Apenas veinticuatro horas después de ser operada para extirparle la vesícula, la presentadora de televisión María Teresa Campos ha recibido el alta. Acompañada por sus hijas, Terelu y Carmen, y por su pareja Edmundo Arrocet, María Teresa ha abandonado la clínica madrileña de La Luz tras la intervención, que le practicó el equipo del doctor Carlos Durán. Ha sido apenas un día de ingreso hospitalario, en el que su familia ha estado junto a ella en todo momento. La presentadora comentó que se encuentra bien y ha agradecido el interés que todos han mostrado por su estado. Su hija Carmen ha explicado que, aunque había pasado la noche "regular", el médico le ha dado el alta para que continúe la recuperación en casa.
“Ella estaba muy preocupada por eso, pero es normal, eso nos pasa un poco a todos” explicó Terelu tras la operación, sobre cuánto le preocupaba a María Teresa el tema de la anestesia. "Estaba muy preocupada por eso, pero es normal, eso nos pasa un poco a todos. Tiene sus problemillas con la anestesia en la recuperación, que no lo pasa muy allá, y por eso la han tenido más tiempo hasta que la han subido. Pero vamos, que la intervención ha sido muy rápida y muy fácil, de hecho nos ha pillado el toro a nosotro porque nos han dicho que duraría como unos 40 minutos y ha debido durar 20 o 25, así que ha sido muy corto". Terelu comentó además entonces que los médicos le habían recomendado descanso.
El pasado 31 de mayo, mientras disfrutaba de unos días en Marbella, la presentadora tuvo que ser ingresada de urgencia debido a un fuerte dolor intestinal. Reapareció sin embargo solo tres días después para presentar su colección de zapatos y cumplir con sus obligaciones en Telecinco, tanto en su sección de Sálvame como al frente de ¡Qué tiempo tan feliz! Comentó entonces que tendría que entrar en quirófano para que le extirparan la vesícula. "La verdad es que no sabía que tener piedras en la vesícula podía doler tanto. Ha sido horrible y estoy bastante flojita", reconoció. "Los dolores eran tan fuertes que no entendía qué me pasaba. Ya me conoces y hasta que remitió el dolor y me dijeron que lo que tenía eran piedras en la vesícula no me quedé tranquila".
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"Es el último día que me veis con vesícula. Ya tengo fecha para el quirófano. Pero no voy a dramatizar”, comentó días después María Teresa, que añadió que la intervención sería por laparoscopia -"ya no te hacen ni herida”-.
