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Con el semblante serio y abatido, Alessandro Lequio ha llegado a casa. Tras pasar unas semanas en Barcelona acompañando a Álex Lequio durante sus últimos días, el aristócrata italiano ha regresado a su hogar. Junto a Ana Obregón y a las dos hermanas de ella dejaba esta misma mañana el apartamento que alquilaron en la ciudad Condal para poder estar cerca de su hijo -quien estaba ingresado en la clínica Quirón recibiendo un nuevo tratamiento para el cáncer-. Horas después, tras un largo viaje, eran fotografiados entrando al domicilio que la actriz y presentadora posee en la urbanización La Moraleja. Una residencia a la que escasos minutos después accedía la mujer de Lequio, María Palacios, conduciendo su propio coche, el mismo en el que el matrimonio ha vuelto a su residencia tras pasar aproximadamente dos horas al lado de Ana.
Ya de vuelta en casa, el colaborador de El programa de Ana Rosa podrá recibir la visita de todos esos allegados que no han podido desplazarse hasta Barcelona y acompañarle en estos difíciles momentos debido a las restricciones marcadas por las autoridades. Además del apoyo de su mujer, Alessandro también contará ahora con la sonrisa de su hija Ginevra Ena, que en agosto cumplirá cuatro años. La niña era una de las debilidades de su hermano mediano, quien la llamaba cariñosamente "pequeña criminal" debido a sus travesuras. De hecho, el joven contaba simpático en redes sociales una anécdota que ocurrió cuando la pequeña le visitó en Nueva York, donde recibió la primera parte de su tratamiento: "Tenía un año de edad y todavía me recuerda cuando íbamos a tocar a los caballos en Central Park, aunque en realidad luego le daba miedo y cuando me acercaba se ponía a trepar por la espalda para intentar huir. Dato curioso: La palabra doctor fue una de sus primeras palabras".
También en una de las últimas entrevistas que concedió a ¡HOLA!, Álex sonreía al hablar de su hermanita, con la que tenía una gran conexión a pesar de la diferencia de edad entre ellos. "Es maravillosa, conecto muy bien con ella y aunque, de momento, no puedo mantener conversaciones con ella, sabemos comunicarnos muy bien. Además de parecerse mucho a María, que es una mujer genial, se parece muchísimo a nosotros, a mi padre y a mí", decía el emprendedor, quien no solo guardaba un gran parecido físico con su progenitor, sino que también compartían muchos rasgos de su personalidad y lo definía con frecuencia como su mejor amigo. Alessandro ha estado a su lado de manera incondicional a lo largo de sus 27 años, celebrando con él los buenos momentos y apoyándole en las etapas más difíciles, siempre con una sonrisa y con un gran sentido del humor.
Las reflexiones de Alessandro
Tras el fallecimiento de Álex Lequio, su padre mostraba sus sentimientos con la siguiente frase: "Te sacaré del peligro, pero mientras tanto recuerda que eres y siempre serás mi luz y mi centro. Es el mayor honor ser tu padre. Dios te bendiga Álex". Estas palabras las compartía en redes sociales, el mismo medio que usaba antes de despedir a su hijo para hacer una significativa reflexión. "En 2011 Steve Jobs murió a la edad de 56 años de cáncer de páncreas, dejando una fortuna de 7 mil millones de dólares y estas fueron algunas de sus últimas palabras: En este momento, acostado en la cama, enfermo y recordando toda mi vida, me doy cuenta que todo el reconocimiento y la riqueza que tengo no tiene sentido frente a la muerte inminente. Tengo el dinero para contratar al mejor en la tarea que sea, pero no es posible contratar a alguien para que cargue mi enfermedad. El dinero puede conseguir todo tipo de cosas materiales, pero hay una cosa que no puede comprar: LA VIDA", decía en una parte de su publicación.
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