Entrevista con Goya Toledo: de su confinamiento de Bahamas al secreto de su matrimonio con el roquero Graig Ross

—Al margen de la serie Veneno, que ha arrasado en Estados Unidos, llevas tiempo sin salir en pantalla, ¿no te llegan proyectos o no te interesan los que te ofrecen?

—Igual he estado fuera o he estado en otro proceso de vida... Pero he vuelto con muchas ganas de trabajar.

—¿Has estado más volcada en tu vida personal?

—Quizá, sí le he dedicado más tiempo, pero sin abandonar el trabajo. No sé... No te puedo responder a esta pregunta porque no sé qué ha pasado realmente.

—Algunas actrices se quejan de la ausencia de papeles para mujeres de más de treinta años, ¿qué trabajos te ofrecen?

—Ahora me están ofreciendo papeles de hermana mayor. Lo bonito de la vida es vivir el proceso y cumplir los años que te tocan cumplir de la mejor manera. Una madre no lo puede hacer una niña de veinte años si tiene una niña de quince. Siempre tiene que haber papeles para mujeres de cuarenta, cincuenta, sesenta, setenta, ochenta... Se tienen que contar más historias con esos personajes.

—¿Cómo has vivido la pandemia?

—Fundamentalmente, con la familia. He estado cuatro meses encerrada.

—¿En Canarias, tu tierra?

—No, en Bahamas, porque cerraron todos los aeropuertos. Afortunadamente, allí podía respirar oxígeno y estar al aire libre, pero tenía muchas ganas de venir a España.

©JI VISERAS

—¿Cuándo pudiste regresar?

—En julio. Volví y rodé —Veneno—, pero he estado viajando y haciendo otras cosas.

—La pandemia ha afectado mucho a los artistas, tanto a ti, que eres actriz, como a tu marido, que es músico. ¿Cómo habéis vivido estos momentos de incertidumbre e inseguridad durante este año sin trabajar?

—Él ha estado trabajando, porque también es compositor y ha estado componiendo con Lenny Kravitz. No han parado, que eso está fenomenal. En mi caso, he dedicado este tiempo para formarme, para dar mis clases.

—¿Cómo se lleva un matrimonio a distancia? ¿Viene Craig o vas más tú a Estados Unidos?

—No cuenta quién viene y quién va, sino el que pueda, viene.

—Pero eso supone sacrificar...

—Sí, pero después de doce años juntos... No sé cómo lo hemos hecho, pero hemos llegado hasta aquí y ojalá siga toda la vida.

—Algo que no se conoce demasiado de ti es tu faceta como estilista —bajo el pseudónimo Gregoria Stylist—.

—Es una parte mía que hice hace tiempo. Me encanta hacer creaciones, crear...

—Pero sigues encargándote de los looks de Penélope.

—No hago looks. He hecho alguna campaña que me gusta, como creativa.

—¿Lo has dejado aparcado?

—Lo hago cuando me apetece. Lo primordial es mi trabajo como actriz y lo otro es una especie de hobby.

—Hace unas semanas, felicitaste a Penélope Cruz por su cumpleaños y la calificaste como tu “mejor amiga” y “mejor compañera de vida”. Para que luego digan que en la industria hay rivalidad.

—Penélope es una persona maravillosa, con un corazón enorme. Nos conocimos cuando estábamos estudiando Arte Dramático, con Cristina Rota. Fuimos amigas antes de ser actrices y hemos conservado nuestra amistad.

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