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CAMINANDO POR LA ACRÓPOLIS

Llegados a Atenas habrá que dedicar un mínimo de una mañana a este inigualable conjunto monumental, así que será mejor madrugar para aprovechar bien el tiempo, que no nos sobra.

Pasando por la avenida Amalías, a un lado está el Arco de Adriano y junto a él, lo que queda en pie del templo de Zeus Olímpico, es un buen punto de partida para vivir la Grecia clásica. De allí iremos a la calle peatonal Dionysiou Areopagitou, donde asoman preciosas vistas de la Acrópolis y donde se encuentra una de las dos entradas al recinto (la otra está cerca de los Propíleos. Es recomendable haber sacado las entradas con antelación).

Tras tomar el acceso al recinto de la Acrópolis podrá admirarse el Teatro de Dioniso, en el que se representaron las obras de Aristófanes, Eurípides, Esquilo o Sófocles. Enseguida, la Stoa de Eumenes que conduce al Odeón de Herodes Ático, desde el que comenzar la ascensión a la Acrópolis. Sobre su colina, entre tantos otros santuarios, se yerguen los monumentos más celebrados de la Atenas de Pericles, concebidos en su mayoría en el siglo V a.C bajo la dirección artística del gran Fidias: los Propileos y el templo de Atenea Niké, el Erecteion o el templo del Partenón, símbolo inequívoco de toda una civilización.

 

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EL MUSEO DE LA ACRÓPOLIS

A pocos metros de la Acrópolis colina abajo, la ruta continúa en dirección a la calle Dionysiou Areopagito para visitar el Museo de la Acrópolis (theacropolismuseum.gr). Es el complemento perfecto e indiscutible a lo que acabamos de ver, también el más concurrido de la ciudad, pero no hay mejor escaparate de la Grecia. Visitar a fondo su colección puede llevarnos entre tres y cuatro horas. Si son demasiadas y no se dispone de ellas, conviene hacer una ruta guiada y combinada Acrópolis + museo (civitatis.com), con un total de cinco horas entre todo.

Quienes opten por quedarse podrán comer en su restaurante con privilegiadas vistas.

Si aún quedan ganas de más Grecia clásica habrá que pasar por la Antigua Ágora, el epicentro comercial, social y político de la vieja Atenas, donde destacan el Templo de Hefestos y la Stoa de Attalos.

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POR LOS BARRIOS DE ATENAS

Tras el exceso de monumentalidad, será mejor planificar el resto del tiempo con más calma y buscar la esencia de la ciudad y tomarla el pulso en sus barrios más auténticos.

 

EL BARRIO DE PLAKA

Comenzamos por este encantador barrio a los pies de la colina de la Acrópolis, repleto de pintorescas calles y plazas, pequeñas subidas y unas cuantas escaleras para salvar su propia orografía. Imposible visitar Atenas y no pasar por Plaka. Su encanto reside principalmente en haber sabido conservar ese aspecto de villa mediterránea y tradicional en medio de la gran ciudad.

Hay que detenerse en alguna de sus (muchas) tabernas que sacan las mesas a las calles estrechándolas aún más. Es un barrio muy concurrido y habrá que ir sorteándolas. Aquí hay que probar el primer vino de retsina acompañado de aperitivos tan ricos como el tzatziki de yogur y pepino, la crema taramosalata de huevas de pescado, o, si se prefiere, una típica cena griega en toda regla.

 

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EL BARRIO DE KOLONAKI

Un paseo por el barrio de Kolonaki llenará de contrastes nuestra imagen que hasta ahora tenemos de Atenas. Kolonaki abarca desde la famosa plaza Syntagma hasta la colina Lykavittos y es un barrio elegante y señorial, donde se va a curiosear por sus tiendas (es una zona muy comercial) y descansar en alguna de las modernas terrazas. Es un buen lugar para elegir restaurante para la cena y tomar luego una copa en los pubs y cafés.

Para los cazadores de puestas de sol: antes del atardecer merecerá la pena tomar un taxi hasta la base del funicular que asciende a lo alto de la colina de Lykavittos. Aquí se admira la mejor puesta de sol con toda Atenas a la vista.

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EL BARRIO DE MONASTIRAKI

Si los dos (o tres) días dedicados a Atenas coinciden con fin de semana, el domingo hay que dedicarlo al recorrer el barrio de Monastiraki, cuando celebra su pazari, un enorme mercado al aire libre de ropa, artesanía y antigüedades, tanto verdaderas como falsas. Es el momento de echar la mañana dando vueltas y empapándose de su esencia, es algo así como un zoco, con lo que siéntete libre de regatear. Si quieres llevarte algo de recuerdo, Monastiraki puede ser un buen sitio.

 

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Si además de compras se quiere asistir al cambio de guardia de los soldados o Evzones habrá que tomar la calle peatonal Ermou, para llegar a las 11 de la mañana a la Plaza Syntagma, presidida por el Parlamento y la Tumba del Soldado Desconocido. Esta coreografía realizada meticulosamente por los Evzones es una de las mayores atracciones de Atenas, junto con la Acrópolis. Se lleva a cabo todos los días, cada hora, pero la más llamativa, cuando a los soldados les acompaña una banda militar, es esta de los domingos.

Para comer en la misma plaza, el Roof Garden del exclusivo hotel Grande Bretagne (gbroofgarden.gr), cuya terraza sirve estupenda cocina mediterránea ante unas vistas aún mejores de la Acrópolis.

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Si aún nos queda tiempo, a espaldas de la plaza se encuentra el Jardín Nacional, tras el que buscar el reconstruido Estadio en el que se celebraron las primeras Olimpiadas y, en dirección contraria por la calle Panepistimiou, importantes edificios neoclásicos como la Academia, la Biblioteca y la Universidad. En la parte trasera podrá admirarse desde la Bolsa hasta la iglesita de Agii Theodori, uno de los más antiguos templos bizantinos que han sobrevivido en Atenas.

La cara más moderna de Atenas la encontramos en Technopolis (en la image, athens-technopolis.gr), una antigua fábrica del XIX, en el barrio de Gazi, convertida en un centro de cultura donde asistir a eventos al aire libre, conciertos, festivales, mercados, exposiciones y un montón de espectáculos.

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TOP 10 EN ATENAS

Para tener claro lo que no puedes perderte si la visita a Atenas se ajusta a poco más de un fin de semana largo, ten en cuenta este top 10:

 

  • La Acrópolis: Solo este conjunto monumental en lo alto de la roca sagrada justifica un viaje. Mejor si la visita se combina con el museo
  • Museo Arqueológico Nacional: Para amantes del arte que se quieran centrar más en esta faceta y menos en los barrios, si no se ha tenido suficiente con el Museo de la Acrópolis hay que completar con el arqueológico de Atenas, otro imprescindible
  • El Ágora antigua: Fue el centro comercial, político. Administrativo y social de la vieja Atenas
  • El barrio de Plaka: lleno de tabernas, tienditas y ambiente
  • Mercado de Monastiraki: se celebra los domingos y es uno de los mercados de pulgas más famosos de la ciudad
  • Monte Lycavittos: Se puede subir caminando o en funicular. Fabulosas vistas
  • Templo de Zeus Olímpico: El que fue el mayor templo de Grecia dedicado al dios supremo
  • Plaza Syntagma: Es el corazón de la ciudad y donde se encuentra la famosa tumba del Soldado Desconocido
  • Colina Filopappos: Magníficas vistas de la Acrópolis desde sus alturas
  • Kolonaki: Uno de los barrios más elegantes de la ciudad, lleno de tiendecitas y terrazas
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MUY PRÁCTICO

El vuelo entre España y Atenas dura entre 3 horas (desde Barcelona) y 3,5 horas (desde Madrid). Si vamos a afrontar la capital Griega en tan solo un fin de semana, o uno largo de esos de tres días, lo mejor será buscar un hotel céntrico para poder desplazarnos andando.

Plaka es un buen barrio para alojarse, muy céntrico y con fácil acceso caminando a los principales puntos turísticos de la ciudad. Ava Hotel (avahotel.gr), The Dolli (thedolli.com) o AthensWas Design Hotel (athenswas.gr) son magníficas opciones.

Para comer en una taberna tradicional, Geros Tou Moria (gerostoumoria-restaurant.com) o Psaras (psaras-taverna.gr). Si lo que se busca es buen pescado, el puerto del Pireo está lleno de excelentes restaurantes.

 

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