El inesperado affaire entre Antonio Pavón y Samira se ha convertido en el punto principal a tratar en la gran final de La casa fuerte 2, además de en el más polémico. Una última gala en la que Mahi Masegosa y Rafa se coronaban como los ganadores de la edición mientras que, en contraposición, todas las críticas iban a parar a Samira por su actitud frente a lo que había ocurrido y sin que sus compañeros exculpasen tampoco la infidelidad del torero. Todo en un encuentro en el que no faltaron los gritos ni los ataques entre concursantes, especialmente con el equipo de Tony Spina y Aurah Ruiz, con quienes intercambiaron un sinfín de reproches que terminaron con Samira abandonando el plató presa de los nervios en una noche en la que Jorge Javier tuvo que poner orden en varias ocasiones.
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Todos los concursantes opinaron sobre la aventura entre Pavón y Samira cuestionando todo lo ocurrido, desde el motivo por el que habría ocurrido casi al final de reality, hasta el hecho de que pasasen la noche juntos cuando jamás había habido atracción entre ellos. Tanto que, para muchos como Albert o Tony Spina todo habría sido una estrategia de Samira de cara a ganar La casa fuerte. Una teoría que se fue extendiendo como la pólvora entre los participantes y fundamentada por la actitud aparentemente impasible de ella frente al sufrimiento que estaba pasando el torero que, víctima de la culpabilidad, padeció hasta achaques de salud.
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Tan solo Mahi y Rafa mostraron cierta empatía con Samira, explicando que ellos sí creían que ella también estaba viviendo su peculiar calvario. De hecho, hasta tal punto llegó la rebelión contra la concursante que Jorge Javier llegó a insinuar lo malos compañeros que estaban siendo. Eso sí, para esa y cada una de sus intervenciones, el presentador tuvo que buscar cómo colar su voz entre los imparables gritos provenientes del llamado "Jardín secreto", llegando a cortar las conexiones en más de una ocasión por el tremendo barullo entre los concursantes.
Pavón, arrepentido, confiesa su amor por su novia
Antonio Pavón lo tiene claro, ha cometido un error y tan solo espera que su novia, quien se enteró de la aventura de su prometido a través de la televisión, sea capaz de perdonarle. Tras su infidelidad, el torero aprovechó la ocasión para mandarle un mensaje de arrepentimiento mientras resaltaba todos los puntos fuertes de su relación y se deshacía en halagos hacía ella: "La única mujer que hay en mi mente y en mi corazón se llama Joy. (…) La he cagado y soy consciente". Una ocasión que Samira utilizó para reiterar sus disculpas hacia la novia de Pavón.
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Samira: la mejor defensa es un buen ataque
Samira no aguantó los comentarios que sus compañeros estaban haciendo sobre ella. Tachándola de fría y calculadora, Tony Spina aseguró que primero lo había intentado con Tom, luego con Albert y después con él para, finalmente, "conseguirlo" con Pavón. Ante tantos reproches, Samira insinuó que si los demás eran santos todos y se dispuso a soltar una de las grandes bombas de la noche: que Tony Spina y ella tuvieron un romance mientras él estaba con Makoke. Algo que él desmintió rotundamente.
Sin duda, los ataques más intensos vinieron por parte de Tony y Aurah y es que, la canaria fue quien descubrió lo que estaba pasando entre ellos y fue la encargada de difundir la noticia dentro de La casa fuerte y no dudó en juzgar duramente esta aventura desde el primer momento. De muy malos modos, no pararon de echarse cosas en cara, hasta tal punto que Pavón se levantó para recriminarle a Aurah que "se había encargado de envenenar a todos los habitantes de la casa y martirizarle". Tal fue el nivel de discusión, que le llamó "traumada" por todos los episodios de infidelidad que había sufrido con Jesé y le instó a visitar a un psicólogo. Unas palabras que desataron la rabia de Aurah.
Tras un incesante vaivén de improperios entre Aurah y Tony y Samira y Pavón, ante la mirada atónita de Mahi y Rafa, un cabizbajo Albert y la expresividad de Marta Peñate, la situación tocó fondo cuando Samira decidió abandonar el plató presa de los nervios y las lágrimas. Sin poder contener la rabia y sin dejar de lanzar ataques, la extronista dejaba atrás a sus compañeros, quienes seguían juzgándola incansablemente en una de las broncas más acaloradas de toda la edición.
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