Alfred, la vida después de Operación Triunfo y una depresión
El cantante sorprendió con la decisión de retirarse de la música durante un tiempo después de una etapa de trabajo incansable, en la que también publicó su primer libro
Tu período de prueba gratuita en ¡HOLA!+ se ha activado con éxito
Disfruta de todo el contenido totalmente gratis durante 7 días.
Recuerda navegar con tu sesión iniciada.
Ya tienes una suscripción activa.
Recuerda navegar con tu sesión iniciada.
Hace cuatro años, España vivía el regreso del concurso musical más importante de la televisión. Operación Triunfo llegaba nuevamente a las pantallas de TVE tras seis años de ausencia. En el retorno del ciclo, conducido por Roberto Leal, dieciséis concursantes ingresaron en la Academia dirigida por Noemi Galera en busca de consagrarse como las nuevas estrellas de la música. El formato ya había sido cuna de estrellas de la canción y, en esta emisión, lo volvió a conseguir. Logró batir récords de audiencia y una inusitada cantidad de seguidores, que, día a día, seguían las peripecias de los participantes, entre ellos Alfred García, uno de los que más llamó la atención.
El oriundo de El Prát de Llobregat conquistó a la audiencia, a sus veinte años, con su talento para tocar múltiples instrumentos, sus interpretaciones, su frescura y, principalmente, por su romance con otra de los concursantes, Amaia Romero, con quien llegó a la final acompañados por Ana Guerra, Miriam Rodríguez y Aitana.
Alfred quedó en cuarta posición y Amaia ganó el concurso, pero el camino de los dos les tenía un nuevo desafío al ser elegidos por el público para representar a España en el Festival Eurovisión en el año 2017. La pareja defendió al país interpretando Tu canción, que rápidamente se convirtió en un éxito de ventas. Antes de partir al festival, Alfred y Amaia fueron homenajeados en un concierto llamado Amaia, Alfred y amigos donde cantaron algunos de sus temas favoritos con artistas. Pero, pese a la gran expectativa, en el festival no cumplieron con el objetivo deseado y quedaron en el puesto número 23.
Durante los dos años siguientes, Alfred García vivió sus años más vertiginosos. Realizó apariciones en shows de reconocidos cantantes, participó en festivales, se hizo con discos de oro en solitario gracias a la canción Que nos sigan las luces y publicó 1016, uno de los álbumes más vendidos del año con el que batió récords de recitales con entradas agotadas tanto en España como en Argentina, donde se presentó en dos ocasiones, y publicó su libro de poesías, Otra luz.
En medio de la ebullición mediática en donde la prensa musical estaba expectante de su material y la prensa del corazón seguía sus crisis sentimentales con Amaia, con quien rompió a finales de 2018, y le ligaba posibles romances, Alfred decidió poner pausa a su carrera, agobiado por lo que le tocaba vivir siendo tan joven. “He estado durante mucho tiempo que me perseguían fotógrafos y es una cosa que a mí me presionaba bastante en mi día a día. Intentaba llevar una vida normal, pero no podía hacerlo”.
El joven se tomó el año para viajar y trabajar en su nuevo material discográfico en calma, sin la presión de la prensa respirándole detrás. Esta serie de aventuras donde buscaba nuevas experiencias y enriquecerse musicalmente fue vital para tomar impulso y retornar de la mejor manera.
Lo que viene para Alfred es más que prometedor. Recientemente ha colaborado con otra extriunfita, Samantha, en la composición de dos canciones para su nuevo proyecto y ha lanzado Los espabilados, canción que lleva el título de la flamante serie creada por su amigo Albert Espinosa. ”Creo que es muy necesaria esta serie porque nos habla del talento que tienen esos niños más allá de su enfermedad”, declaró.
Tal y como explicaba Alfred García en la presentación del proyecto, su amistad con Albert no es algo nuevo, aunque sí casual: “Conocí a Albert Espinosa el 21 de junio de 2017. Yo estaba pasando por una depresión gigante por la pérdida de mi primo Daniel, que murió de cáncer unos meses atrás. La depresión me paralizaba, pero los libros y la música me hacían olvidarme de esa voz llamada ansiedad. Devoraba libros, entre ellos los de Albert; y ese día del que os hablo, me enfrentaba a mi primer concierto después de meses sin asistir a ninguno: Tony Bennett en el Festival de Pedralbes. Llegué a mi asiento y ocurrió lo imposible: Albert Espinosa se sentó delante de mí. Sin pensarlo, me senté a su lado y le empecé a explicar lo mucho que él me estaba ayudando con sus libros y que ojalá algún día pudiera escribirle una banda sonora para una de sus pelis o series”. “Antes de despedirnos”, proseguía el artista, “Albert me dijo: “Pronto tu suerte cambiará. Estoy seguro”. Unos meses después, entré en Operación Triunfo y lo que sigue, ya lo sabéis”.
© ¡HOLA! Prohibida la reproducción total o parcial de este reportaje y sus fotografías, aun citando su procedencia.
