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¿DÓNDE ESTÁN LES GORGES DU TARN?

La mejor forma de acceder a la garganta es a través de la ciudad de Millau, a 245 kilómetros de la frontera con España desde La Jonquera, unas dos horas y media en coche. Desde Toulouse son 200 kilómetros y 111 desde Motpellier si estás visitando la costa.

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RECORRIENDO LAS GARGANTAS EN COCHE

Dentro del Parque Natural de Regional de Grand Causses (parc-grands-causses.fr/es), uno de los más extensos de Francia, se esconde un tesoro paisajístico inesperado: las gargantas de Tarn, un serpenteante cañón de elevadas y verticales paredes calizas que durante unos 90 kilómetros ofrece una sucesión de panorámicas inolvidables, paisajes únicos y pueblos de postal, de esos que aún parecen anclados en la Edad Media.

Desde Millau hay que remontar el curso del río Tarn -las gargantas se pueden recorrer en coche, a pie o en barca- hasta alcanzar la localidad de Le Rozier -a 20 kilómetros de Millau-. En este lugar desemboca en el río Tarn uno de sus más importantes afluentes, el río Jonte, que también discurre por el fondo de una estrecha y espectacular garganta fluvial. Aquí los enormes murallones de roca caliza se alzan hasta los 400 metros de altura y sus cornisas rocosas han sido colonizadas por una variada vegetación entre la que predominan los pinos, las encinas o los enebros.

 

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De Le Rozier a Les Vignes, 10 kilómetros más allá, merece la pena desviarse en la carretera que asciende hasta el mirador de Point Sublime. Una privilegiada atalaya al borde del abismo de la causse de Sauveterre desde donde se contempla, a 800 metros de altura, una de las mejores panorámicas de las cargantas del Tarn: el cirque des Baumes y el estrecho de Les Détroits.

 

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DESCENSO EN BARCA POR EL RÍO

Continuando nuestro trayecto por el cañón, en paralelo al río, llegamos a La Malène desde donde podemos hacer un descenso en barca por el desfiladero hasta los grandes acantilados a través de paisajes que solo podremos ver navegando por el agua. Los barqueros (gorgesdutarn.com/es), ayudados por larguísimas pértigas, guían las embarcaciones (de hasta 6 personas, 25€ por persona) y lo hacen entre los meses de abril a octubre. El viaje dura poco más de una hora y recorre unos 8 kilómetros a través de los rincones más reservados desde La Malène hasta el circo de Baumes.

Tras pasar por la grotte de la Momie se llega a la zona de Les Détroits. Es la más estrecha del cañón, donde casi llegan a tocarse las paredes del acantilado. Si avanzamos en silencio, podremos observar animales en el entorno: la nutria, ánades, somormujos y garzas reales.

 

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PUEBLOS Y FORTALEZAS

Desde La Malène podemos ir descubriendo otros rincones interesantes en el entorno. El château de la Caze (chateaudelacaze.com) es una fortaleza del siglo XV levantada sobre la misma orilla del Tarn. Lo mismo ocurre con el pueblo de Saint-Chély-du-Tarn, a unos 10 kilómetros de La Malène, donde puedes ver algunas casas literalmente encastradas entre las rocas.

 

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A pocos kilómetros continuando por la carretera llegamos a Sainte-Énimie, la localidad medieval de las gargantas del Tarn. En la lista de los pueblos más bonitos de Francia, hay que recorrer sus callejuelas empedradas y visitar sus palacetes y casas con entramados de madera. Sainte-Énimie es un buen punto de partida para alquilar una canoa y navegar por el río. También lo es para hacer una ruta senderista hasta el Domaine des Boissets por un antiguo camino de peregrinaje medieval, al llegar llegar la recomenosa es una magnífica panorámica de las gargantas del Tarn.

 

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EN EL ENTORNO

Nos alejamos del río para visitar las cuevas de Aven Armand (avenarmand.com), junto al pueblo de Hures-la-Parade, uno de los lugares más visitados de Lozère. Todo un espectáculo subterráneo con enormes formaciones de estalactitas y estalagmitas en una gran sala. Allí se puede contemplar la que dicen es la mayor estalagmita del mundo, con 30 metros de altura. El único acceso a las cuevas se hace en funicular.

 

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