Cuando encontró al hombre de su vida y decidió que quería empezar a construir su propia familia, Carolina Cerezuela tuvo claro que sus prioridades iban a cambiar completamente y que estaba dispuesta a sacrificarlo todo por dedicarse a los suyos. "Hay actrices que compaginan su vida de madre con su profesión. Yo venía de unos horarios maratonianos y yo no quería estar así, quería construir una familia", nos confiesa la actriz, que ha prestado su imagen para una campaña de Polaroid que ha presentado su colección de gafas infantiles.
"Hay que aprender de los mayores, no quiero decidir ser madre y perderme la infancia de mis hijos por seguir trabajando. Si la vida me brinda esta oportunidad sería de tontos no aprovecharla si puedo estar con mis hijos y luego además puedo hacer cosas bonitas, con firmas que me apetecen. Tengo que ser consciente del momento en el que estoy y cuando cambie de etapa…", asegura la mujer de Carlos Moyá, con el que ha conseguido formar la familia de sus sueños.
"Me apaño, hay momentos importantes del día, como el momento baño y pijama, que son más cansados. Carlos me ayuda, hacemos una hilera, son tres, así que baños en serie. Daniela ya tiene casi un año y se me ha pasado muy rápido", afirma con una sonrisa, desvelando que ya se han preguntado si ir o no a por el cuarto niño para terminar de completar su ya numerosa familia: “No digo que sí, pero tampoco lo descarto”. De hecho, es algo que ya ha hablado con Carlos: “Estaría encantado, es muy niñero, mucho”.
Eso sí, también reconoce que ahora que empiezan a ser un poco más mayores podrían hacer más cosas con sus peques: "Cuando la peque crezca se abre un mundo de cosas con ellos, es más fácil viajar con ellos, hablar con ellos. Y a lo mejor digo, ya está, ahora me centro en el trabajo. No lo sé...".
"He aprovechado este tiempo para hacer cosas para las que no tenía tiempo, y ahora estoy con un proyecto que tiene que ver con una ONG y tiene que ver con la música. Es algo muy bonito y me apetecía", nos explica Carolina, que no puede evitar que le haya picado el gusanillo de volver a ponerse delante de las cámaras: "Si volviera, empezaría con algo de tele porque se amolda más a los horarios. Una serie es irte de casa todo el día y volver y ponerte a estudiar. Teatro no, son los fines de semana que es cuando tengo a mis hijos en casa y las fiestas es cuando más se trabaja".
De lo que no hay duda es de la felicidad plena que ha alcanzado tras haber sido mamá. Su marido y sus hijos son el motor de su vida y se le ilumina la cara cuando habla de ellos. "Carla ejerce mucho de mamá con sus hermanos. Es una niña de cuatro años, le toca jugar a las mamás y los papás, y tiene un bebé en casa. Ella la quiere coger en brazos, le quiere dar la papilla, es muy cuidadora", explica sobre su hija mayor, que es muy presumida: "Le gusta mucho arreglarse, ve un vestido y me dice "hazme uno igual", se pone los collares, quiere tener sus gafas...".
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