Adriana Abenia nos cuenta todo sobre su nuevo proyecto, su hija Luna y mucho más: 'Las redes sociales a veces son diabólicas'

La presentadora, que estrena este domingo 'Callejeando', descubre a quién se parece su niña

Por Marina Ortiz Cortés

Adriana Abenia fue madre hace cuatro años de su hija Luna, que se ha convertido en su mejor compañera de aventuras, y después de una temporada en la que ha estado algo más distanciada de la televisión ha decidido volver por todo lo alto. Entre mayo y julio ha trabajado en Mundo Brasero, de Antena 3, pero ahora comienza una nueva aventura en Telemadrid, Callejeando, en donde estará acompañada por Óscar Martínez y Luis Muñoz para descubrir los lugares más originales de Madrid. Se estrena este domingo 31 a las 21.15 en la cadena autonómica. La creadora de contenido es de Zaragoza, pero ya hace mucho tiempo que vive en la capital, donde ha experimentado algunas de las emociones que le han cambiado la vida, como el nacimiento de su niña, fruto de su relacion con Sergio Abad, con quien comenzó a salir cuando era adolescente.

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En las últimas semanas, Adriana ha estado en boca de todos por una discusión pública con Tania Llasera, pero es que la comunicadora nunca duda a la hora de expresar sus opiniones. Hablamos con ella por teléfono, mientras disfruta de unas vacaciones en Cantabria, para descubrir algunos detalles de su rutina, cuál es su sitio favorito en Madrid, a quién se parece su hija Luna o sus mejores recuerdos después de más de una década en televisión. ¡Continúa leyendo para descubrir más sobre esta presentadora tan divertida!

Estrenas Callejeando, donde recorrerás Madrid, ¿cuál es tu rincón favorito de la ciudad?

Mi rincón favorito siempre será el Retiro y su palacio de cristal, pero de repente le han salido otros competidores que veréis muy pronto, por la zona de Chamberí o incluso un violinista que tocó el instrumento en un balcón para mí. Además es que de repente encontramos a personajes famosos por las calles, a los cuales entrevistamos, que tienen relación con esas calles. Y no da tiempo a aburrirse. Y no he visionado nada aún porque quiero hacerlo el domingo, me meteré en Twitter a ver qué dice la gente, a marujear.

¿Y no puede ser eso peligroso, el entrar en Twitter a leer opiniones?

No, a mí me gusta, me gusta el riesgo.

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¿Qué recuerdo es el que más atesoras de los que has vivido en Madrid?

Yo no soy de elegir una etapa en concreto sino que creo que cada una de ellas tiene su aquel. Pero claro, a nivel personal, aunque mi trabajo me encanta, yo en Madrid me he convertido en mamá. Probablemente ha sido el giro más drástico que he tenido en mi vida. Y encima me ha salido buenísima, como yo era un trasto pensé que me iba a salir una hija parecida. Pero me ha salido una hija muy, muy buena, y que si comiera bien ya sería perfecta.

Tu hija Luna acaba de cumplir 4 años, ¿en qué se parece más a ti y en qué a su padre?

Pues mira, se parece mucho a su padre en la memoria que tiene y en lo observadora que es a no ser que ponga el chip de “voy a enterarme de lo que estoy viendo”. Yo soy superdespistada. En lo demás yo creo que Luna es mi calco. Es idéntica a mí. Muy cariñosa, muy educada, nuestra hija está… no sé si ponerme a tener otro porque no me va a salir igual.

Bueno, te puede salir una versión diferente pero buenísima

No lo sé, es complicado cuando no hay abuelos en Madrid porque al final los dos somos de Zaragoza y sin embargo mis padres están viviendo en Cantabria, los de Sergio están en Tenerife. Entonces ya la vida se lleva de otra manera. Tienes que jugar con el espacio, con el tiempo… es difícil. Fuera de Madrid, con abuelos, habría repetido hazaña.

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Pero no lo descartas

No descarto nada, porque siempre digo que nunca volveré a ser mamá pero yo soy una caja de sorpresas y todo lo que dije un día cualquiera lo he echado todo al traste. Dije “no me casaré”, me casé. Además con vosotros, que estuvisteis. “No me quedaré embarazada, jamás seré madre”... y tantas otras cosas que ya nunca digo que no.

Durante el embarazo, ¿qué era lo que pensabas que no se ha cumplido?

Dejé que las cosas pasaran simplemente. Tuve muy en mente un consejo que alguien me dio que era que cuando no supiera qué hacer simplemente le diera amor. Y hasta ahora eso me ha funcionado. Trato de hablar con ella como si fuera mayor, los niños lo entienden todo, emociones, energías... Yo creo que es importante hacerles partícipes de casi todo y hablarles con propiedad, explicarles las cosas, se sienten importantes además y ganan en seguridad. 

Entonces imagino que sois mejores amigas

Bueno, la verdad es que es más mía que de Sergio. Con Sergio se ríe mucho más que conmigo pero cuando necesita algo más cercano a un abrazo, si se ha hecho daño, si necesita comida… acude a mí. Pero se ríe más con el padre y eso me fastidia porque yo soy más graciosa.

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¿A qué calle o rinconcito de Madrid, Cantabria o Zaragoza estás deseando llevarla cuando sea más mayor?

Ahora hacemos la ruta no de las calles sino de los centros comerciales, buscando el aire acondicionado.

¿Te gustaría que tu hija siguiera tus pasos?

Pues no, me gustaría que no se dedicara a nada de esto porque es un mundo muy inestable en el cual solo si tienes la cabeza muy bien amueblada puedes aguantar, y yo la tengo. Probablemente es la madurez que te dan los años. La Adriana de ahora está confeccionada a base de meter la pata muchas veces, pero ahora me siento muy segura de mí misma. A medida que pasan los años cada vez te da menos miedo decir lo que piensas, te puedes equivocar o no, pero creo que las palabras a veces dentro queman y yo soy más de sacar las cosas hacia fuera.

No presentabas desde 2019 y ahora tiene dos proyectos a la vez. Vuelves con todo.

Yo tengo el corazón dividido entre las redes sociales y la televisión. Las redes sociales es una parte importante de mi ingreso que te da la opción de… no de elegir pero sí de seleccionar un poquito, te tienes que sentir muy a gusto o te tiene que gustar mucho para llevarlo a cabo. Una vez que eres madre sopesas si te interesa más pasar más tiempo con Luna o hacerlo, ahora ya Luna es más independiente, va al colegio, me queda mucho tiempo libre… pero es verdad que hasta ahora he querido disfrutarla muchísimo. Nos ha pillado la pandemia de por medio, que a mí me vino muy grande… tenía terror a enfrentarme al mundo. Una vez me vacuné ya dije "se acabó". Pasé el covid hace relativamente poco, estoy inmunizadísima, beso, abrazo y vuelvo a vivir la vida como lo hacía antes. De manera que ahora ya la tele no se me escapa.

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¿Cuál dirías que fue el programa que más te curtió en la televisión?

Yo creo que Hazte un selfi. Aunque ya había presentado otros antes, galas de nochevieja, campanadas… Fue la primera vez en la que una cadena confió en mí para ponerme al mando de un programa con la responsabilidad que eso conlleva. Por eso creo que ese fue el programa que más me curtió. He hecho muchos y creo que todos han sumado de alguna manera. Ahora sí, si me preguntas en cuál me lo he pasado mejor, te diré que en Mira quién baila. No tenía más peso que el de ser una concursante, aprendiendo a bailar pero aquello fue tan maravilloso, me lo pasé tan bien que llegué a la final y eso que no apuntaba maneras, era como un pato mareado en la primera gala. Nunca he hecho nada que no quisiera hacer. Creo que he seleccionado bastante bien en ese sentido, aunque, por supuesto, me he equivocado como en otras tantas cosas, pero bueno, estoy feliz.

Y lo que aprendiste en Mira quién baila, ¿lo conservas?

No. Me da mucha pena, de hecho sigo siendo muy amiga de Pol Chamorro, que fue mi bailarín en el programa, y alguna vez le digo: "Venga Pol, hazme una coreo" y ya no confía en mí, me dice "Adri, venga, que vas a tardar dos días en aprenderla". Pero sí me habría gustado mantenerlo. De hecho, antes de empezar Mira quién baila yo estaba teniendo problemas brutales por una celiaquía no diagnosticada (no sentía los brazos y piernas, me faltaba coordinación) y justo coincidió el inicio del programa con mi mejora al empezar la dieta sin gluten y avancé a pasos agigantados. Mira quién baila fue como mi tabla de salvación. Volvía a sentir mi cuerpo, volvía a salir de esa nube en la que estaba inmersa. En ese sentido, el programa significó mucho para mí.

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Hace más de 10 años que trabajas como presentadora, ¿qué consejo le darías a tu yo que empezaba en el mundillo?

Creo que le diría que hay que aprender a decir que no en muchas ocasiones. Y tal vez al principio, cuando era más amateur, me daba miedo decirlo, pero hay que hacerlo para que te respeten y para que todo fluya. Y sobre todo me aconsejaría que cuidara mi salud porque nadie lo va a hacer si no lo haces tú. Ese ha sido mi talón de Aquiles desde que empecé en este mundo.

Llevas toda la vida con Sergio, ¿encontrar un amor así es una cuestión de suerte o se puede buscar?

En mi caso fue el azar, un flechazo. Le conocí en el instituto y en el momento en el que le vi por primera vez dije: "Es él". Y me costó casi un año conseguirlo, eh, porque él solo pensaba en fútbol. Aún así, no te digo yo que no me salga rana, porque entiendo que la gente se puede enamorar de otra persona, o de repente evolucionar hacia caminos opuestos y puede no salir todo lo bien que quieres. Pero pese a eso, y teniendo una hija en común, creo que no cambiaría nada de lo que ha sucedido. El respeto siempre está por encima de todo, de manera que si él alguna vez se enamorara de otra persona, lo único que le pediría es franqueza. La lealtad y la sinceridad tiene que ser primordial en una pareja, y hasta ahora lo hemos cumplido los dos.

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¿Cómo crees que tu hija, Luna, os ve como padres?

Jo, pues la verdad es que yo creo que lo estamos haciendo muy bien, si te digo la verdad. Creo que intentamos imponer ciertas rutinas, estamos ahora mismo creando los cimientos de su educación, pero no somos de gritar, no le hemos puesto la mano encima nunca. Yo tenía claro que esto no quería que sucediera con Luna, soy mucho de dialogar con ella porque creo que la violencia engendra violencia. Quiero que ella siempre vea en nosotros a unos padres a los que poder acudir en cualquier momento de su vida, cuando más y cuando menos lo necesite. Sumar años a veces da miedo, no por envejecer, sino por no poder estar con ella y seguirla en todo lo que planee en su vida, si decide convertirse algún día en mamá… Me gustaría poder llevarla de la mano y estar cerca de ella en todo momento, pero claro, esto biológicamente no es posible, a no ser que me congele o inventen algo.

Las redes sociales te ayudan a pasar tiempo con tu hija, pero ¿te ayudan o te perjudican en tu profesión?

Me ayudan, a excepción de esas veces que una palabra basta para liarla el resto de veces solo tengo palabras de agradecimiento. Y fíjate que me hice Instagram a regañadientes porque no me gusta nada hacerme fotos. De hecho, para no pedirle al resto que me las hagan voy con un disparador de Amazon que me costó 5,99 euros. Y creo que la maternidad me ha hecho mucho más creíble, a las marcas les gusta la manera en la que expongo mi vida, en su momento decidí mostrar la cara de Luna y no me arrepiento de haberlo hecho. Yo creo que está bien hacerlo con naturalidad porque no podría obviar una parte tan importante de mi vida, pero no quiere decir que el día de mañana lo siga haciendo. Pero eso, que me da muchas satisfacciones, y de cara a a promocionar mi trabajo… es una plataforma muy buena.

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Una opinión que diste en las redes sociales se planteó como un desencuentro con Tania Llasera, ¿crees que se exageró?

Hombre, por supuesto que sí. Las redes sociales a veces son diabólicas, muchas veces interesa que se haga una bola de algo, hay muchos intereses de por medio. Pero realmente fue un story en una tarde de domingo, en el cual yo simplemente quise decir una obviedad que no la digo yo, la dice la OMS, y es que la obesidad es una enfermedad y la anorexia también. Mi error fue señalar un ejemplo en concreto, que eso lo asumo. Yo quise simplemente plantear que si en un pasado habíamos cometido un error, sacando a chicas extremadamente delgadas en publicidades y demás, que se pensaba del ejemplo contrario, si era acertado o no. Fue un debate, en ningún momento hablé de estética, hablé de salud. Es una pena que el mundo esté tan polarizado, ya no se puede hablar de nada. Por otro lado, quizá no fue acertada la manera en la que Tania se metió en un tema que realmente no tenía más ‘tutía’, pero vamos, está ya solucionado y no hay ningún problema.

¿Lo hablasteis en privado vosotras?

Lo hablamos, a veces yo creo que ella se pasa de frenada, entre amigos es normal opinar de forma diferente y yo tengo la mente muy abierta. No nos interesa a ninguna de las dos este tipo de discusiones en público, la sororidad está por encima y hay que ponerla en práctica.