Después, con el accidente, a los veintiséis. Luego, me retiré con treinta y dos… Cuando he decidido retirarme, mi mujer me ha dicho: “Olé, tus narices”. Y cuando he decidido volver me ha dicho: “Olé tus narices… Pero prepárate”. Me demuestra que no es egoísta conmigo. Nunca me ha dicho cuándo tengo que torear. Lo que me dice es que tenga cuidado en los viajes si conduzco yo, porque suelen ser muy largos y me canso.

HOLA 4072 Jesulín y María José Campanario©ANDREA SAVINI
Durante la realización de la sesión fotográfica, María José y Jesulín comparten con ¡HOLA! anécdotas de su relación, prueba de su gran complicidad. Por ejemplo, la odontóloga nos cuenta que su marido tiene miedo a las agujas, mientras que el torero añade entre risas: ‘De siempre. Soy muy complicado a la hora de hacer una analítica y sacarme sangre. Me pongo tan tenso que no me encuentran las venas’

—¿Cómo viven tus hijos la vuelta a torear?

—Como mi mujer. Es verdad que, cuando he tenido una faena, sí les he notado más tensos. Quizá, transmito preocupación, quiero estar bien y no hacer el ridículo. No puedo ir a una plaza a echar el rato. Económicamente, pido una exigencia y tengo que responder, estar a la altura. Es lo mínimo.

“Desde el principio, fui la bruja mala. No interesaba que fuese buena, porque había que montar el novelón. En el de ‘Ambiciones’, me tocó el papel de mala malísima y se montó esta historia para tener más audiencia”, se lamenta María José

—Aparte de tu calendario taurino, ¿tienes algún otro proyecto a la vista?

—Estoy pendiente de hacer una serie docu­mental para una plataforma. Es un recorrido por mi vida con imágenes y va a participar mucha gente, compañeros de estudios, profesionales, médicos, amigos…. Me lo ha ofrecido una productora. No sabemos cuál va a ser la plataforma.

—Pues va a sorprender el documental, porque tus años noventa fueron fuertes.

—Me han llamado de editoriales para escribir mis Memorias. Creo que no soy de libros, soy mejor de los que se sientan y hablan. Ya me han dicho que lo veremos cuando esté bien y a gusto, porque se puede tardar ocho meses o un año. Hay que sacar una cosa que sea espectacular. Además, después de El desafío, me han ofrecido otros programas y los estoy valorando. Hay un proyecto de darle la vuelta al mundo.

“Todo el que ha intentado hacernos daño lo que ha hecho es alimentar más nuestro amor”, dice Jesulín, rotundo

—¿De viajar contigo?

—Sí. La televisión me llama la atención y es un mundo que me divierte. Y si encima me pagan, genial (ríe).

HOLA 4072 Jesulín y María José Campanario©ANDREA SAVINI
HOLA 4072 Jesulín de Ubrique y María José Campanario©ANDREA SAVINI
Jesulín terminó dándose un chapuzón para refrescarse de la sofocante ola de calor que hacía ese día en la localidad gaditana de Jerez de la Frontera. A pocos kilómetros de allí, se encuentra su domicilio conyugal, en Arcos de la Frontera

—Por último, querría preguntarte por ‘Currupipi’. ¿Cómo llegó a ti ese tigre?

—Me lo regaló, creo, el Circo Mundial, en el año noventa y cuatro. Fue en Bilbao, donde Bertín Osborne tenía que cantar y yo torear. Vinieron al hotel Ercilla, donde estábamos los dos, y nos propusieron apadrinar dos tigres. Yo, en plan de coña, dije: “Me encantaría tener un tigrecito”. Al día siguiente, después de la corrida, vino este señor y me llevó el tigre.

—¿Dónde lo tuviste? ¿En ‘Ambiciones’?

—Lo tuve seis años en el campo, con mis perros. Era más bueno…

—¿Lo tenías en una jaula?

—No, lo tenía suelto. ¡Era un cachorrillo! Luego, cuando se hizo más grande, le hice unas instalaciones para él.

—¿Nunca te dio ningún susto?

—No, no, qué va. Tengo mis fotos con él jugando, bañándome en la piscina… (ríe). Mis hijos flipan.

Habla María José Campanario

Por su parte, María José no puede mostrarse más feliz tras el nacimiento del pequeño Hugo, un tercer hijo que ha tenido con cuarenta y tres años. El bebé no solo conmemora su media vida al lado del torero, sino que también demuestra que la llama de su amor sigue tan viva como el primer día. Eso es algo que ¡HOLA! comprueba al final de su encuentro con el matrimonio, cuando el torero termina sacando su romanticismo y le canta Toda, el tema que publicó en 1996. Nunca Jesulín entonó “toda, toda, te necesito toda” con más sentimiento.

“No he cogido más de diez kilos con el embarazo, pero pesaba un poquito más por la medicación. Sinceramente, es lo que menos me importa. Tengo lo más bonito del mundo”
HOLA 4072 Jesulín y María José Campanario©ANDREA SAVINI

—¿Cómo te encuentras en esta etapa?

—Feliz es poco. Muy muy feliz y contenta.

—¿Esta nueva maternidad es muy diferente a la que viviste con tus dos hijos mayores?

—Es obvio que no tiene nada que ver. Tuve a mi primera hija con veinticuatro. El segundo, con veintiocho. Entonces, la vida era mucho más acelerada y Jesús viajaba muchísimo más. Ahora me pilla en una etapa mucho más madura y mucho más serena. Estoy disfrutando tanto… Está siendo tan bonito… Se me quedan cortas las palabras.

—La llegada del pequeño ha sido una sorpresa hasta para vosotros. ¿En algún momento has temido lo que se avecinaba?

—No. Si en algún momento me preocupaba algo era por la patología que tengo y cómo iba a afrontar mi día a día. Gracias al universo, lo estoy llevando muy bien.

—Jesús dice que te ve mejor ahora.

—Estoy bastante bien. He tenido un par de días peores, pero no puedo quejarme.

“Mi mujer está estupenda. La veo muchísimo mejor, con menos dolores. El embarazo la ha favorecido. Creo que la alegría del crío la ayuda”, nos dice el torero sobre su fibromialgia

—¿Cómo es el pequeño?

—Es un bendito. Come y duerme.

—¿Le estás dando el pecho?

—Sí, como a mis otros dos hijos.

—¿Cómo lo han recibido en casa?

—Imagínate… Un niño en una familia siempre es una alegría.

–¿Te deja dormir el bebé?

—Estoy tan cansada que lo poco que duermo es muy profundo. Aprovecho los ratitos que no doy el pecho o que él duerme.

—¿Cómo fue su nacimiento?

—Me puse de parto por la mañana y pensaba que sería natural, pero, al final, tuvimos que entrar en quirófano. Fue un poco de urgencia, pero salió todo bien.

HOLA 4072 Jesulín y María José Campanario©ANDREA SAVINI

—No hubo imágenes vuestras saliendo del hospital. ¿Fue intencionado?

—Para nada. Nos fuimos tranquilamente cuando me dieron el alta.

—Se ha dicho que os escondisteis.

—No tengo la necesidad de esconderme. Nunca lo he hecho. Cuando salí del hospital, no había prensa en la puerta. Según me comentaron, se había especulado con que ya habíamos salido antes, cuando mi hija vino al hospital.

“Lo nuestro fue un flechazo en toda regla. Sabía que me aportaba algo que no había encontrado en otra persona. Le dije: ‘Acuérdate de esta cara, que nunca se te va a olvidar’”, relata, Jesulín

—Al ser un parto por cesárea, necesitaste más días en el hospital. Nadie pensaba que seguirías allí.

—Exacto.

—Físicamente, ¿cómo te estás recuperando?

—No he cogido más de diez kilos en el embarazo, pero pesaba un poquito más que hace un tiempo por la medicación. Me quedará un año para volver a mi peso, pero, sinceramente, es lo que menos me importa. Ahora estoy feliz de la vida. Tengo lo más bonito del mundo.

—¿Cómo encuentras a Jesús en esta nueva paternidad?

—También muy diferente. Cuando tuve a mis otros dos hijos, Jesús estaba en activo y viajaba mucho. Ahora torea en festivales, muy de vez en cuando, así que pasa mucho tiempo en casa. Ya nos encargamos fifty-fifty. Creo que yo he cambiado dos pañales. Casi todos los está cambiando él.

HOLA 4072 Jesulín y María José Campanario©ANDREA SAVINI

—¿Se encarga de ello?

—Lo hacemos según viene. Si hay que cambiar al bebé, uno de los dos se encarga. Lo único que él no puede hacer es darle el pecho. Lo demás, entre los dos.

Sobre su relación con los Janeiro

—¿Falta alguien de la familia por conocer al bebé?

—No, no. Toda la familia lo conoce.

—Se ha dicho que había parte de la familia que no conocía aún al bebé, porque no hay buena relación.

—Bueno… Esto se va a decir toda la vida. Llevamos veinte años escuchando cosas así. Si tuviéramos que hacer caso… Sinceramente, no es así.

—¿Cómo es tu relación con la familia de tu marido?

—El sábado estuvimos todos juntos en mi casa.

—Han llegado a afirmar que no hay trato y se te ha apuntado a ti como la persona que está detrás de todo.

—Ah, siempre… Siempre tengo que ser la bruja mala. En todas las historias, con la familia de mi marido… No es verdad. Conocen al niño y todos los fines de semana o cada dos nos juntamos todos.

“No daban ni dos meses por nosotros. Supe que tendría que vivir con esos comentarios toda mi vida. Los que teníamos que tener fe éramos Jesús y yo. Y, fíjate, no ha salido tan mal”,

—¿Cómo se vive siendo la mala del cuento?

—Desde el principio lo fui. No interesaba que fuese buena, había que montar el novelón. En el de ‘Ambiciones’, me tocó el papel de mala malísima. Esta historia se monta para tener más audiencia y tuve que poner distancia. Hasta que lo consigues, lo pasas mal.

HOLA 4072 Jesulín y María José Campanario©ANDREA SAVINI

—¿Has recurrido a ayuda de especialistas por ello?

—Claro que sí, te afecta. Además, soy la primera que dice que, cuando se necesita ayuda, hay que pedirla.

—Ahora estáis disfrutando del pequeño, que ha llega­do en una fecha muy especial.

—No podríamos haber tenido mejor regalo para estos veinte años. De verdad. ¡Madre mía, veinte años! Se han pasado en un suspiro. Cuando uno está bien, también el tiempo pasa así de rápido.

—Pero muchos no daban por vosotros ni un año.

—Muchos ni dos meses. Pero no se funciona por el qué dirán. Supe rápido que tendría que convivir con ese tipo de comentarios toda mi vida… Los que teníamos que tener fe en nosotros y en nuestro proyecto de futuro éramos Jesús y yo. Y, fíjate, no nos ha salido tan mal (ríe).

—¿Qué es lo mejor de tu matrimonio?

—Sin duda, lo que nos reímos y lo feliz que me hace sentirme a su lado. También echarle de menos cuando no está. Esa sensación que a mucha gente le parecerá cursi o empalagosa, pero es así. No veo una vida sin mi marido.

—¿Cambiarías algo de estos veinte años?

—No serviría de nada. Me gusta vivir el presente, así que no miraría para atrás para cambiar nada.

—Quien sí ha cambiado es Jesús. Dice que es menos egoísta y más abierto de mente por ti.

—No voy a negar que ha evolucionado mucho, pero el trabajo lo ha hecho todo él.

HOLA 4072 Jesulín y María José Campanario©ANDREA SAVINI

—Hace veinte años, el carácter de Jesús era distinto. ¿Lo notas cambiado?

—El carácter era bastante parecido al de ahora, pero, quizá, el entorno profesional era más cerrado y puede que algo más machista. Hace veinte años, no imaginaba a mi marido cogiendo un pañal y cambiando al niño. Principalmente, por miedo a cogerlo, también te digo. Tampoco me imaginaba a mí trabajando a mil kilómetros de mi casa o estudiando otra carrera. Ya dije que, en su momento, él no llevaba bien que yo saliera de casa y no estuviese a su lado. En ese sentido, ha evolucionado muchísimo y entiende que tenemos que tener nuestro espacio.

—Jesús relata vuestro primer encuentro como de cuento. ¿Fue un flechazo real?

—Me gustó mucho el día que le conocí. Fue tomando un café en un restaurante cercano a El Bosque y él estaba con su familia. Luego, nos invitó al grupito que íbamos a la finca. Se mostró bastante interesado en mi trabajo de entonces, que era técnico de anatomía patológica, en el hospital de la Plana. Me pareció un tipo superinteresante, muy curioso. Supersimpatiquísmo. Luego, consiguió mi teléfono y empezamos a vernos. Y aquí estamos… ¡La mitad de mi vida!

—Jesús te dijo: “Acuérdate de esta cara, que no vas a olvidarla jamás”. ¿Qué pensaste ahí?

—En ese momento, nada. Cuando empezó a llamarme e insistir en vernos, ya empecé a sentir que pasaba algo. Si toreaba en Francia, él pasaba por Castellón y pedía a mi madre que hiciera una paellita. Pero, cuando me dijo eso, no le creí mucho la verdad (ríe).

—A lo mejor, podría sonar a sobrado.

—Quizá, en ese momento, pensase que iba un poco de sobrado, sí. Pero luego me di cuenta de que no. Es tan humilde y tan de corazón…

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—Entonces, Jesús vivía su máxima popularidad. ¿Era fácil veros?

—Sí, porque no iba yo sola. Luego, se pasaba por casa cuando toreaba cerca de Castellón. Nunca nos vieron. De hecho, a mí se me conoce un año después. Cuando tuvo el accidente de coche, ya llevábamos un año.

—Cuando saltó tu nombre a los medios, llegó la tormenta mediática. ¿En algún momento pensaste que no te compensaba?

—Empecé a tener seis coches en el trabajo. Incluso se metían dentro del hospital. Sí, llegué a pensar si me merecía la pena, pero ahí ya estaba muy pillada y muy enamorada.

—¿Qué es lo que más te atrae de su físico?

—Me gustan mucho sus ojos y sus manos. Bueno, y su trasero también (ríe).

Amor a prueba de rumores

—Jesús ha tenido fama de mujeriego. ¿Alguna vez has dudado de él?

—Jamás, en la vida. Nunca. No tengo por qué. No podría tener la mínima duda.

—Tienes claro que es una persona fiel.

—Desde la uñita del pie hasta el último pelo de la cabeza. No conozco a una persona más leal que mi marido.

—En estos años, ¿habéis tenido crisis reales?

—Según cuentan, hemos tenido millones de crisis. Es verdad que la cosa estuvo más tirante cuando quise volver a estudiar. A él le chocó mucho. Pero, al poco tiempo de empezar la universidad, lo entendió. Al final, una relación funciona si las personas tienen su espacio propio y yo necesitaba el mío. Me había venido de muchos kilómetros y lo había dejado absolutamente todo por formar una familia con él.

HOLA 4072 Jesulín y María José Campanario©ANDREA SAVINI
En estos veinte años de matrimonio, el diestro y la odontóloga han comprendido que uno de los secretos de su relación es respetar sus parcelas individuales, como la que disfruta Jesulín en su regreso a los ruedos. Por su parte, María José ha enfocado su carrera profesional hacia la odontología, aunque no piensa en reincorporarse a corto plazo, cuando termine su baja maternal.

—En estos años, os habéis enfrentado a todo tipo de obstáculos: la presión mediática, enfermedades, cogidas…

—Eso es la vida. Hay éxitos y fracasos, maravillas y accidentes. Lo he pasado mal con mi enfermedad, como él con sus cogidas y su accidente. Pero los dos hemos estado siempre al lado el uno del otro para cogernos de la mano y levantarnos. La verdad, Jesús tiene todos los galones, porque mi enfermedad es muy compli­cada.

—¿Qué has aprendido de tu marido?

—A saber templarme, no arrancarme… Antes, saltaba a la mínima. Cuando tocan algo mío… A su lado he aprendido que merece la pena respirar y hacer las cosas con más calma. Serenarte y vivir la vida más despacio. Es que me da tanta paz… Creo que eso se contagia un poco.

—¿Y le pondrías alguna pega a Jesús?

—Es muy ordenado, pero muy desastre para algunas cosas de la casa. Pero no puedo ponerle más pegas. Bueno, sí. Habla muchísimo y por teléfono... A veces, quiero decirle algo y no puedo porque está al teléfono.

—Durante estos años, ¿te has sentido envidiada por la felicidad con tu marido?

—No, no. De verdad que no. No creo que nadie haya sentido envidia. Además, nadie debería sentirla de nadie. Cada uno tiene su vida.

—¿Cómo has vivido su vuelta a los ruedos?

—¿Cuál de todas? (Ríe). Los toreros se retiran y vuelven, se retiran y vuelven. Es verdad que no ha vuelto a torear en corridas. Ahora hace cosas puntuales, festivales de toros. Le aplaudo, porque es joven. Sé que, si no lo hiciese, se aburriría muchísimo. Lleva casi toda la vida con su cuadrilla y necesita juntarse con ella, disfrutar de esos momentos. Jopé, es su profesión y la adora.

HOLA 4072 Jesulín y María José Campanario©ANDREA SAVINI

—Pero ahora se suma la llegada de un hijo…

—Nunca me ha gustado. Me preocupa desde el momento que sale de casa y coge un coche o un avión… Pero es que siempre he sabido con quién me casaba y sé qué es lo que ama. Lo paso mal, claro que sí, pero tengo que respetarlo.

—¿Y cómo están tus hijos mayores?

—Están fenomenal. Son buenísimos. Los adoro… Qué te voy a decir, soy su madre.

—¿En algún momento has temido su exposición mediática y que no controlaras la situación?

—No. Mis hijos cuentan con un asesoramiento legal, nuestros abogados. También está la Justicia. Mis hijos no son personajes conocidos por cuna o por tener una red social, como la tienen millones de adolescentes. Los hijos de famosos son famosos cuando vendían exclusivas o cuando cobraban por hacerlo, pero no es el caso de ninguno de mis hijos y ha sido brutal.

—¿Cuántos procedimientos tienes abiertos actualmente?

—Cuatro. Y hay que interponer alguno más.

—¿Y ha funcionado?

—Sí. He tenido cinco juicios y se han ganado las cinco demandas.

HOLA 4072 Jesulín y María José Campanario©ANDREA SAVINI
HOLA 4072 Jesulín y María José Campanario©ANDREA SAVINI
Jesulín y María José terminaron este día tan especial bailando enamorados. La anécdota se produjo cuando sonó la melodía de ‘Toda’, la inolvidable canción que el torero publicó en 1996. Como se aprecia en las imágenes, Jesulín no dudó en cantársela a su mujer, antes de protagonizar un romántico baile

—Antes quería preguntarte si te molestaría que tus hijos quisieran rentabilizar su imagen.

—Mientras no hagan daño a nadie, que hagan lo que quieran. Si alguno quiere ser creador de contenido en alguna red social, personaje público, mecánico o panadero, yo seré feliz.

—Se ha especulado con que habías ofrecido una operación estética a tu hija a cambio de que no se dedicara a la imagen. Suena rocambolesco, pero se ha dicho.

—No es verdad. Da miedo, porque se cuentan más mentiras que verdades… Si eso es así a todos los niveles… No es verdad… Estoy flipando.

—¿Cómo eres como suegra?

—¡Soy una suegra estupenda! Procuro hacerle la vida fácil a los amigos y parejas de mis hijos.

—¿Te ves siendo abuela pronto?

—No. Pero, si hago cálculos, tampoco quedan muchos años. Me gustaría ser una abuela joven, pero mis hijos todavía tienen mucho que vivir antes de ser papás y mamás.

HOLA 4072 Jesulín y María José Campanario©ANDREA SAVINI

—¿Tenéis planeado algún viaje o escapada estas vacaciones?

—No. El pequeño no puede ir a la playa todavía, así que nos quedaremos por aquí.

—¿Cuándo planeas regresar al trabajo?

—No siento ninguna presión y no me he puesto fecha. Ahora me apetece estar en casa con la familia. Probablemente, esperaré bastante tiempo. Sobre todo, intentaré trabajar más cerquita de casa. A largo plazo, me gustaría tener un negocio propio, pero mucho más adelante.

—Tras este tercer hijo, ¿cierras el cupo?

—A ver… (Ríe). Creo que debería cerrarlo. Es que son tan monos los bebés… (Echa una carcajada). Si hubiera tenido gritones y no dejaran dormir, pero hemos tenido mucha suerte.



Fotos: ANDREA SAVINI

Realización: BEATRIZ MORENO DE LA COVA

Localización: HOTEL RURAL FINCA LA CARREÑA (JEREZ DE LA FRONTERA)

Decoración floral: FLOR ENEA

Maquillaje y peluquería: JUANA POYATOS

Look 1: JESULÍN: CAMISA: ZARA/PANTALONES: EMIDIO TUCCI DE EL CORTE INGLÉS

Look 2: JESULÍN: GUAYABERA Y PANTALONES: EMIDIO TUCCI/ MOCASINES: DUSTIN DE EL CORTE INGLÉS

Look 3: MARÍA JOSÉ: KIMONO: ZARA.

Look 4: JESULÍN: POLO: LLOYD’S DE EL CORTE INGLÉS/PANTALÓN: POLO CLUB/MARÍA JOSÉ: VESTIDO CAMISERO: ZARA