Amaia Salamanca ya está en Buenos Aires. La actriz ha cruzado el charco para rodar junto a Luisana Lopilato la película Perdida, una coproducción hispano-argentina del director Alejandro Montiel, basada en la novela Cornelia de Florencia Etcheves. Amaia, de 31 años, ha compartido en su cuenta de Instagram la primera imagen del rodaje y ¡sorpresa! está increíble con un cambio de 'look' muy radical. Ha cambiado su larga melena rubia por una peluca pelirroja de corte midi con flequillo. ¿El resultado? Maravilloso. La intérprete no puede estar más guapa.
La trama que protagoniza Amaia con Luisana Lopilato gira en torno a una profesora de un prestigioso colegio inglés de Buenos Aires, que realizará un viaje con cinco de sus alumnas de las que solo volverán cuatro. Diez años después, el caso se reabrirá y en consecuencia desaparecerá otra de ellas. "Cuando pasa el tren tienes que cogerlo, y no sentirte culpable por tener hijos. Hay que saber delegar porque a mi me gusta mi profesión y luego me gusta mi vida en familia", declaró recientemente al hablar sobre este proyecto.
La actriz está teniendo un año grandioso. Tras rodar algunos capítulos de Velvet Colección, se embarcó en una nueva aventura, Tiempos de guerra. Amaia compaginó la grabación de esta serie con los ensayos de La Orestíada, que este verano representó en el Festival Internacional de Teatro Clásico de Mérida. "Han sido meses de mucho trabajo, de no pasar casi por casa... pero ya ha terminado esa racha, ahora estoy más tranquila porque solo tengo el rodaje de la serie. Del teatro me llevo unos grandes compañeros y un magnífico recuerdo, ha sido una experiencia muy gratificante, aunque tengo que reconocer que estrenar en Mérida me ponía muy nerviosa", declaró.
La intensidad de estos meses pasaron factura en el físico de la intérprete. Perdió algo de peso y tuvo que enfrentarse a numerosos comentarios sobre su delgadez. "Es un momento concreto en el que hay mucho estrés, mucho trabajo, que estoy consumida también por los nervios que produce, y porque el personaje lo requiere. Son rachas y etapas", explicó. "Lo que me parece un poco feo es que a veces se banalicen enfermedades como la anorexia o la bulimia, que son cosas muy serias y que no se de deben juzgar a la ligera de esta manera", añadió.
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Amaia tiene claro que por amor a una pareja nunca renunciaría a su carrera, algo que sí haría por sus tres hijos, Olivia, Nacho y Mateo, que acaba de cumplir un año, fruto de su relación con el empresario sevillano Rosauro Varo. "Por amor a unos hijos sí, pero por amor a una pareja... si la pareja también te quiere no te pediría algo así", dijo rotunda.
