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Planes en esta ciudad francesa cuyos logros en sostenibilidad urbana le han hecho merecedora del título de Capital Verde Europea. Algunas ideas para disfrutar de este templo de la ecología y el medio ambiente.

EN TELEFÉRICO A LA BASTILLA

Siete minutos dura el viaje en las burbujas del primer teleférico de Francia que lleva hasta la fortaleza de la Bastilla (bastille-grenoble.fr). Una vez alcanzado el macizo de la Chartreuse y tras contemplar la preciosa panorámica de Grenoble y los Prealpes desde el mirador Vauban, hay un montón de posibilidades para disfrutar de este bastión a 500 metros de altitud: rutas a pie o en bicicleta, el Museo de las Tropas de Montaña (museedestroupesdemontagne.fr), el jardín de los Delfines, un parque de aventuras, vías ferratas y hasta restaurantes donde saborear una comida con las mejores vistas.

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RECORRER LA CIUDAD ANTIGUA

Un laberinto de calles peatonales adornadas con elegantes edificios del siglo XIX y llenas de cafés y restaurantes conforman el barrio antiguo de Grenoble, con numerosos lugares de interés que van desvelando sus más de mil años de historia, empezando por la catedral de Notre Dame, junto a la que queda el palacio episcopal. La plaza Saint-André es una de las más animadas, en ella se encuentra la iglesia de la corte –Grenoble era la sede tradicional del Delfín, el heredero de la corona francesa– y el Café de la Table Ronde, uno de los más antiguos de Francia. Desde ella iremos después a la plaza Grenette, decorada con una suntuosa fuente, y al barrio de los anticuarios, entre la catedral y la plaza de Verdún (en la imagen). Otros paseos nos llevarán al Jardín de Ville, frente al ayuntamiento, o, a pie o en bicicleta, hasta las orillas del Isère y al barrio Saint-Laurent.

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APRENDER DE HISTORIA Y ARTE EN SUS MUSEOS

El de Grenoble (en la imagen), el Dauphinois, la casa familiar de Stendhal, el de la Revolución Francesa, el Centro Nacional de Arte Contemporáneo, el Magasin des Horizons, la antigua residencia del pintor Ernest Hébert… Grenoble también es una ciudad de museos, con importantes colecciones de arte antiguo y del siglo XX, casas-museo o nuevos centros de arte y cultura. Para todos los gustos y todos los públicos.

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REVIVIR LA REVOLUCIÓN FRANCESA EN EL CASTILLO DE VIZILLE

El castillo que fue residencia de los Duques de Lesdiguières, de la poderosa familia Perier y de algunos presidentes franceses es un precioso lugar rodeado de un parque de 100 hectáreas donde pasar un día explorando primero su interior, que alberga el Museo de la Revolución Francesa, con numerosas colecciones de pintura, dibujos, esculturas y grabados, pero después paseando por este espacio verde. Aquí encontramos un precioso lago, numerosos canales, jardines y una rosaleda. También hay recorridos de orientación, sendas para rutas en bicicleta, conciertos…

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PROBAR SUS ESPECIALIDADES GASTRONÓMICAS

Nueces, gratinado delfinés, pollo con cangrejos de río, licor de Chartreuse… la cocina de Grenoble tiene sus especialidades. El mercado que se monta en la plaza del castillo de Vizille todos los sábados es una buena oportunidad para hacernos con algunos de sus productos más típicos, pero para disfrutarlos reposadamente nos sentaremos en alguno de sus restaurantes. La Brasserie Chavant (brasserie-chavant.fr) y Le Rousseau (lerousseaugrenoble.fr) son buena elección, pero si nos queremos dar un capricho está Maison Aribert (maisonaribert.com) o Le Fantin Latour (fantin-latour.fr), poseedores de estrella Michelin.

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¿CLÁSICO, MODERNO O DE LUJO?

El hotel, a tu gusto, porque en Grenoble podemos alojarnos en un cuatro estrellas elegante como LeGrand Hotel (grand-hotel-grenoble.com), muy próximo al teleférico; en un hotel céntrico y moderno, como Okko (okkohotels.com), o vivir una experiencia de lujo, romántica, de relax y gastronómica, en el Chateau de la Commanderie (commanderie.fr), a las afueras de la ciudad y que fue residencia hospitalaria de los Caballeros de Malta.

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LA PUERTA DE LOS ALPES

A poco más de hora y media de Lyon, Grenoble es la puerta a los Alpes franceses, con una veintena de estaciones de esquí a su alrededor, desde la más próxima de Le Sappey-en-Chartreuse, o a las más populares de l´Alpe d´Huez y Chamrousse. Pero también son muchas las excursiones senderistas que parten desde la ciudad y se adentran en las montañas de sus alrededores, empezando por las que arrancan en la Bastilla y llevan a la fortaleza del Saint-Eynard, a la cumbre del Montrachais o alcanzan el lago del Luitel en Belledonne.

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