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Han sido unas vacaciones inolvidables así que el broche de oro tenía que ser igual. Sara Carbonero e Iker Casillas han disfrutado de estos días de descanso en familia, la mejor manera en que se puede hacerlo. La primera parada fue Paris, donde se dejaron conquistar por la magia de Disneyland junto a sus dos hijos Martin y Lucas, que se lo pasaron en grande conociendo a sus personajes favoritos y descubriendo las atracciones más divertidas. Por unas horas, Iker y Sara desconectaron de sus respectivos compromisos y volvieron a ser niños de nuevo con sus dos peques, que seguro tenían muchas historias que contar a la vuelta.
Pero aún quedaba tiempo de descanso y nada mejor para ponerle el mejor condimento que disfrutar de un dulce típico de estas fechas: unas deliciosas torrijas. Y si es en buena compañía, mejor. La periodista ha compartido en sus redes además otro de los platos que ha disfrutado estos días, alcachofas con jamón, una combinación que define como “plato ganador”. Ha mostrado además una instantánea de uno de sus niños haciendo la tradicional búsqueda de los huevos de Pascua, un juego que seguro les encantó y con el que despidieron, ahora sí, las vacaciones.
¿Qué más se puede pedir para hacer estos días aún más perfectos? Sara tiene la respuesta: una reunión con las amigas de toda la vida. En una imagen que comparte con sus seguidores, se ve a la periodista muy bien acompañada en una simpática imagen junto a la que escribe: “Que nos sigan haciendo gracia por mucho tiempo las mismas tonterías de siempre. Y luego pone como etiquetas “amigas de toda la vida” y “bien de risas”, una muestra de que pasaron un rato muy agradable. No se ve en la imagen a Iker Casillas, que quizá estuviera preparando el partido que enfrentará a su equipo con el Belenenses el lunes 2 de abril.
Sara e Iker tienen establecida su residencia en Oporto, donde milita el deportista, una ciudad en la que están criando a sus dos hijos Martín y Lucas, que hacen las delicias de sus padres con sus ocurrencias. Se hacen mayores a ojos vistas y de hecho Sara compartía una foto en la que mostraba una cierta nostalgia por el paso del tiempo. “Hace justo un año todavía tenía un bebé” escribió. En estos últimos años, desde su traslado a la ciudad portuguesa, Sara está volcada en la maternidad y ha encontrado el equilibrio perfecto entre sus compromisos profesionales, entre los que figura su firma de ropa Slow Love, y su familia.
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