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Fue uno de los descubrimientos de la última edición de MasterChef Celebrity, aunque su rostro era ya de sobra conocido por su trabajo como actriz. Patricia Montero ha tenido muchas emociones en los últimos meses ya que a su participación en el programa de cocina y sus otros compromisos, se ha unido la emoción de ver cómo, tras diez años de relación, su pareja, el también actor Álex Adrover, le pedía matrimonio. Ha sido precisamente con él y con su hija con quien ha decidido hacer un descanso y un alto en sus ocupaciones para relajarse en las islas Canarias. Y es que escapar del frío de la capital siempre es un buen plan.
La pareja ha compartido algunas imágenes de su viaje en el que aprovecharán para estar con su pequeña Lis, de dos años, la reina de la casa. Así lo asegura Álex que comenta en una foto que esta semana la dedicarán a ella. En su álbum personal de esta escapada el intérprete ha incluido por supuesto a Patricia, de la que presume y a quien vuelve a declarar su amor con unas tiernas palabras. “Hay tantas cosas que me gustan de esta mujer... pero esta es la más importante, su forma de ver la vida” escribe en una foto en la que Patricia está en la orilla del mar, luciendo cuerpazo, como si una sirena de película se tratara. Están enamorados y no dudan en decirlo.
Fue a principios de noviembre cuando la actriz contó cómo había sido su romántica pedida de mano, tras diez años de relación. “Te lanzaste casi 10 años después @alexadrover 😂💍 Eeso sí, la espera mereció la pena... ¡Te quiero pececillo! 🐟 💗 Para los que me preguntáis detalles... #AdroverMonteroWedding #SiQuiero #BodorrioIsComing" escribió en sus redes. Álex aprovechó una de sus aventuras buceando, algo que a ambos les encanta, para declararse, como la propia Patricia contó en su blog. “¡Gracias mi amor por hacer de esta aventura junto a ti el mejor viaje, cuidándolo para que nunca se apague la magia!
Ha sido una de las experiencias más románticas y bonitas de mi vida. Obviamente dije que sííí, meneando la cabeza y escribiendo en la pizarra. El fin de la inmersión fue maravillosa, parecíamos dos adolescentes agarrados de la mano buceando”. Toda una aventura, sin duda.
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