Cinco restaurantes en Madrid con buen gusto para conquistar a tu padre
No hay quien se resista a los placeres del paladar, ni siquiera nuestros queridos progenitores. Por eso aquí van unas deliciosas propuestas para agasajarles en su día.
Ni perfume, ni corbata. A los padres (como al resto de los mortales) se les conquista por el estómago. Un atracón gastronómico nunca falla y especialmente en Madrid existen muchas opciones para este tipo de regalo con buen gusto. Te presentamos cinco restaurantes molones para celebrar un estupendo Día del Padre.
«Made in Madrid», ruta gourmet para locos por lo artesanal
AMICITIA
De una frase del mismo Ciceron (Sine Amicitia vitam nullam ese, que viene a ser Sin amistad no hay vida) toma el nombre este restaurante recién incorporado a la escena de la alta gastronomía madrileña. Amicitia (amistad en latín) es el nuevo proyecto de Lucía Grávalos y Albert Jubany, que dan una vuelta de tuerca a sus reputadas cocinas con la elaboración de platos innovadores nacidos desde el producto único. Aquí lo que encontramos es la montanera del ibérico, la frescura de la huerta riojana, la despensa marinera. Todo ello con las técnicas culinarias más sorprendentes.
Amicitia será el regalo perfecto para todo padre exigente, que quedará maravillado con su carta, su menú degustación (cuatro aperitivos y ocho pasos) o su menú sorpresa donde el caviar es el absoluto protagonista. No faltan productos tan exquisitos como las ostras, el cordero chamarito, las espardenyas, la trufa y la coliflor de Calahorra, así como una poderosa carta de vinos con más de 150 referencias nacionales e internacionales.
Génova, 7
amicitia.es
CÍCERO
Recién salido del horno (nunca mejor dicho) está este restaurante que es toda una sorpresa en pleno barrio de Salamanca. Un establecimiento donde el horno, las brasas y la parrilla copan el protagonismo de una carta consagrada al fuego y a sublimar el sabor de una selecta materia prima basada en pescados de lonja, verduras de temporada y carnes exquisitas. Cícero está comandado por un grupo de hosteleros mexicanos, pero lejos de servir platos del país de los mariachis (sí, hay, por cierto, algunos guiños), se centra en recetas mediterráneas para ofrecer una cocina de proximidad.
El resultado es una experiencia fantástica que hará las delicias de cualquier padre. Apostamos a que caerán rendidos a los sabrosos dátiles con sobrasada y panceta; la ensaladilla con atún rojo y huevo frito en puntilla y la espectacular ensalada de raíces con su combinación de zanahoria, chirivía, boniato y remolacha. Todo ello antes del imprescindible lingote de cochinillo, con su guarnición de patatas rostizadas. Y si la tuya es una familia numerosa, no hay problema. Para eso está la Mesa Cícero, una mesa comunal para 18 comensales, dispuestos en torno a una plancha en la que un chef privado cocina y dialoga con los clientes. ¿Puede haber un plan mejor?
Lagasca, 48
ciceromadrid.es
IKIGAI FLOR BAJA
¿Qué tal un japonés para recordar a nuestro progenitor lo mucho que le queremos? ¿Y qué tal si esta cocina nipona se fusiona a la perfección con recetas tradicionales españolas? Todo esto es lo que encontramos en el flamante Ikigai Flor Baja, la nueva apuesta del chef Yong Wu Nagahira, parisino de nacimiento y asiático de ascendencia. Una experiencia sorprendente a pocos pasos de la Gran Vía y en un local que recoge la estética de las izakayas, las tabernas típicas japonesas.
Con una carta que divide su corazón entre los nigiris (clásicos y fusionados) y los platos calientes, hay que apostar fuerte por los primeros (¿quién se resiste a un nigiri de panceta char siu con membrillo al jerez avainillado o a un nigiri de tataki de toro ahumado, crema de aguacate y jarapeño encurtido en yuzu?), pero sin perderse las exquisiteces de los segundos: el wantun de txangurro con crema de alcachofas, trufa, aire de papada y trufa rallada, o las milhojas de remolacha cocinada en su propio jugo y umeshu, espuma de queso de oveja y anguila ahumada. Y para rematar el postre: Anin-Tofu de chufas, reducción de Pedro Jiménez, vinagre de Jerez y castaña rayada. Impresionante.
Flor Baja, 5
restauranteikigai.com/ikigai
RUBAIYAT
Quizás lo que más le apetece a un padre es un atracón de carne. Y qué mejor que hacerlo en una de las parrillas más destacadas de Madrid. Las brasas de la familia Iglesias, con sus selectos cortes, su excelso producto y su mimado servicio nunca defraudan. Y mucho menos lo hace su premiada carta de vinos. Ingredientes perfectos para una comida (o ¿porqué no?) velada inolvidable.
Para los amantes de la cuchara Rubaiyat, que tiene (ya se sabe) acento brasileño, destaca también por su tradicional feijoada, el plato nacional del país de la samba que, desde hace diez años, alegra los sábados de la capital. Y no faltan los guiños exóticos a sus orígenes con propuestas como los dados de tapioca con mermelada de guindilla o la ensalada tropical con hojas frescas, mango, maracuyá y otras frutas deliciosas. El entorno, claro, tampoco desmerece: una fantástica terraza acondicionada, perfecta para la primavera.
Juan Ramón Jiménez, 37
gruporubaiyat.com
TOTÓ
La esencia de la deliciosa cocina italiana reside en este restaurante, caracterizado por una fuerte apuesta por las recetas tradicionales y los buenos vinos. Para ello cuenta con Emiliano Celli, ex chef de la famosa Taverna Trilussa de Roma, quien elabora en directo pastas y pizzas y otros muchos manjares repletos de aromas, sabores y colores que transportan a la Italia clásica, a la cocina de la mamma.
Solo por su carta con los platos transalpinos de siempre, Totó es un acierto seguro para el Día del Padre. Pero es que además está el ambiente, ideal para alargar la sobremesa con sus buenísimos cocktails. Y es que el local está inspirado en la época dorada del cine italiano, la de los años 50 y 60, con un especial homenaje a la mítica película Cinema Paradiso. La cocina y el séptimo arte se conjugan para crear una atmósfera única como merece esta fecha tan señalada.