En España lo conocimos como el delincuente Ferhat Aslan en Amor en blanco y negro, pero con su interpretación de Mehdi en Mi hogar, mi destino ha causado sensación a nivel mundial. Ibahim Çelikkol se ha convertido en uno de los actores turcos más solicitados y cotizados del momento y no cesa de sumar nuevos proyectos. Tras finalizar en abril las grabaciones de la citada telenovela, se embarcó en una nueva serie para Netflix, Kus Uçusu (El vuelo del pájaro), y ahora se ha sabido que será el nuevo galán en la cuarta temporada de la exitosa Tierra amarga. Con la salida de la ficción de Murat Ünalmis, el actor dará vida a Hakan Gümüşoğlu, que vivirá una historia de amor con Züleyha (Hilal Altınbilek).
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Ibrahim nació el día de los enamorados de 1982, en Izmi, Turquía. Su madre, Süehyl, es de origen musulmán y su padre, Ayper, árabe. Debido a su gran altura, fue jugador de baloncesto profesional, incluso llegó a ser convocado con la selección nacional sub-20 de su país, algo que compaginó durante algunos años con su carrera de modelo. Sin embargo, a los 18 años, la muerte de su padre, que fue jugador de fútbol, supuso un gran varapalo para él y abandonó las canchas para centrarse en las pasarelas, donde brillaba con luz propia y era el preferido de muchos diseñadores de renombre internacional.
Fue el director turco Osman Sinav el que cambió la vida de Ibrahim ya que en 2008 se fijó en él y le dio la oportunidad de interpretar su primer papel dando vida al capitán Şamil Baturay en Pars: Narkoterör. Gracias a esa interpretación, su fama creció y se convirtió en uno de los rostros más reconocidos de la industria audiovisual turca. Desde ese momento, no ha dejado de trabajar encadenando un proyecto tras otro. Sus últimos trabajos en la pequeña pantalla han sido las novelas Siyah Beyaz Aşk, donde interpretaba a Ferhat Aslan, o Mi hogar, mi destino, en la que dio vida al humilde mecánico Mehdi. En esta ficción compartía protagonismo con Demet Özdemir (Erkenci Kus) y la química entre ambos les ha convertido en una de las parejas televisivas favoritas del público.
Algunas de sus pasiones
Podríamos hacernos una idea, por su pasado como profesional del baloncesto, de que es un apasionado de los deportes en general y podemos confirmar que así es, a tenor de las fotografias que comparte, siempre que tiene ocasión, con sus casi dos millones de seguidores, practicando alguno de ellos, no importa la disciplina: gimnasia, baloncesto, esquí acuático, acroyoga o boxeo, entre otros. También es amante de los animales, en especial de los perros. Tiene uno, Jozi, pero en su perfil podemos apreciar imágenes en compañía no solo de su mascota, sino de muchos otros y afirma que disfruta pasando su tiempo con ellos al aire libre.
Su mayor tesoro y el secreto de su felididad
La primera relación amorosa que se le conoció fue junto a Deniz Çakir, su compañera de reparto en la serie Iffet. Su noviazgo duró tres años y medio y, según cuenta la prensa turca, no acabó de manera muy amistosa. En la actualidad, Ibrahim ha encontrado a su alma gemela y está felizmente casado, desde 2017, con la arquitecta Mirhe Mutlu, con quien pasó por el altar en Dacta, Turquía, en una ceremonia muy especial en la que ambos eligieron ir vestidos con túnicas blancas y coronas doradas en la cabeza. El 5 de febrero de 2019 su alegría se vio colmada con la llegada al mundo de Ali, su primer hijo, del que no deja de compartir entrañables imágenes mostrando el amor que siente por el pequeño.
En primera línea contra el fuego
Tras una semana de incendios activos en Turquía, la situación sigue siendo dramática. El país está sumido en una situación desesperada con cientos de fuegos que no pueden ser controlados y que han devastado ya más de 95.000 hectáreas. Ante la enorme magnitud de los acontecimientos, el actor no lo ha dudado ni un segundo y se ha unido a un equipo de bomberos en la zona de la central termoeléctrica de Milas, hacia donde se acercaban las llamas. En unas imágenes, que se han vuelto virales, se puede ver al intérprete tratando de sofocar las llamas, ataviado con un traje ignífugo para protegerse del fuego, pero sin casco y sin equipo de respiración. Sin duda, un ejemplo de solidaridad y valentía.
