De su experiencia en 'La Voz' al importante papel de su madre en su carrera: hablamos con Antonio José

El artista presenta 'Fénix', su séptimo disco, un álbum en el que cuenta con las colaboraciones internacionales de Alejandro Fernández, Morat, Andrés Cepeda y el dúo SanLuis

Por B. Moreno

Antonio José resurge de sus cenizas con Fénix, su séptimo trabajo discográfico. Un álbum muy especial que, como él mismo afirma, ha supuesto un antes y después en su carrera. Tras dos años de silencio, ha hecho un valiente relato autobiográfico y estas canciones son el resultado de momentos vitales complicados por los que ha atravesado el artista durante este tiempo. En lo personal, plasma un bache sentimental del intérprete de Tú me obligaste provocado por una ruptura. En lo profesional, está marcado por los duros tiempos que ha vivido la industria musical a consecuencia de la cancelación de giras y conciertos debido al coronavirus.

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Antonio José, de 26 años, sintió que tocaba fondo y la música ha sido su vía de escape y lo que le ha devuelto la vida y el alma. En este nuevo trabajo, el ganador de La Voz en 2015 se ha querido rodear de grandes amigos y cuenta con colaboraciones internacionales como las de Alejandro Fernández, Morat, Andrés Cepeda y el dúo SanLuis. Quien quiera saber realmente cómo es solo tiene que escuchar No fue en vano, y En voz alta las dos canciones más personales del disco donde cuenta todo lo que ha vivido "dentro de mi casa, de mi corazón y de mi entorno".

- ¿Qué sentimientos y qué sensaciones hay escondidas en Fénix?
Está mi vida de pe a pa, sobre todo, lo que me ha ocurrido durante estos dos últimos años. Tener todo eso plasmado en 11 canciones donde cada una tiene un motivo, me hace recordar los momentos que he travesado durante todo este tiempo y me hacen darme cuenta de lo importante que es la música para mí y mi vida: me ha ayudado un montón, me ha hecho evadirme de todo lo que estábamos viviendo.

- Fénix, es toda una declaración de intenciones: resurgir de tus cenizas… ¿este trabajo ha sido una terapia para ti?
¡Sí, totalmente! Ha sido mi manera de evadirme de todo lo que me ha pasado en estos dos años, tanto en lo profesional como en lo personal, ha sido mi terapia, mi psicólogo y mi todo. Diría que es mi ojito derecho.

- ¿Podríamos decir que Antídoto, tu anterior trabajo, mostraba cómo es Antonio José en su forma de ser y sus orígenes, pero Fénix nos descubre cómo sientes, tu parte más íntima?
¡Totalmente! Así siento, así siente este niño que está por dentro. Así veo la vida y poco más, escuchar este disco es conocerme y. para mí. eso tiene muchísimo valor porque es lo que quería conseguir.

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- ¿Cuanto más se desnuda uno en sus canciones menos le ven y más se reconocen los demás en sus temas?
Eso es el poder de la música y lo bonito que tiene; una vez que sale una canción ya deja de ser parte de ti y se convierte en algo de todo aquel que la escuche y hace de ella su propia historia. Plasmar tantas historias en el corazón de las personas es algo que no tiene precio para un autor o intérprete.

- ¿Tan difícil ha sido todo lo que has vivido como para necesitar tocar el fondo para impulsarte a la superficie?
Sí, este año he tenido momentos bastantes complicados con ciertas cosas que han sido difíciles de asimilar. Todos pasamos por una época así, porque todos somos humanos y no hay que tener miedo a contarlo ni a decirlo, creo que es necesario. Hay que intentar salir lo más fuertes posibles para llegar bien allí arriba. Yo siempre intento ver la vida de una manera positiva y, obviamente, siempre me refugio en la música, en los lugares donde me siento más yo… y es que este disco está creado ahí, por lo que tiene un sentido y una magia diferente a todo lo que he hecho.

- ¿Qué haces cuando estás triste o tienes un mal día para levantar el ánimo?
Me gusta irme a andar por el campo que, por suerte, lo tengo cerca de casa. Me voy a Cádiz, es mi lugar de retiro y donde más me gusta estar, paseo por la playa tranquilo… disfruto de los lugares donde me siento más yo llenándome de energía. Y, sobre todo, me gusta estar con mi familia y con las personas que realmente me quieren y me abrazan de verdad.

- Un disco hecho con el corazón roto con el que ayudas a recomponer el de las personas que lo escuchen…
¡Qué bonito eso que dices! Me emociona mucho porque es lo que intento hacer siempre: No escribir de una forma negativa, sino plasmar la realidad pero con un mensaje optimista. Hay cosas en la vida que pasan porque tienen que pasar, pero la vida sigue, que es lo más importante.

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- Como decías antes, todos somos humanos y ninguno estamos libres de sufrir un mal de amores, a veces la gente piensa que por ser una persona con éxito uno no tiene estos problemas.
Pues claro que se tienen, por suerte y por desgracia, como todo en esta vida.

- Te han visto llorar, single de presentación, es un tema con una letra muy visual que habla de una ruptura y que, al escucharlo, uno puede imaginarse perfectamente la historia en su cabeza
Salió así porque lo estaba viviendo así. Y tuve la suerte de poder escribirla con David Santiesteban, él sabe la manera que yo tengo de sentir y me ayuda a sacar cosas que ni yo sabía que tenía dentro, es ese fragmento de mi corazón, un trozo de mi alma hecha canción.

- Un disco refleja musicalmente el momento que atraviesa el artista cuando lo crea, cuando escuches este trabajo en el futuro, ¿qué imágenes vendrán a tu mente?
Me recordará la historia que he vivido y yo estaré superagradecido de que lo haga, porque estos dos años han dejado huella en mis adentros, me han marcado, y este disco también. Cuando eche la vista atrás lo voy a recordar con muchísimo cariño, con una sonrisa enorme y ojalá pueda decir que cuántas cosas bonitas me trajo.

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- Como compositor, ¿a qué se niega tu guitarra?
Al final vas contando lo que vives, ni más ni menos. Es muy complicado, al menos para mí, hablar sobre cosas que no he vivido y que no he sentido en mis propias carnes. Eso es lo bonito de la música y lo más de piel que, cuando escribes algo que tú has pasado, lo tienes un poquito más fácil para llegar a la gente.

- Y en la vida, ¿a qué se niega o ante que se rebela Antonio José?
No me gusta la gente falsa, hipócrita, los que delante de ti tienen una cara y por la espalda te clavan un cuchillo. Me gustan las personas sinceras, de verdad, que van con la humildad por delante. Lo que peor llevo en este mundo es encontrarme con gente que viene a poner zancadillas, de estos siempre habrá… y será señal de que todo va bien.

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- ¿Cómo surgió Tal vez?, la canción donde has hecho un dueto con uno de las personas por las que aprendiste a amar la música, Alejandro Fernández.
Lo conocí en el Festival de Starlite porque me lo presentó Luis Fonsi e intercambiamos los teléfonos. Yo le decía que desde muy pequeño era un gran admirador suyo, que mi madre también, porque en mi casa se había escuchado su música desde que tengo uso de razón. Pequé de atrevido y le dije: “Alejandro, me encantaría cantar algún día contigo una canción y… si es mía, mejor” (Risas) Y él, supersimpático, me dijo: “Quédate con mi número y pásame algo que lo voy a escuchar”. Le mandé esta canción y hoy es una realidad: ¡canto con Alejandro Fernández! Yo no me lo podía creer, en mi casa tampoco pero... ¡ha pasado! Es que yo cantaba por ahí sus canciones con mi guitarra y ahora comparto con él un tema mío, es que eso es único, un sueño. No todos los artistas de su nivel tienen la generosidad de tenderte la mano y de saber que todos pasamos por ahí y él lo hizo. Le estoy muy agradecido por su cariño y por todo lo que ha hecho.

- ¿Tienes alguna anécdota con él durante la grabación de la canción o del videoclip?
Es muy profesional y le gusta estar muy concentrado en todo lo que hace. Después de rodar se iba a recorrer toda la costa de España, Francia e Italia… me pasaba vídeos y yo le decía:"¡Para ya, que me pones los dientes largos y eso no mola!" Es un tío que ha compartido muchas cosas conmigo y que lo sigue haciendo, por lo que siempre le estaré superagradecido.

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- Tu madre es la principal artífice de que estés hoy cumpliendo estos sueños, ya que no te dejó nunca tirar la toalla.
Mis padres pero, sobre todo, mi madre es la tiene la culpa de que yo hoy esté disfrutando con lo que más quiero en esta vida, que es la música y de que no lo dejara. Ellos nunca me han abandonado, han sido los pilares fundamentales de todo, dos personas maravillosas que han dedicado todo su tiempo y se han entregado en cuerpo y alma para que yo pueda tenerlo todo en mi vida y pueda cumplir mi sueño.

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- Hubo un momento el que pensaste en dejar la música y fue La Voz la que hizo que eso no ocurriese.
En realidad fue mi madre (risas), si no hubiera sido por ella no hubiera ido a ningún lado y hoy estaría haciendo otra cosa, o no, igual también estaría cantando y habría llegado por otro medio. Pero fue mi madre, ella es la verdadera culpable de todo esto.

- ¿Y hubieras sido realmente capaz de dejar la música de manera definitiva?
Sí, yo estaba pendiente de otras cosas… ya no tenía tantas ganas de hacer música.

- Háblame de tu experiencia en La Voz, pasaste de ser concursante a ser asesor, ¿dónde lo pasabas peor, como concursante sobre el escenario o juzgando a los talents?
Actuar es mucho más fácil, cantar allí o en cualquier sitio. Es un programa por donde pasan grandes voces y estás ahí para disfrutar de gente que tiene un talento increíble.Yo estaba allí para a yudar, primero a Antonio y luego a Paulina, te otorgan un papel, a veces bueno, a veces malo, y eso no mola mucho, pero la experiencia fue muy bonita, eso sí tengo que decirlo.

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- Si te borraran de la mente tu música, estuvieras sentado en ese sillón rojo y tuvieras la oportunidad de escucharte por primera vez, ¿qué pensarías?
¡Buf, pues no lo sé! Al fin y al cabo es difícil desprenderse de uno mismo, ponerte en tu lugar y verte desde fuera, es un ejercicio complicado… No sé, lo vería con los ojos de alguien que no conoce. Si lo hace bien, para dentro, y si lo hace mal, pues nada: “Chico, ¡el año que viene nos vemos!” (Risas)

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- ¿Te volverías a presentar con la misma canción?
No, no me volvería a presentar.

- ¿Por qué?
Porque ya lo he hecho una vez.

- Me refería en el caso en el que no hubieras entrado al programa.
No, lo hubiera dejado, mi madre fue la culpable de que yo fuera. No lo iba a hacer ni siquiera cuando aún no lo había hecho. (Risas)

- Te he escuchado decir que eres igual de feliz llenando un Wizink Center que cuando llenabas un local para 50 personas, que lo importante es poder cantar.
¡Pues claro, es que es así! De ahí vengo realmente, La Voz no fue nada. Yo ya venía haciendo mis conciertos en mis salas, con mi guitarra, con mi guitarrista, recorriendo kilómetros en el coche de mi padre, haciendo tres bolos seguidos por diferentes salas… Yo vengo de ahí, y está muy bien, obviamente, a todos nos gusta jugar en primera división, luchamos para eso, pero que si un día se me propone tocar para mi gente en una salita, pues claro que lo hago, porque es incluso más especial. Y lo he hecho, me han llamado de salitas preguntando que si me apetecía ir a cantar y lo he hecho porque me apetecía mucho.

- ¿Qué ha aprendido el artista de la persona y qué ha aprendido Antonio José del músico?
Fíjate que yo eso lo he llevado a rajatabla, siempre que me bajo de un escenario me quito el disfraz. Intento que la persona nunca se vaya, que sea la base y que el artista sea el complemento. Es siempre el artista el que entra y sale de la persona, no le dejo que se quede siempre y se coma a la persona, aparte porque me aburre, es un rollazo eso. No sé cómo hay artistas a los que les gusta serlo 24 horas, no lo entiendo. A mi me gusta ser persona y cuando me subo a un escenario desvivirme por darle lo mejor a mi público y demostrarles el artista que hay aquí arriba, pero luego cuando bajo, demostrarles que soy alguien normal.

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- En una entrevista te pregunté que qué tenía la música para que lo hubieras dejado todo por ella y me dijiste: "Espero tener esta entrevista contigo dentro de unos años y contestarte: "Ya sé lo que tenía la música para mí"". ¿Ya lo sabes?
Fíjate que mientras me hacías la pregunta estaba pensando en la respuesta… y no tenía ni idea, ¡todavía no tengo ni idea! Porque yo creo que lo voy a seguir descubriendo hasta el día que me vaya de aquí o me salgan gallos o yo qué sé. Lo único que te puedo decir es que la música es mi todo, mi templo, mi religión, jugar en este sentido con los sentimientos es algo maravilloso, y poder transmitirle a tanta gente cómo sientes y cómo eres, no tiene precio ninguno. Es un sueño.

- Este sería en lo profesional, pero, ¿cuáles serían tus sueños en el terreno personal?
Soy bastante tradicional para ese tipo de cosas: encontrar a una gran mujer, casarme con ella, tener unos maravillosos hijos, un hogar lleno de amor y felicidad y darle lo mejor a mi familia. Y, el día de mañana, retirarme con mi señora esposa en un lugar paradisiaco, estar en bata, con buen vino, queso, disfrutar de la vida, viajar y conocer mundo con ella.