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PALACIO REAL DE LA GRANJA

Felipe V, el primer Borbón, se enamoró de este lugar en la ladera segoviana de la sierra de Guadarrama, entre altos pinos y altas montañas, y fue tal el flechazo que decidió levantar en él a principios del siglo XVIII un palacio y unos jardines adornados con esculturas y fuentes que le recordaran su infancia en la corte francesa. La visita a este pequeño Versalles (era nieto del Rey Sol) descubre las habitaciones privadas del monarca y su esposa, Isabel de Farnesio, que todavía conservan frescos originales, pero tambien muchas otras dependencias, como el Museo de Tapices o a la Sala de Mármoles o de Europa.

 

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LOS JARDINES Y LAS FUENTES

Tan relevantes como el palacio rosado de La Granja son los jardines, sembrados de estatuas de mármol y de fuentes dedicadas a la mitología clásica, en los que Felipe V puso todo su empeño y que hoy son el mejor ejemplo en España de jardín al estilo formal a la francesa. Alimentadas por el agua procedente de las montañas cercanas, las fuentes, tal como entonces, ofrecen juegos de agua espectaculares, como el de La Fama, que lanza sus chorros a más de 40 metros de altura. Se pueden ver en movimiento los miércoles, sábados y domingos de los meses de julio y agosto (patrimonionacional.es).

 

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LA REAL COLEGIATA

Anexo al palacio está la Real Colegiata, que Felipe V mandó construir como capilla real y en la que aún se mantiene la tribuna en la que se situaban los reyes cuando asistían a los oficios religiosos. En su interior destaca la capilla de las Reliquias, donde descansan Felipe V e Isabel de Farnesio, algo muy peculiar, ya que los reyes y reinas yacen, en su mayoría, en el Real Monasterio de San Lorenzo de El Escorial. Con la entrada al palacio (9 €) está incluida la visita.

 

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REAL FÁBRICA DE CRISTALES

Fundada por Felipe V en 1727, ocupa un grandioso edificio de 1770, con altas y precavidas bóvedas de ladrillo refractario. Allí se puede ver desde un primitivo horno de fusión de ocho bocas hasta una muestra de vidrio artístico contemporáneo. Como en un viaje por el tiempo, se suceden las salas dedicadas a las célebres vidrieras Mauméjean, a las piezas históricas de La Granja y a las botellas europeas de los siglos XVI al XIX, algunas procedentes de naufragios. Lo más interesante de esta fábrica-museo, sin embargo, es ver trabajar a los artesanos en el horno y soplar el vidrio incandescente (realfabricadecristales.es).

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LA PLAZA DE LOS DOLORES

El ambiente de La Granja de San Ildefonso se concentra en esta plaza a la que da nombre el templo barroco que se levanta en ella y guarda a la patrona. Aquí está la Casa Consistorial, la oficina de turismo, el mercado de abastos y también algunas terrazas donde sentarse a la fresca. Paseando se van descubriendo después la Puerta de la Reina, las Puertas de Segovia o la Casa Baüer.

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PROBAR LOS JUDIONES DE LA GRANJA

Es el plato más típico del lugar y lo elaboran en todos los restaurantes. Un clásico es Casa Zaca (casazaca.com), que desde 1940 sirve este y otros platos contundentes y bien elaborados, como las cebollas rellenas o las patatas a la importancia. En Reina XIV (reina14.com), además de judiones con chorizo, triunfa su chuleta de vaca vieja a la piedra, los asados y la tarta de hojaldre. Los judiones de El Hábito (taberna-el-habito.negocio.site) se acompañan con rabo de toro, pero aquí se viene a probar otras cosas menos típicas: alcachofas, croquetas de gambón, carrillada, albóndigas de secreto ibérico, tarta de limón…

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SEGUIR EL CAMINO DE LAS PESQUERÍAS REALES

Los restos de la calzada de 9 kilómetros que se hizo construir Carlos III para pescar a placer en el alto Eresma, cerca del palacio de La Granja, se pueden ver haciendo una ruta a pie de cuatro horas (solo ida), que no entraña ninguna dificultad y que además se puede acortar al gusto de cada cual. El inicio de la ruta se localiza a 1,8 kilómetros de La Granja, nada más pasar el puente que atraviesa la cola del embalse del Pontón Alto, yendo hacia Segovia por la carretera CL-601. Allí hay un aparcamiento y un panel informativo del Sendero de los Reales Sitios, que coincide en parte (hasta Valsaín) con el camino de las Pesquerías Reales. Se puede hacer solo el tramo que va del embalse del Pontón Alto hasta Valsaín (una hora y media), que es donde más vestigios del camino regio hay. O el tramo de Valsaín a Boca del Asno (una hora y media también), que es el que atraviesa un paisaje más bello. En esta última área recreativa existe un centro de interpretación sobre el pinar de Valsaín.

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UNA VISITA A LA DESTILERÍA DE DYC

En Palazuelos del Eresma, muy cerca del inicio del camino de las Pesquerías se puede visitar la destilería de whisky DYC (dyc.es). Sorprende descubrir allí dentro un molino del siglo XV. Como también sus monumentales alambiques de cobre y los tejados en forma de pagoda, al estilo de las destilerías escocesas.

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Y SI TE QUEDAS A DORMIR

La Casa de los Infantes que Carlos III construyó para sus hijos Gabriel y Antonio acoge ahora el Parador de la Granja (parador.es), un lugar puesto al día con modernas esculturas, piscina, spa... Bien situado está el hostal Roma (hotelroma.org), en un edificio del siglo XIX junto a la puerta del real sitio y con restaurante. En Valsaín e ideal para recorrer el camino de las Pesquerías Reales, La Querencia de Valsaín (laquerenciadevalsain.es), una acogedora y bien decorada casa rural, con habitaciones y apartamentos.

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