La cantante Raquel del Rosario acaba de cumplir 39 semanas de embarazo. Todo está a punto para el nacimiento de su segundo hijo, que podría llegar en cualquier momento, por lo que la impaciencia ya comienza inevitablemente a aflorar. Y es que, si bien el pequeño Leo, su primer hijo, nació en la semana 38 de su embarazo, parece que su hermanito se está haciendo esperar un poco más.
La vocalista de El Sueño de Morfeo ha compartido con sus seguidores en Instagram una fotografía en la que muestra su avanzadísimo estado. Tras unos días de ausencia en las redes, muchos de sus fans pensaban que el bebé ya habría nacido, pero Raquel ha reaparecido para felicitarles el Día de la Madre, que este domingo se celebraba en Estados Unidos (entre otros países). En este selfie frente al espejo, la artista posa con un top negro que deja ver completamente su abultada tripita, unas mallas grises de deporte y la pierna apoyada en una pelota de pilates, pues parece que está decidida a mantenerse en forma hasta el final de su embarazo. "Parece que alguien quiere cumplir sus 9 lunas... #Impaciente #cantwait #39semanas #happymothersday", ha escrito junto a la foto.
Precisamente a través de las redes la cantante ha ido documentando su feliz espera, publicando periódicamente fotografías de sus momentos familiares a lo largo de estos meses. Desde la instantánea con la que anunció en diciembre que estaba esperando su segundo hijo, posando con Leo y sorprendiendo a todos con una tripita incipiente, hasta este último selfie. Un auténtico álbum de recuerdos de su embarazo con imágenes preciosas; claro que ayuda tener un marido fotógrafo de profesión.
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La cantante y su marido, el gallego Pedro Castro, ya tienen en casa un montón de ropita y accesorios preparados para cuando llegue el bebé, un niño al que han decidido llamar Mael. Aunque para dar a luz a su primer hijo Raquel volvió a Gran Canaria, en esta ocasión su intención es que el pequeño nazca en Los Ángeles, al parecer en su propio hogar, donde hace unos días contaba en su blog que había recibido la visita de las matronas que la asistirán en el parto.
Tic, tac, tic, tac... ¡ya no queda nada!
