Belén Rueda no renuncia a los tacones a pesar de su terrible percance

La actriz se quemó al ir a prepararse una infusión con agua muy caliente y tiene una quemadura en su pierna de importante consideración

Por hola.com

Antes muerta que sencilla. Belén Rueda ha sufrido una quemadura de importante consideración, lleva la pierna totalmente vendada, pero no renuncia a llevar tacones. La actriz acudió a El Hormiguero para presentar su película de terror No dormirás junto a Natalia Molina e hizo oídos sordos a la recomendación de reposo de su doctora. Belén no quiso perderse su cita con el programa y, como es muy presumida, se plantó unas sandalias rojas de increíble tacón con un pantalón acampanado blanco que ocultaba su amplio vendaje.

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Belén aprovechó su visita para contar cómo le ocurrió el fatal incidente por el que le recomendaron acudir a un cirujano plástico. "Dicen que las infusiones son buenas para la salud. Pero, tú no opinas lo mismo, ¿verdad?”, le preguntó Pablo Motos. A la protagonista de El Orfanato le encantan las infusiones y suele llevar la que a ella le gusta en el bolso, por lo que en un sitio pidió agua muy caliente para preparársela ella misma, pero con tan poca fortuna que fue a parar a su pierna. “Iba a tomarme una infusión con el agua muy caliente. Fui a cogerla y me hice una masacre en el pie y en toda la pierna. Tengo una ampolla gigantesca”, explicaba Rueda, que mostró un vídeo de Instagram en la que se veía la quemadura que le corría el pie y parte de su pierna. 

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Belén y Natalia de Molina hablaron sobre su thriller de terror psicológico, dirigido por Gustavo Hernández, y el plató se quedó a oscuras para hablar de esta trepidante película que se estrenará el 15 de junio. Fue entonces cuando aprovecharon para hablar de momentos de miedo y de cómo esta cinta ha sido uno de los fenómenos de la temporada en Argentina, viene avalada por las dos Biznagas conseguidas en el pasado Festival de Málaga.

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No dormirás expone los métodos de ensayo usados por un grupo de teatro de vanguardia para que las representaciones sean los más realistas posible, alcanzando un punto en el que los propios actores llegan a confundir lo que es verdad y lo que no. De hecho, no se les permite dormir hasta el estreno, en un insomnio forzado que, junto a los ensayos en un hospital psiquiátrico abandonado, pone a punto su percepción.