Iker Casillas y Sara Carbonero están a punto de despedir el año más difícil de sus vidas. El pasado 1 de mayo el futbolista sufría un infarto mientras entrenaba con su equipo, el Oporto y a finales de ese mismo mes la periodista tenía que ser operada de un tumor maligno de ovario. En escasas dos semanas, su vida daba un vuelco, sus prioridades cambiaron y ambos se convirtieron en una auténtica piña dando una lección de amor y superación. Ahora, cuando estamos a punto de poner el punto y final a este 2019, la pareja, asentada en Portugal, ha hecho las maletas para despedir el año rodeado de los suyos, concretamente, en la localidad toledana de Corral de Almaguer (Toledo), tierra natal de Sara.
Aperitivos, improvisadas sesiones de fotos, reuniones familiares y hasta un partido de pádel con los amigos, así es como están pasando los últimos días del año Sara e Iker, quien tras este periodo festivo regresarán de nuevo a su casa de Oporto. El futbolista retomará sus compromisos profesionales con el club portugués y Sara continuará dando forma a su nuevo proyecto, una colección de joyas que verá la luz la próxima primavera. De hecho, ya está en marcha el proceso creativo de unas piezas que esperan estar listas en abril.
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Poco a poco, la normalidad va volviendo a la vida de la presentadora y del futbolista, y buena prueba de ello, es la vuelta al trabajo de ambos. Fue el pasado mes de noviembre cuando Sara daba por finalizado su tratamiento de quimioterapia preventiva e Iker volvía a jugar al fútbol, aunque no de forma profesional, como algunos medios han publicado. De hecho, aunque ya practique deporte, tras el infarto de miocardio que sufrió en mayo, es más que improbable que el portero vuelva a salir al terreno de juego con el Oporto.
Superadas sus etapas más difícil, Sara e Iker esperan un 2020 cargado de planes, entre los que se encuentran alguna que otra boda, acompañadas de sus respectivas despedidas de soltero, así como algún viaje pendiente, tal y como compartió la propia periodista con sus seguidores.
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