)
Desde que el pasado mes de febrero estrenase en Mtmad su propio canal, llamado Black Sheep, Alejandra Rubio va poco a poco descubriendo aspectos hasta ahora desconocidos de su vida. A lo largo de estos meses, la nieta de María Teresa Campos ha compartido con sus seguidores cuáles son sus planes de futuro personales y profesionales, ha enseñado los rincones de la casa que comparte en el centro de Madrid con Álvaro Lobo, ha explicado el significado de sus tatuajes... Pero ahora ha dado un paso más allá. La joven, que acaba de cumplir 19 años, se ha armado de valor y ha hecho una sorprendente confesión en la que ha desvelado lo mal que lo pasó durante su etapa escolar.
"En el colegio hubo épocas en las que lo pasé fenomenal pero hubo otra época que fue más difícil para mí. No sé por qué, creo que nos íbamos haciendo mayores y la gente se empezó a dar cuenta de dónde venía yo. Estaba en 5º y 6º de primaria, las niñas se portaban fatal conmigo, me excluían de los grupos... Era la marginada. Les caía mal y no entiendo el motivo porque era súper buena. Pero las madres también influyen en sus hijas y me dejaban bastante de lado", comenzaba a decir la joven en el último vídeo que ha colgado en su plataforma digital de Mediaset.
Además, ha explicado el motivo que le ha llevado ahora a romper su silencio y contar estos episodios tan delicados. "Esto es una cosa que nunca he contado porque la olvidé. No le he dado importancia. Con una de las niñas que tuve problemas de pequeña luego ha sido de mis mejores amigas y no ha pasado nada, pero otras se portaron muy mal y lo pasé mal. Para los profesores yo no era santo de su devoción. Fue una época bastante fastidiada", continuaba relatando.
La única hija que tuvo Terelu Campos durante su matrimonio con Alejandro Rubio ha contado que, afortunadamente, aquella historia tuvo un final feliz. "La cosa cambió y decidí seguir en ese colegio, aunque más tarde me fui a otro porque necesitaba cambiar de aires y de gente. Necesitaba gente menos uniformada y santa y más espabiladilla", decía. Álex, como la llaman sus allegados, ha contado además una divertida anécdota de sus años en el colegio con la que demuestra que sus complejos también han quedado atrás.
"Hubo un momento en el que yo era la bajita de la clase. Todas eran super mujeronas y yo era un retaco. Siempre llevaba unas botas negras con calaveras y me metía un taco de papel higiénico que se convertía en una cuña", decía sin poder contener la sonrisa. "Luego la cosa cambió y fui la más alta de clase durante mucho tiempo. Ahora mido 1.71 metros. He salido a mi padre, a mi hermano y a mis tíos", comentaba.
)
)
)
)
)
)
)
)
)
