Kiko Matamoros ha decidido pasar de nuevo por el quirófano para hacerse algunos retoques estéticos. Después de 13 días sin acudir a 'Sálvame' para recuperarse, sus compañeros le han preparado una gran vuelta al trabajo con las reacciones a su nuevo aspecto como protagonistas de la tarde. Kiko llegaba en ambulancia y tapado para sorprender a todos con el resultado de su nuevo aspecto. De hecho, el colaborador de televisión enseñaba también fotografías de la operación múltiple que provocaban un gran sofoco en algunos compañeros, como Lydia Lozano. "Estoy un poco mareado, pero creo que es porque he estado esperando ahí tumbado una hora, asfixiado. Tengo que estar enfajado hasta el miércoles de la semana que viene", comenzaba diciendo mientras se quitaba la gorra, la mascarilla y las gafas de sol.
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"Madre mía, todavía no te lo has quitado y ya te lo noto un montón", comenzaba Gema López al verlo entrar en plató. Hasta ahora es la duodécima intervención estética a la que se somete: se ha pegado las orejas, arreglado la nariz, estirado la cara, tocado el cuello, quitado las bolsas, un implante capilar, modificado los párpados y subido las cejas. Y mientras sus compañeros podían ver sus nuevos párpados, la incisión que le han hecho en la oreja y las fajas, Matamoros explicaba qué es lo que verdaderemente se había hecho en esta nueva múltiple intervención. Se ha extirpado las glándulas mamarias, se ha hecho una liposucción en la que le han quitado tres litros de grasa y le han colocado unas cánulas bajo la piel que drenarán el líquido para dejar a la vista sus abdominales naturales. "Lo de las glándulas mamarias ha sido porque es algo que tiene el hombre y que no vale absolutamente nada. No cumplen ninguna función biológica y encima puedes sufrir cáncer de mama. No es muy habitual pero se produce. No me ha dolido nada, lo que sí es molesto es lo del abdomen porque no pensaba que tenía tanta grasa. La verdad que últimamente me había descuidado en ese sentido", reconocía.
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El equipo de Sálvame se sorprendía al enterarse de que solamente fueron cuatro horas de cirugía y él explicaba que la operación de su abdomen no tenía nada que ver con la de Leticia Sabater o Miguel Frigenti. "Lo mío marca los abdominales naturales. No es un plancha ni relleno sino que hay unas cánulas pegadas en la piel para marcar. Se produce una fibrosis que luego desaparece. Esto es un proceso de seis meses hasta que se pueda ver el resultado final y hasta dentro de tres no sabré cuántos kilos he perdido. Me hacen las curas en la clínica una vez cada dos días. No le quiero recomendar que se opere a nadie, yo respeto a todo el mundo, pero lo he hecho porque quiero llegar a los 70 como si tuviera 40", explicaba el colaborador.
