Joe Biden ha regresado a Washington. Después de dos semanas repletas de intensos compromisos profesionales por Europa, puesto que antes de asistir a la 32 º cumbre de la OTAN celebrada en Madrid estuvo con otros líderes del viejo continente en Alemania con motivo de la reunión del G7, el presidente de los Estados Unidos de América ha aterrizado en la Casa Blanca para retomar su agenda profesional de cara a las próximas elecciones parciales que se celebrarán en el mes de noviembre y que serán decisivas para su partido y su reelección como mandatario. Sin embargo, antes de ponerse manos a la obra con el trabajo, ha tenido un recibimiento de lo más caluroso, ya que, en los jardines de la casa presidencial, se encontraba el menor de sus siete nietos, Beau Biden de 2 años, con la que se ha fundido en un gran abrazo nada más verse.
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Quienes también han estado presentes en esta cariñosa reunión han sido su mujer, Jill, y su otra nieta, Maisy (20), que, durante estos días, han acompañado al líder norteamericano en su viaje por la capital de España. La influencer y su hermana, Finnegan (22), se han convertido en las protagonistas inesperadas de la delegación de Estados Unidos por su estilo, muy desenfadado, que han lucido a la hora de disfrutar de distintos planes de ocio por la ciudad, desde una jornada de tiendas hasta descubrir los placeres de la gastronomía local. Precisamente, las dos jóvenes son las hijas mayores de Hunter Biden, el hijo más controvertido de Joe Biden, nacidas del primer matrimonio de este con Kathleen Buhle. Mientras que el niño pequeño, es fruto de la última relación del abogado con Melissa Cohen.
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Beau Biden lleva el nombre de su fallecido tío, el primogénito del presidente que murió a los 46 años de edad a causa de un tumor cerebral. Estas fotografías son el reflejo perfecto de la importancia que tiene para el gobernador la familia. A sus 79 años ha logrado crear un hogar unido y de lo más numeroso después de que un accidente de tráfico sacudiera los cimientos de su vida personal en 1977, ya que en esta tragedia perdieron la vida su primera esposa, Neilia, y su hija mayor, Naomi. A pesar del dolor por lo ocurrido, pudo recuperar la ilusión junto a Jill, que siempre ha estado muy bien integrada con los descendientes de su marido.
Así mismo, han sido las mujeres de la familia, entre las que también se encuentran sus otras nietas, Natalie (17) y Naomi (29), quienes han ejercido como representantes en las campañas electorales del representante demócrata y fueron un apoyo clave para que el político diera el paso a presentarse a las elecciones generales del país en las que luchaba por el puesto contra Donald Trump.
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