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Está a punto de entrar en su noveno mes de embarazo y le faltan pcos días para que venga al mundo segunda hija, nacida de su relación con el actor Álex Adrover, pero mientras ese momento llega, Patricia Montero continúa con su vida cotidiana al cuidado de su primogénita, Lis, de tres años, y atendiendo sus compromisos profesionales. En esta ocasión, la actriz que se dio a conocer por la serie Yo soy Bea, ha amadrinado la nueva campaña de los productos de limpieza ecológicos Frosch, que ha puesto en marcha una iniciativa que pretende crear conciencia sobre la necesidad de proteger los océanos, apelando al consumo ecoresponsable del plástico. Patricia se ha convertido en el centro de todas las miradas a su llegada al evento, que se ha celebrado en el Palacio Neptuno de Madrid, presumiendo de curvas premamá con un ajustado minivestido de color aguamarina de Motufashion, que ha combinado con una blazer blanca de Zara y zapatos de tacón nude de Carolina Herrera.
- ¿Cómo estás, Patricia?
Bien, a tan sólo unos días de entrar en la semana treinta y seis, casi de nueve meses. Si todo va bien, saldré de cuentas más o menos a finales de febrero.
- Sería ideal que coincidiese con el día de los enamorados, ¿verdad?
Sí, sin duda será un día muy bonito. Ya va quedando menos.
- ¿Estás tranquila, nerviosa...?
Me parece que estoy demasiado tranquila y no sé si eso es bueno. De hecho, no tengo nada preparado en casa. ¡Absolutamante nada! Es Álex quien se ha puesto a montar ya la sillita del coche, por ir haciendo algo para que no nos pille el toro (risas). Pero es que me da la sensación de que el hecho de haber sido madre ya, te acomoda. En cuanto a los nervios, lo único que tengo es ese cosquilleo que te entra de que pueda ocurrir algo. Esperemos que todo salga bien y que el parto sea rápido.
- Lo que está claro es que estás estupenda
En el primer embarazo engordé muchísimo, cogí dieciocho kilos. Además, retuve mucho líquido porque pasé el embarazo en verano y parir en agosto es una de las cosas más complicadas. A mí, al menos, me afectó bastante. Además, me metieron mucho miedo con el tema del ejercicio y me limité a dar paseos. Ahora lo que he hecho es dejarme llevar por lo que me pedía el cuerpo y por el sentido común. He hecho deporte toda mi vida y no puedo estar sin hacerlo, porque cuando dejo de hacerlo me duele todo. Me ha venido bien hacer Yoga, adaptándolo a mi estado. También estoy cuidando mucho más la alimentación. Estoy teniendo antojos, sobre todo de chocolate, pero los estoy sabiendo controlar muy bien. Me lo permito, pero no me atiborro.
- ¿Qué nombre habéis decidido finalmente para la niña?
No lo había desvelado todavía, pero lo voy a decir. No creo que cambiemos de idea ya. Se va a llamar Layla, como la canción de Eric Clapton.
- ¿Quién lo ha elegido?
Es un nombre que a mí me gustaba muchísimo. Se lo comenté a Álex y a él también le gustó un montón. Y luego vivimos una anécdota muy curiosa. Nos fuimos de fin de semana a Córdoba, solos. Un viaje de estos que improvisas, sin nada organizado. Cuando estábamos en la carretera, llamamos a un hotel para reservar una habitación y resulta que le habían puesto el nombre de Layla. Fue como una premonición y decídimos que nuestra hija se llamaría así.
- Y Lis, ¿cómo está viviendo la inminente llegada de una hermanita?
Ha pasado por todos los estados. Hace una o dos semanas, estaba muy inquieta, rebelde y durmiendo muy mal. Quizás por el hecho de que está colocando muchísimas cosas en su cabecita, lo cual es normal. Ahora, sin embargo, la vemos estupenda. Se encuentra superbien. Ha visto la sillita en el coche y ha empezado a notar a su hermana, que se mueve mucho. Ya se verá si surgen los celos o no, pero yo creo que lo va a llevar bien.
- La boda, que teníais prevista para el año pasado, la tuvistéis que posponer por este embarazo. ¿Habéis retomado los planes?
Iremos improvisando, pero no creo que la celebremos este año. Quiero disfrutar este momento tan bonito de la maternidad. Si nada cambia y no decidimos tener otro hijo, la boda será para el año que viene. Ya he avisado a Álex de que me tiene que volver a pedir la mano, pero me ha respondido que ahora me toca a mí.
- ¿A Álex igual le hubiese apetecido más que fuese un varón?
El quería niña porque dice que ya se sabe manejar con ellas y, en el fondo, tiene razón. Además, Lis está ahora muy metida por su padre. Se ha unido muchisimo a él, quizás por lo que viene. El otro día fui a dormirla y me dijo: "No, que me duerma papá. Quiero que me lea el cuento él". Y claro, a él se le caía la baba.
- En el terreno profesional, ¿cómo estás ahora mismo?
Muy tranquila y sin nada a la vista, pero con muchísimas ganas de volver a la tele y retomar mi carrera interpretativa con un proyecto que realmente me apetezca. Álex, por su parte, acaba de estrenar Derecho a soñar, serie que está emitiendo TVE en la sobremesa.
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