LLEGADA A LA LAGUNA
'La laguna de Gredos —escribió Cela— es un inmenso riñón de agua nítida y bien filtrada, de agua tan bella y pura que casi dan ganas de bebérsela'. Emplazada a 1950 metros de altura (a una hora escasa bajando desde los Barrerones; dos y media, desde el inicio), la laguna tiene una longitud máxima de 630 metros, una profundidad de 65 y 6,3 hectáreas de extensión.
Si se atraviesa su superficie helada a finales de invierno, se ven, aquí y allá, enormes burbujas de agua líquida, a través de las cuales se aprecia el gran espesor de la capa de hielo (de tres metros, algunos años) y el color de la parte inferior, la que mira al fondo de la laguna, que no es blanca, como la que se pisa, sino azul, como el mar. Del mismo color son los bloques que se desprenden allá arriba de las cimas del Circo y se acercan deslizándose por la pendiente nevada como gigantescos trineos azules.