Esto es lo que Mario Cimarro, de 'Pasión de Gavilanes', ha aprendido en sus 10 años alejado de la televisión

El actor cubano no participaba en una serie desde 2011

Por hola.com

Mario Cimarro, de 50 años, ha vuelto a la pequeña pantalla de manera triunfal metiéndose de nuevo en la piel del inolvidable Juan Reyes en la segunda parte de Pasión de Gavilanes, la telenovela que le catapultó a la fama a nivel mundial hace casi dos décadas y lo convirtió en uno de los galanes favoritos de los espectadores. A pesar del éxito sin precedentes que cosechó la ficción colombiana, el actor cubano permaneció aproximadamente una década alejado de las pantallas. En este tiempo, las cosas han cambiado mucho, tanto en el medio televisivo como en su interior, y, ahora, tiene una perspectiva y una visión muy diferente a la de entonces y en este momento va con pies de plomo. "Ya no confío tan fácil. Como actor, uno nutre mucho el niño interior y se entrega al proceso, pues la imaginación es fundamental para interpretar", explicó el protagonista de El cuerpo del deseo al diario colombiano El Tiempo durante una entrevista. "Esa inocencia hay que tratar de mantenerla intacta como profesional, pero no como persona", afirmaba. 

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Mario ha sorprendido con la energía renovada que ha inyectado de nuevo a su personaje, un papel que, a pesar de las casi dos décadas que interpretó, siempre ha permanecido en el recuerdo de sus fans. "En estos últimos 18 o 19 años los fans no han dejado descansar a Juan Reyes y se han encargado de mantenerlo vivo", explicó el actor a la versión española de People. "Ya sea a través de emails de fans, presentaciones en vivo o cameos donde Juan ha continuado teniendo un sinnúmero de experiencias y vivencias muy interesantes". Esa es una de las partes más bonitas de la actuación, que los personajes cobren vida más allá de la pantalla y el actor cubano lo ha conseguido a través del hermano mayor de los hermanos Reyes.

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Su ausencia de la televisión, según explicó el propio Cimarro en 2019, se debe al acoso que ha padecido por parte de la industria televisiva. Algo sobre lo que decidió alzar su voz y que compartió a través de un video con sus seguidores. "La violencia no debería ser normalizada, todo lo que se necesita para acabar con una vida es un golpe, un empujón. Yo soy superviviente de la violencia; violencia ordenada por ejecutivos, directivos y productores en nombre del rating", explicaba. El conocido intérprete de telenovelas ha denunciado que en más de una ocasión personas con poder han dado órdenes de atacarlo en el escenario o mientras realizaba su trabajo. "Cómo es posible que hagan eso, utilizan un vacío legal mediante la contratación y financiamiento de empresas externas. Para intimidar, discriminar y difamar al trabajador". Mario hizo público este testimonio, tanto en español como inglés, e invitó a sus fans a compartirlo. 

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Su faceta profesional ha vuelto a despegar y se encuentra muy feliz con su vuelta a la televisión. Un periodo de alegría que también vive a nivel personal. El actor cubano mantiene una relación sentimental con la modelo y bailarina eslovaca Bronislava Gregusova, con la que comparte su vida desde 2019. El intérprete estuvo casado con la actriz venezolana Natalia Stregnard, a quien conoció durante el rodaje de Mi gorda bella, la pareja pasó por el altar en 1999, una historia de amor que finalizó en 2006. A sus 50 años, Mario tiene un físico envidiable por el que suspira medio mundo, pero no es fruto del azar sino de una férrea disciplina. Es un gran amante de los deportes y se levanta todos los días a las 4 de la mañana, hace ejercicio y, si está en algún proyecto, se va al set de grabación al que llega con 45 minutos de antelación "para estar listo con la caracterización, para volver a estudiar las letras y para ser útil en lo que se necesite", desveló en El tiempo.