© Cordon PressLa segunda ciudad más importante de Estonia, después de Tallín, es una gran desconocida para la mayoría de los viajeros. Sin embargo, es una escapada diferente a una ciudad que sorprende a quienes la visitan, especialmente por su vida cultural. Tartu es una ciudad con mucho ambiente gracias a su prestigiosa universidad, una de las más antiguas del norte de Europa, que siempre ofrece un montón de planes culturales y más este año a partir de la primavera y el verano, aunque en realidad ya han comenzado las celebraciones. Está llena de cafés, parques, galerías de arte, locales donde vivir la noche, festivales…, y es un buen lugar para descubrir el sur del país e ir más allá de la afamada capital.
© Cordon PressPLAZA DEL AYUNTAMIENTO
Esta plaza es el centro de la vida de Tartu y el lugar por el que siempre hay que pasar. Una plaza rectangular y empedrada en la que se encuentra el edificio del ayuntamiento además de un buen puñado de bares y restaurantes que sacan sus terrazas a la calle. También está aquí el Museo de Arte (tartmus.ee) con su reconocible edificio blanco inclinado.
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© Cordon PressFUENTE DE LOS ESTUDIANTES BESÁNDOSE
Frente a la fachada del Ayuntamiento está una de las fuentes más famosas de Tartu, la que representa a una pareja de estudiantes besándose bajo la lluvia y que se ha convertido en algo así como un símbolo de la ciudad. Fue creada en 1998 por el escultor Mati Karmin. Desde 2006 la fuente está rodeada de azulejos con los nombres de las ciudades hermanas de Tartu, como Ferrara en Italia, Tampere en Finlandia o Salisbury en Inglaterra marcando las distancias que las separan.
© Cordon PressCOLINA DE TOOMEMÄGI
En esta popular colina donde se sitúa el corazón de lo que fue la ciudad medieval encontramos un enorme parque público, uno de los lugares favoritos de los estudiantes que viven en esta ciudad. Es también uno de los principales escenarios de las celebraciones de Tartu 2024 por la capitalidad cultural y las vistas desde ella son magníficas. El edifico del antiguo Observatorio astronómico, el mayor del país, perteneciente a la universidad, es Patrimonio de la Humanidad y se encuentra en la ladera de esta colina.
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© Cordon PressCATEDRAL DE TARTU
Situada en la colina de Toome, la catedral de Tartu celebra su 800 aniversario este 2024, junto a los actos de la capitalidad cultural, con varios espectáculos lumínicos. Es la iglesia gótica medieval más grande de Estonia, de la que hoy en día se conservan sus ruinas y en una zona alberga el Museo de la Universidad de Tartu: muuseum.ut.ee.
© Cordon PressMUSEO NACIONAL DE ESTONIA
El museo más importante y más grande del país (6.000 m²) es un imprescindible para conocer su historia, su cultura y su identidad (www.erm.ee). Abierto desde 2016 en un antiguo emplazamiento militar, el diseño del edificio -moderno, sostenible y en cristal- ha recibido numerosos premios internacionales. Gracias a sus interesantes exposiciones quienes se animan con una visita pueden conocer cómo ha sido la vida cotidiana de los estonios en las distintas épocas, así como de los pueblos del norte de Eurasia.
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© Cordon PressLA CASA DEL REVÉS
Para pasar un rato divertido hay que acercarse a la Upside Down House (tagurpidimaja.ee), muy cerca del Museo Nacional de Estonia. Un divertido, y muy instagrameable, lugar donde todo está patas arriba y donde nada es lo que parece.
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© Cordon PressPASEO EN BARCA
El río Emajõgi divide la ciudad en dos, convertido desde la Edad Media en un importante eje comercial en todo el país, además de ser el único totalmente navegable. Por entonces conectaba las ciudades hanseáticas occidentales con otras como Pskov o Nóvgorod. Hoy existen cinco puentes que lo atraviesan y varios pequeños puertos donde se puede coger una barquita para navegar por sus aguas en dirección a la isla de Piirissaar. Hay distintos tipos de embarcaciones para los paseos, desde modernas lanchas a la barcaza medieval llamada Jõmmu o el barco vinkingo Turm.
© Cordon PressKARLOVA Y SUPILINN
No hay que perderse estos dos encantadores barrios históricos de Tartu que aún conservan coloridas casas de madera. Karlova es un distrito bohemio lleno de pequeños cafés y locales donde celebrar lo que se ponga por delante. Mientras que Supilin, conocido como Soup Town, es una de las zonas más antiguas de la ciudad para disfrutar del paseo por sus calles, muchas de ellas con nombres de hortalizas, y donde encontrar varias muestras de street art.
© Tartu 2024: Photographer: Maanus Kullamaa¿QUÉ COMER EN TARTU?
Tartu es una ciudad joven en la que encontraréis muchos bares, pubs y restaurantes no muy caros. Podréis probar una gran variedad de sopas (de guisantes, repollo, tomate…), pescados ahumados, carnes, quesos artesanales, conservas o buenas cervezas.
Entre las opciones, un restaurante medieval como Pussirohukelder (pyss.ee), con más de 300 años de historia y una cocina tradicional, podrás tomar una sopa y una importante variedad de cervezas. Si se busca algo más moderno y creativo, el restaurante Joyce (joyce.ee) es una magnífica elección, con menús entre 40€ y 60€.
© Tartu 2024CAPITAL CULTURAL EUROPEA 2024
Bajo el lema ‘El arte de la supervivencia’ este año Tartu lleva a cabo más de mil eventos para celebrar su capitalidad cultural, con lo que también pretende poner en valor su patrimonio. No se han olvidado de la sostenibilidad, porque como dicen la cultura sostenible es social y ambientalmente responsable, por tanto todos los eventos serán respetuosos con el medio ambiente y accesibles. A través de la web: tartu2024.ee pueden conocerse todos los eventos programados, que aunque ya han dado comienzo, se concentran especialmente entre los meses de abril y septiembre.
