Enrique Ponce y Paloma Cuevas han tomado la decisión de separarse temporalmente

Después de casi 25 años de matrimonio, la pareja ha decidido darse un tiempo para poder reflexionar y profundizar sobre su relación

Por hola.com

Puestos al habla con Enrique Ponce y Paloma Cuevas, la pareja, que al comenzar la cuarentena por el coronavirus, se trasladó junto a sus hijas a su finca de Jaén, nos explica que su matrimonio pasa por un momento difícil y que ambos han tomado la decisión de separarse durante un tiempo, de común acuerdo, pensando en lo mejor para su familia. También nos aclaran que de momento no se han iniciado los trámites de divorcio, tal y como asegura hoy la revista Semana.

Durante casi veinticinco años Enrique y Paloma han formado un matrimonio sólido y estable, a pesar de que la profesión de Enrique, el riesgo, el miedo, las cornadas, los continuos viajes por España y América y la falta de una rutina convencional, siempre ha supuesto una gran presión para ellos como pareja.

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A lo largo de todos estos años, Paloma se ha dedicado por completo al cuidado de su familia, sin separarse nunca de sus hijas, Paloma y Bianca, y aportando estabilidad y bienestar al matrimonio. Enrique, por su parte, ha cosechado grandes éxitos en sus treinta años de carrera, y se ha convertido en un torero de época.

Enrique y Paloma se conocieron y se enamoraron cuando ambos eran muy jóvenes, en un viaje a Colombia hace veintisiete años, y se casaron en octubre de 1996, en la Catedral de Valencia. El 27 de abril de 2008, doce años después de su boda, nació su primera hija, Paloma, y cuatro años más tarde, vino al mundo Bianca, para completar la felicidad de sus padres.

En marzo de 2019, Enrique Ponce sufría una peligrosa cogida en Fallas, que le ocasionó una lesión “catastrófica” en la rodilla. Esta cornada, una de las cinco más graves que ha sufrido el diestro a lo largo de sus treinta años como torero, le obligó a retirarse durante seis meses de los ruedos y a temer, seriamente, que hubiera llegado, de manera abrupta y dolorosa, el fin de su carrera. Afortunadamente no ha sido así y Ponce ha podido continuar toreando, cumpliendo con su vocación y sus compromisos, hasta la llegada del coronavirus. En este momento, lo más conveniente para esta pareja tan querida, y para sus dos niñas, es la tranquilidad, la intimidad, y el respeto de todos los que los rodean.