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Después de las emocionantes primeras audiciones a ciegas de La Voz Senior, los coaches han vuelto a ocupar sus sillones dispuestos a deleitar sus oídos con las voces de los más mayores y de conseguir el mejor equipo de cara a la gran final. La edición no ha hecho más que comenzar, sin embargo, ya ha conquistado a los telespectadores y a los miembros del jurado. David Bisbal es el juez más adelantado, al contar con dos de los cinco talents que conformarán los grupos, frente a Pablo López, Paulina Rubio y Antonio Orozco, que arrancaban la noche con un solo cantante. Tras las nuevas actuaciones todos sumaron una voz más a sus equipos.
Blanca Villa, de 62 años, cantó el popular tema Se nos rompió el amor, de Rocío Jurado. Su potente voz conquistó a David Bisbal, que terminó de pie escuchando su actuación. Una canción muy especial para el almeriense, pues se trata de la favorita de su madre. "Siempre me ha pedido que cante esta canción y nunca la he hecho caso. Pero lo haré", prometía antes de subir al escenario a cantar a dúo Vibro, otro bonito tema de 'La más grande'.
Marcelo, de 67 años ha sido el primer cantante de todas las ediciones de La Voz que se ha llegado a plató y se ha puesto a tocar él mismo la batería. El sevillano sorprendió con su desgarradora voz cantando y tocando un blues con el que consiguió que los cuatro 'coaches' se diesen la vuelta ante su Unchain my heart. Después de que todos se deshicieran en halagos con él, Marcelo pasó a formar parte del equipo del cantante de Devuélveme la vida.
A sus casi 79 años, Giuseppe Izzillo arrancó cantando en italiano el popular tema Volaré, de Domenico Modugno. El artista croata emocionó a Pablo López y a Antonio Orozco en los primeros acordes de su actuación. "Algún día me gustaría que mi voz envejeciera como la tuya", decía Pablo López antes de que el cantante, que antes de subir al escenario revelaba que el malagueño era su asesor favorito, dijera que quería formar parte de su equipo.
Charles, de 60 años, es originario de Florida. El artista canta desde que era un niño, sin embargo, nunca ha podido ver cumplido su sueño de convertirse en una verdadera estrella. Algo que podría cantar después de haber entrado a formar parte del equipo de Paulina Rubio, tras conquistar a la mexicana con su versión de Purple Rain, de Prince. Sentado en su silla de ruedas –pues sufrió hace una década un accidente hace una década que lo dejó paralítico-, el estadounidense agradeció a la chica dorada la oportunidad, mientras explicaba que estaba tranquilo, pues para él esto era el inicio del camino para "ganar La Voz".
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